Capítulo 39 - Todos (útimo capítulo)

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—¿Qué estás diciendo? —preguntó Fairiel.

—¡Tenéis que venir, todavía está aquí! —gritó la anjana nerviosa y asustada.

—¿Pero quién? —preguntó Fairiel.

—¡Venid rápido, no hay tiempo para explicaciones! —dijo la anjana mientras señalaba el portal que todavía estaba detrás de ella. Tenía el tamaño de una puerta pero ovalada y con extrañas luces violetas y otros tonos fríos en movimiento.

Fairiel miró a Ainur y al resto del grupo y todos asintieron. Se pusieron sus armaduras los que no estaban preparados, cogieron sus armas y entraron rápido por el portal uno detrás de otro, entrando la anjana la última y cerrándose el portal tras ella.

Fairiel salió del portal la primera, sentía las tripas revueltas y se le revolvieron más al mirar a su alrededor. Estaba en el mundo de las hadas, en el castillo de las anjanas donde ya estuvo la otra vez. A su alrededor habían decenas de anjanas tiradas por el suelo junto a charcos de sangre, con sus ropajes blancos, plateados o dorados teñidos también de rojo.

Fairiel se giró a mirar cómo todos iban apareciendo por el portal.

—¡Leilah! ¿Quién ha hecho esto? —le preguntó Fairiel a la anjana cuando apareció.

—Es una elfa oscura, ha venido junto a un centenar de criaturas y demonios. Creemos que ella tiene el hechizo de tu hermano. Con él también pudo crear un portal para llegar hasta aquí... y Lilithia... ella es... era muy poderosa y la intentamos proteger pero... esa elfa oscura parece invencible —explicó la pequeña sollozando.

—Tranquila —le dijo Fairiel acercándose más a ella y colocando su mano en el hombro desnudo de la anjana. —Vamos a acabar con ella.

—La oscura... ¿Tiene un ojo color carmesí y otro dorado? —preguntó Khain con temor.

—Sí —afirmó la anjana.

—Ahora entiendo todo... —habló Khain hacia su pecho. —Noté que era muy poderosa, más que antes —explicó a los demás.

—No perdamos más tiempo, más anjanas están muriendo —expuso Leilah.

La conversación terminó y se dirigieron a la sala del trono a toda prisa.

Allí el panorama era parecido, cadáveres por todos lados. En el centro de la sala estaba el cadáver de la reina junto a algunos cuerpos más, y justo detrás estaba Nathra a punto de pasar a través de lo que parecía ser un portal de teletransporte como el que abrió en el desfiladero, y era de color oscuro, como su alma.

Dos hadas que estaban discretamente a los lados de la oscura se lanzaron hacia esta. Mientras luchaba contra una de ellas, la otra, desde cierta distancia, lanzó un hechizo contra el portal y empezó a cerrarse, haciéndose más pequeño. Sin embargo la oscura sacó una daga y se deshizo a una velocidad increíble de la primera, después lanzó una flecha hacia la otra justo antes de que se cerrara el portal y volvió a agrandarse poco a poco hasta que recuperó su tamaño.
Las dos hadas yacieron inmóviles en el suelo.

—¡NOOO! —gritó Leilah alargando su grito de dolor.

Se acercó un poco y vieron cómo ahora ella intentaba cerrar el portal. Apuntaba hacia él con su varita y un rayo de color dorado salió de ella hasta colisionar contra el óvalo luminoso.

Todos se acercaron y cuando vieron que Nathra iba a atacar a Leilah, Nacilë le lanzó una flecha que la obligó a saltar hacia un lado para esquivarla.

Las crónicas de Fairiel [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora