20 | Grandes Mentiras.

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El Arte De Amar.

Capítulo veinte: Grandes Mentiras.

El teléfono comenzaba a sonar, y el sueño profundo en el que había caído se estaba yendo de a poco haciendo que regresará a la cruda realidad.

'Hola.'

Tome el teléfonos a duras penas y presione responder sin siquiera ver quien era la persona tras esa llamada.

'Hola.'

Logre distinguir la voz de Matt, se notaba distante, y algo de disculpa.

'Hola.'

'¿Acaso podemos hablar?'

Me senté en la cama para poder escuchar mejor, necesitaba saber que había cambiado su acctitud.

' Si, dime.'

'No, por ese medio no, iré a tu casa.'

'Vale.'

La llamada terminó y la verdad es que estaba esperando con ansias el momento en el que escuchará el timbre eh ir en busca de Matt.
Me puse de pie y sólo recogí mi pelo en un moño, no veía necesario el producir tanto mi aspecto, al fin de cuenta no saldría de este lugar.

Habían pasado más de quince minutos y al fin había escuchado el timbre, baje las escaleras lo más rápido que pude, al bajar vi a mi hermano engullir los grandes labios rojos de una chica morena, pasando por un costado de ambos y sin siquiera notarlo.

Abrí la puerta y estaba él, Matt se veía afligido, sus ojos se notaban inyectados en sangre. Y su aliento que dejaba salir por la ligera abertura en su boca me hacía ver que había bebido.

'Pasa.'

Estábamos en la habitación, él permanecía acostado en la cama, yo sólo esperaba a que él dijera algo por su cuenta, no quería apresurar las cosas.

'Meredith.'

Lo escuché decir por lo bajo el nombre de, supongo yo que de esa chica.

'Salí con ella durante cuatro puñeteros años de mi vida, era la mujer que quería para mi, todo era color pastel en ese jodido mundo que ella inventó para mi, y es que hubieron muchas cosas.'

》Una de ella era el hecho de que tenía un hijo, un nene que no tiene culpa de nada, pero Kat, ella no mencionó nunca su existencia, se que dirás que soy un imbécil, y lo doy, no se como no me di cuenta. Luego está su trabajo, es, era, no se, sólo se que su trabajo era vender su cuerpo, no diré que es una cualquiera-.Las lágrimas caían por su rostro-.Porque no es así, de una forma u otra, pero ella sabía que yo podía ayudarla. Pero ella prefirió seguir en eso. Y luego, su maldita infidelidad, con el hijo de Puta con el que se encontraba hoy. No se como no pude ver todo eso. Me fui enterando de a poco, el nene, lo entiendo, pasa, podía criarlo como mío, no me importaba adoro a ese niño, y luego el trabajo, esta bien, hay necesidad, pero ella y ese estúpido. No pude, ya no. No era lo único, no, pero si lo que terminó por hacer mierda todo en mi.《

Lo vi cerrar su mano formando un puño hasta el punto en que sus nudillos se encontraban blancos, no podía más, creía conocerlo pero no, él estaba más destrozado que yo, y aún así sabía mantener esa positividad en su rostro, haciendo ver como si fuera la persona más fuerte en todo el mundo.

'No se que decir.'

No podía hablar, sentía que si lo hacía nada coherente saldría de mi boca, estaba sorprendida por todo lo que él me había dicho.

'No digas nada.'

No hice nada más y me acerqué a él, lo tomé entre los brazos, estaba frío, sus lágrima eran cada vez más y más grandes. Me abrazo como si el mundo sr hiba a acabar y por primera vez en todo eso sentía que tenía a un ser puro junto a mi, un ser que quería para mi.

Me separé un poco de él dejando nuestros rostros a tan pocos centímetros podía oler su alcoholizado aliento y su rica fragancia, de a poco nos fuimos acercando, no sabía lo que había pasaba pero se sentía bien.

Sentí sus labios en los míos. Eran suaves, se sentía bien, las lágrimas en sus ojos habían parado y su mano acunaba una de mis mejillas haciendo más ameno el momento.

Me separé de él dando por terminado aquel magnífico beso, eso ño debía haber pasado nunca, si, se había sentido bien, pero eso no era lo correcto, él estaba dolido y yo sólo era su vía de escape.

'Lo siento.'

Él fue el primero en hablar, se lo agradecía, sentía que de mis labios no saldría nada.

El Arte De Amar. Libro I & II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora