Capítulo 26 - Tiempo acuciante

96 10 1
                                    



Al acabar su guardia, Khain fue a ver qué podía averiguar sobre los retenidos. Preguntó a algunos compañeros guardias, pero no tenían esa información. Solo los más cercanos a Vanikkan tenían esos conocimientos.
Por suerte para él, tenía lazos con alguien muy cercano a él...

—¡Hola Nathra! —dijo el chico al atravesar los dormitorios de la oscura, que estaban en la zona más fortificada de la ciudad subterránea y en un enorme caserío que parecía un castillo.

—¡Khain! ¿Ya acabaste tu guardia? —Le preguntó ella mostrando una sonrisa.

—Sí, justo ahora —contestó él.

—¿Y qué quieres? ¿Por qué me buscas? —preguntó ella con impaciencia.

—Bueno, por nada en particular, solo quería ver a mi primita favorita y decirte si te apetece estar un rato juntos y ponernos al día, ¡Que hace días que no nos hemos visto!

—¡Uy que melindroso! Me encantaría pero no puedo, estoy muy ocupada.

—¿Y eso? —preguntó el chico con presteza.

—Bueno, pues tengo que preparar todo de nuevo para salir mañana al alba —contestó ella mientras cogía algunas prendas y las metía en una bolsa.

—¿Como es eso? ¿Ya os volvéis a ir? —preguntó con curiosidad pero intentando no lucir demasiado interesado.

—Sí, no se lo digas todavía a nadie pero Vanikkan ya se ha hecho con el poderoso hechizo del que le habló el vituperado, el que ha creado el híbrido que trajimos.
Ha sido más rápido y fácil de lo que pensábamos. Ha ayudado mucho que tengamos a dos amigos suyos, sobretodo a la niña, se ve que la quiere mucho y amenazándole con torturarla delante de él puso mucho empeño y se esforzó en desmedida en cumplir diligentemente su tarea, ja, ja, ja.

Khain escuchaba a su prima atentamente intentando mantener sus facciones neutras.

—Total, que ya podemos deshacernos de los tres, serán ejecutados al alba a la vez que nosotros salimos hacia la ciudad de los elfos de luz, sin perder tiempo. Vanikkan quiere que ataquemos con nuestro casi todo nuestro ejército y nuestra nueva arma secreta. Después mi amado tiene el plan de destruir a los humanos, trolls, orcos, hadas y a cualquier otra especie hasta que solo queden elfos oscuros poblando el mundo entero —explicó ella entusiasmada y con felicidad en su rostro, mirando a su primo y gesticulando mucho con sus manos.

—Vaya... —dijo él consternado.

—¿Qué pasa? —preguntó ella levantando una ceja.

—No, nada, me parece excelente, ¡extraordinario! —disimuló él.

—Ja, ja, ja. ¿Es que quieres venir? Puedo hablar con Vanik y que te admita en nuestras filas de ataque, seguro que le convenzo.

—Me encantaría, pero alguien fuerte se tiene que quedar en casa por si acaso.

—Sí, eso es verdad, bueno te dejo que me están esperando —dijo ella justo antes de darle un tierno abrazo. Le tenía mucho aprecio a su primo.

—Ten cuidado y diviértete primita.

Ella asintió y salió con sus bártulos a toda prisa.

Khain fue rápidamente, aunque sin llamar la atención, hacia su casa. Algunos conocidos le saludaron pero siguieron a lo suyo y no le retrasaron en su camino.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las crónicas de Fairiel [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora