De vuelta [Terminada]✔

24. Hola Paula

La situación se había vuelto bastante complicada. Estaba siendo amenazado con un arma mientras mi principal sospechosa se volvía a escapar.

— Tengo que salir un momento — expliqué moviendo mis pies muy lentamente hacia la puerta—. Hay algo importante que debo hacer ahora mismo.

— No creo que necesites eso precisamente — respondió John —. ¡No te muevas!

Se me helaron los pies. Lo último que necesitaba era acabar la historia con una bala entre ceja y ceja.

— Quiero hablar con Elsa — seguí explicando —. Luego puedo volver otra vez aquí si quieres.

John se movió sigilosamente hacia la puerta para obstruir mi camino sin dejar de apuntarme.

—No vas a ir a ninguna parte. Creo que ya has causado bastantes problemas.

— No es necesario que apuntes con tu arma, John —intervino Sofía.

— Déjalos—dijo Paul —. Esto ya no es asunto nuestro.

— ¿Me has traído tú hasta aquí, Paul? — pregunté intentando desviar la conversación e intentar que John no se centrara sólo en mí. Quizás así encontraría una vía de escape.

—Sí. Fue una suerte encontrarte allí antes de que la marea te arrastrara —su voz sonaba nerviosa.

—¿Y cómo sabías que estaba allí? — seguí interrogando mientras intentaba dar un paso y otro hacia la ventana por donde había visto la silueta de Elsa pasear bajo su paraguas huyendo de la tormenta.

— Vi cómo salías de la casa de Paula y me pregunté que pretendías hacer con la que estaba cayendo.

—¿Aún no te has dado cuenta de que Paula ha desaparecido? — insinué dando otro pequeño movimiento hacia la ventana —. ¿Vais a decirme ya dónde la tenéis?

Mi acusación le pilló desprevenido. Se llevó las manos a la cabeza y giró sobre sus pasos.

— ¡No digas ni una palabra más, chico! —gritó el policía que agitaba su pistola para asegurarse de que yo centraba mi mirada en ella —. Vas a venirte conmigo sin poner resistencia.

— ¿Dónde me vas a llevar? —pregunté. Ya casi estaba al lado de la ventana. En un descuido saltaría a través de ella. Esperaba que funcionase sin hacerme mucho daño pues luego tendría que correr muy rápido, y mi perseguidor llevaba una pistola con la cual podría pararme a distancia —. ¿Me vas a llevar con Paula? ¿Es eso? Perfecto, porque soy el primer interesado en saber dónde está.

—¡Te advertí sobre esto! — gritó enfadado —. ¡No debías haberte involucrado tanto!

—Relájate, John — intentó apaciguar Sofía.

—¿Que me relaje? — giró su rostro hacia ella sorprendido. Aproveché para acercarme más a la ventana—. ¿Que me relaje? Eso estaría haciendo ahora mismo si este niñato no hubiera metido las narices donde no le toca.