8 | Error Tras Error

285 20 0
                                    

El Arte Del Perdón. II  (Libro Dos)

Capítulo ocho: Error Tras Error.

Estaba en la cama de el hombre que era también había salido herido en esto, estaba en la cama que él había compartido con Antonia.

Y una lágrima traicionera estaba por salir y correr por mi mejilla perdiéndose en el abismo pero la detuve.

Deje salir gemido tras gemido mientras él me penetran de una manera bestial que en mi no provocaba lo mínimo, no sentía nada, en lo único que pensaba era en el daño que me hacía a mi misma, a Charlie y a mi hijos.

Antonia era la culpable, aún que a decir verdad Charlotte había tenido mucho que ver.

Él hombre terminó al borde del colapso y yo sólo me limite a fingir haber llegado al clímax a su vez.
Me daba asco a mi misma, era tan estúpida por creer que las cosas a solucionarán haciendo lo que ella me había hecho pero esa sólo que estaba cegada por el odio y el resentimiento.

-¿Y bueno?

-Esto no debió haber pasado José, sólo fue un momento de torpeza, de rencor.

Escupi aquello sin el mínimo apizque de razón ni sentimientos, me puse de pie mientras el digeria lo que acaba de decir.

-¿Kat?

-No Sentí nada al hacerlo contigo, amo a Charlotte.

-¿Pese a lo que te hizo la amas aún?-.Ante su pregunta me quebre ¿en realidad la amaba aún? Si, la amaba aún, con mayor intencidad, con mayo anhelo-.¿Porque no intentas algo conmigo?

-Porque no me atrae...

La puerta de la habitación dw abrió de golpe revelando la cara ya familiar de Antonia, estaba en ropa interior y José permanecía en la cama.

¿Esto era lo que quería? Tal vez al principio de toda esta jugarreta si, pero ahora quería que el tiempo retrocediera y mi ciego optimismo se negara a hacer esto.

-¿José? Yo-yo, sólo, sólo venía por, por mis cosas.

Su manera cortada y repetitiva de hablar me dejo helada, no había ni asomó de enojo en ella, sólo sorpresa, pues sorpresa.

-Me iré.

La vi salir de la habitación José no se movió ni un poco para ir en su busca y yo solamente me quedé petrificada ante esta ecena.

-¿Esto querías?

-Tal vez si José.

Las lágrimas salieron de mi y los sollozos no se hicieron esperar.



Se apagó toda la pasión en mi relación con Charlotte, el silencio ganó más terreno, era tan difícil vivir sin tocarla, no habíamos sabido como cuidar el amor tan intenso que una vez compartimos.

Me haces falta cada hora cada día no te apartes de mi vida. No se vivir sin ti. Y lloré un poco tarde cuando el fuego ya no ardía y se apagó la sonrisa que habia en tu rostro, faltaron caricias y fue descuidando este amor cada día. Espero que el tiempo me ayude a olvidarte me eh equivocado no supe cuidarte.
Se fue todo los sueños y esperanzas. Los días más hermosos.
Me es tan difícil vivir sin tocarte.

El Arte De Amar. Libro I & II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora