Las llamas no tardaron en invadir el laboratorio. La única salida había sido bloqueada.
—¿Por qué lo has hecho? —pregunté retrocediendo hacia el interior.
—No hay ningún lugar al que escapar. Toda mi vida está entre estas paredes. No hay otras oportunidades para mí fuera de esta isla.
— Pero ésta no es la mejor forma—agarré a Paula del brazo y la conduje a otra sala alejándola de las llamas -. Has acabado con todo y vas a arrastrar a tu hija contigo. Ella no es culpable de tus actos.
Ya no había vuelta atrás. Todo estaba perdido.
Robert dedicó una mirada de arrepentimiento a su hija.
— Vosotros no debíais estar aquí — dijo siguiendo nuestros pasos —. Sólo yo debía hundirme en este barco.
—¿Y qué pretendes que hagamos ahora?
Robert se quedó pensativo. No pretendía que su hija sufriera por todo el mal que él había hecho.
— ¡Seguidme! — ordenó entrando en otra sala.
Seguimos sus pasos. Puede que hubiese otra salida para escapar del faro y de todo aquel infierno. Pero nos condujo hasta la sala de operaciones. Entramos y Robert cerró la puerta tras nuestros pasos, quedándose al otro lado.
— ¡Quedaos ahí! —gritó para que pudiésemos oírle —. Las llamas no atravesarán esta puerta blindada.
— ¡Papá! — Paula golpeaba la puerta con fuerza e intentaba abrirla, pero el código la bloqueaba - ¿Qué pretendes? ¡Abre la puerta! Entra aquí con nosotros —. Su desesperación se convirtió en llanto.
— ¡Cuida de ella!— me pidió —. ¡Sé que eres el más indicado para hacerlo! — observaba su rostro tras el pequeño cristal. Parecía contento a pesar de todo —. ¡Me alegro de que ella te haya conocido!
— ¡Papá! ¡Entra aquí!
Agarré a Paula y la separé de la puerta para evitar que se lastimara.
— ¡Adiós, cariño! ¡Espero que algún día llegues a comprender todo lo que he hecho aquí y llegues a perdonarme!
— ¡No, no! ¡No digas eso!
Por un momento llegué a comprender las intenciones de aquel hombre y su arrepentimiento justificaba el no querer salir de aquella isla.
Debía alejar a Paula para que no fuera testigo de la muerte de su padre y el recuerdo le atormentase por el resto de sus días.
—¡Papá! — seguía gritando ella — ¡Vuelve! ¡Ven conmigo!
La muerte había hablado y daba su merecido a todos los que habían conspirado en esa isla. Estaba equivocado al pensar que nos buscaba a nosotros. El destino tenía otro plan preparado para los que atentaban contra los sentimientos de otras personas.
La muerte del padre de Paula sería el final para toda esta historia y todo volvería a su cauce, un nuevo comienzo.
Observé tras el cristal como el hombre se aventuraba hacia las llamas.
Estudié las lágrimas de Paula y todo el sufrimiento que esto le provocaba.
Llegué a la conclusión de que no quería ver a una Paula vivir con el sentimiento de culpa, con el dolor clavado en su corazón.
Toda esta historia se volvería a repetir.
Ella viviría con el pesar de haber perdido a un padre.
Igual que padecieron los padres del pequeño Mathew tras su muerte.
Ellos sólo querían encontrar la forma de superar la pérdida y no sufrir más dolor.
Paula tendría que encontrar la forma de superar el duelo y seguir adelante.
Entonces tecleé el código que abría la puerta y me adentré al infierno envuelto en llamas en el que aquel laboratorio se había convertido.
En cuestión de segundos estuve de vuelta con Robert y cerramos la única salida de aquella sala donde nos encontrábamos, evitando su muerte, regalándole otra oportunidad para vivir, con la esperanza de que la muerte pasara de largo y se consumieran las llamas que amenazaban con llevarse nuestras vidas.
Paula y Robert se abrazaron entre sollozos, mientras el hombre me dedicaba una mirada llena de agradecimiento.
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De vuelta [Terminada]✔
Mystery / ThrillerPaula ha desaparecido. No hay rastro de ella en toda la isla. Nadie la ha visto, nadie sabe dónde puede estar y sólo Jim quiere traerla de vuelta antes de que le pueda suceder algo malo. ☆Descubre la historia que está cautivando a miles de lectores...