4 | Alguien Nuevo.

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El Arte Del Perdón. II (Libro Dos)

Capítulo cuatro: Alguien Nuevo.

Sentí que las lágrimas hiban a salir de nuevo al escuchar el nombre de aquella mujer.

Sentía mis piernas como gelatina, quería gritarle a Charlotte una vez más pero debía contenerme por Ruth.

-Ruth ve a tu habitación, esto es entre tu madre y yo.

Ruth obedeció las palabras de Charlotte al pie de la letra, en estos momentos ya no era Charlie, ya no era mi amor, ya no era mi mujer, era sólo una persona que estaba ganando mi odio a pulso.

-Kat, no te pido que me perdones, no hay perdón mi amor...

-Callate-.Me dolía la manera tan descarada en que todavía me llamaba de esa manera, sentía que se rompía algo en mi de apoco-.Quiero el divorcio.

Su cara se convirtió en un mar de expresiones, el llanto salió con más facilidad y más abundancia, el rojo carmesí subió a su cara por el enojo, mientras sus manos se empuñaban por la furia.
Quería que me gritara lo que sentía también, quería que me dijera todo, pero sólo estaba callada hay, llorando y aguantando esa rabia que desbordaba.

-Los niños, ellos me importan.

-Esto es muy apresurado Kat, déjame explicarte.

-Un juez decidirá la custodia de ellos, Ruth, en cuanto a mi niña, ella es lo suficientemente madura para decidirlo, tiene 17 años.

Las lágrimas salían de mi, estaba lo más relajada que podía, superficialmente, porque por dentro estaba muriendo de a poco.

-¡Mierda! Déjame explicarte Kat.

Me quedé estática ante la manera que me había hablado, por primera vez hoy me había gritado por la rabia.

-No siento nada por esa mujer, creí que si, creí amarla, pero ahora que estoy a punto de perderte me doy cuenta de que no, te amo a ti Kat.

》Hace unos meses que la había estado viendo, la conocí en el trabajo y el primer día me acosté con ella, me duele decirle esto a la mujer que amo, tiempo después empezamos a salir, no sabía que Ruth sabía lo que tenía con Antonia pero por lo visto si, me siento la peor mierda-.Sus ojos tenían un color rojo intenso-.Ella sabía de ti, sabía de mis hijos, aún que fingia que no, ella me pidió que me alejara de ti, no pude Kat, porque te amo. Ella me dijo que vendría, y te diría todo, le dije, le implore, pero le importó poco.《

-¿Si tanto me amabas porque lo hiciste?-.Sentía que en cualquier momento caería al suelo, pero debía de ser fuerte, incluso después de saber que se metió con esa zorra el primer día que la conoció-.Tu no me amas, lo nuestro es monotonía, porque no le haces eso a alguien que amas.

-Perdón.

Callo al suelo de rodillas con sus delgadas manos en su rostro, chillaba, y una parte de mi quería decirle que dejará la impocresia para después, pero la otra sólo quería abrazarla y decirle que todo estaría bien, y que la amaba pese a todo.

-Es mejor que termine la comida, los niños están por llegar y no quiero que vean esta mierda.

Sufría por decirle eso, porque sabía que con eso le hacía daño, pero debía ser fría, ella no penso en cuanto dolor me hiba a provocar saber esto.

-Es mejor que vallas a limpiarte Charlotte.

-¿Kat?

Levanto su rostro en dirección a mi permaneciendo en el suelo, pero desvíe mi mirada, no quería verla, no podría ser fuerte ante su imponente mirada.

-Anda Charlotte.

Cuando salió de mi rango de visión me deje caer, me doblegue, rompí en llanto, por ella.

El Arte De Amar. Libro I & II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora