El Arte De Amar. Libro I & II

2 | Vuelve, Te Necesito

El Arte Del Perdón. II (Libro Dos)

Capítulo dos: Vuelve Te Necesito.

Una parte de mi quería quedarse y escuchar lo que Charlotte tenía por contarme, mientras la otra sólo salió corriendo del lugar sin tener idea de a donde ir, todo pasaba por mi mente, mis hijos y aquella jodida vez que Charlotte me había engañado.

Salí despavorida del lugar, Charlotte no hizo nada por detenerme y el rostro de esa otra mujer no salía de mi mente, era bonita, sin duda era joven.

Me sente en un lugar donde nadie fuera a verme y lloré, lloré como hace años no lo hacía. Era acaso que ¿Charlotte ya no me amaba? ¿Se había cansado de mi? ¿Que estaba pasando en mi familia?

Me sentía como la gran mierda en ese momento por no saber que hacer ni que decir, quería seguir gritándole a Charlotte por el daño que estaba causando en mi pero no podía lastimar a la mujer que eh amado toda la vida.

-A la mierda Charlotte-.Grité mientras rezaba por ser la única en el lugar, aún que no me importaría. Estaba rota, destrozada.

Gire hacia mi derecha y vi a un hombre acercarce a mi, su rostro debutaba con curiosidad, las palabras no salían, no había manera de decirle que se alejara.

-¿Se encuentra bien srta?

Su voz era ronca, su cabello era castaño y crispado, su cuerpo estaba bien marcado y una barba en forma de candado hacia juego con su aspecto, sus ojos heran tan jodidamente hermosos.

-¿Srta. Que le pasa?

Las palabras no salían, el nudo en mi garganta me lo impedía, si hablaba sabía que las lágrimas saldrían con mayor intencidad.

-Esta bien, no me diga nada, sólo deje de llorar, es tan hermosa que suele verla así-.Extendió su mano hacia mi dándome un pañuelo, este llevaba las iniciales "J. G." Limpie mis lágrimas y le regale una pequeña sonrisa de boca cerrada.

-Gracias.

Se sentó junto a mi en el suelo sucio, arruinaria su perfecto traje hecho a la medida que seguramente le había costado una fortuna.

-El día es hermoso-.Asenti ante sus palabras, para él lo era, para mi sólo era un día tan mierda que me daba asco estarlo viviendo.

De sólo recordar lo que había pasado sentía más inmensas ganas de echarme a llorar un rato más.

-Soy José, un gusto Srta.

Estrechó su mano con la mía, esta era calida y transmitía paz, dándome consigo la tranquilidad que necesitaba.

-Kat.

-¿Planea usted regresar a casa?

-Si, en algún momento.

-¿A sido su novio?

Mi entre cejo se arrugo formando una cara de incertidumbre a su pregunta.

-¿A que te refieres?

-Me refiero a que estas así por un problema con tu novio.

Las lágrimas querían salir otra vez ¡Mierda! Porque no sólo lo olvidaba y ya.

-Lo siento, disculpe mi imprudencia, es sólo que-.Relamio sus labios y giro a mirarme, el color había inundado su rostro, podía ser el hombre que toda chica hetero quisiera-.Es sólo que no soporto ver a una hermosa chica llorar por un hombre.