Capítulo 14 - En busca del traidor

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Sisath estaba reunida con sus amigos, los había citado en su cabaña al acabar la desafortunada reunión.

—Tenemos que encontrar al culpable —dijo ella con decisión.

—¿Y cómo vamos a hacerlo? —preguntó Ninwo.

—¡Como haga falta! —Exclamó ella un poco alterada. —Como si hay que preguntar a cada persona de El Santuario.

—También podemos usar magia para buscar pistas —propuso Ril•lien.

Ril•lien, Sisath y Threll poseían poderes mágicos, aunque la más entrenada y poderosa de los tres era Sisath, por eso la enviaban a buscar híbridos.

Uril y Ninwo, sin embargo, eran guerreros.

Lossie, en cambio, tenía magia únicamente curativa.

—¿Y los que no tenemos magia que hacemos? —dijo Uril con su usual seriedad. El chico llevaba dos dagas siempre en su cinturón, además llevaba oscuros ropajes de cuero y seda a juego con su cabello, de color negro azabache, y tenía los ojos de un extraño color plateado, que le aportaban misterio y lobreguez a su rostro.

—Vosotros encargaos de preguntar a las personas de toda la ciudad y buscad pruebas físicas. Nosotros nos repartiremos, yo buscaré pruebas mágicas y Ril•lien y Threll —dijo ella mirándoles y señalándoles —intentad entrar a donde está el cuerpo de Ammë y a ver si podéis analizar el tipo de magia con la que la asesinaron. Y, Lossie, Mmmm, tú vienes conmigo. ¿Todo claro?

—Sí, mi general —dijo Threll en modo jocoso, ya que la chica en un momento había cogido el liderazgo y mandado lo que todos tenían que hacer.

Sisath se avergonzó un poco de haber sido tan imperiosa, pero después de sonreír tímidamente, volvió a ponerse seria, miró uno a uno y cada cual asintió aceptando su misión. Después se dispersaron y comenzaron con sus mandados sin demora.

Ninwo y Uril se separaron, asignándose cada uno una parte de la ciudad. Ninwo se encargó de preguntar por la zona este, desde el templo hacia la derecha, la zona más pegada a las montañas. Uril, en cambio, se encargó de investigar por la zona oeste, la zona más cercana a la playa, por donde estaban sus cabañas, entre otras cosas.

Estaba claro que el culpable, al preguntarle, no iba a confesar "Sí, yo la maté" pero podían encontrar a alguien que hubiese visto u oído algo. Además podían comprobar las coartadas de cada uno, por si alguna en la que hay varias personas involucradas, no coincidiera.

Después de preguntar a todas y cada una de las personas que allí habitaban, no encontraron nada fuera de lugar, y a la hora de comer se reunieron todos de nuevo.

—¿Ha habido suerte? —preguntó Sisath nada más sentarse en la mesa del refectorio con los demás.

—Por mi parte ninguna novedad —dijo Ninwo.

Uril simplemente negó con la cabeza cuando la elfa pasó su mirada hacia él.

—Nosotros hemos podido entrar a la sala donde tienen a Ireth, hemos dicho que queríamos despedirnos de ella y, aunque pusieron algunas pegas, al final nos han dejado pasar, por suerte sin vigilancia —explicó Threll.

—¿Y bien? —preguntó Sisath con impaciencia.

—Hemos descubierto que la magia que la mató era magia oscura y venenosa. Aunque también tenía algunas contusiones en varias partes del cuerpo y unos profundos cortes por los brazos.

—¡Qué horror! ¡Pobre Ammë! —exclamó Lossie.

—¿Y vosotras habéis descubierto algo? —preguntó Ninwo.

Las crónicas de Fairiel [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora