Nada peor que verse metido en una pelea con un loco y en la oscuridad. O más bien, no verse, pues la luz se había esfumado y no se podía ver nada en esa pequeña cocina.
El instinto hizo que Jim se pusiera en posición de defensa, preparado para recibir cualquier ataque y poder contraatacar. Agudizó el oído buscando a su adversario en la oscuridad que le rodeaba.
— No tengas miedo — susurró el desconocido.
La voz provenía de su derecha y acto reflejo se giró hacia ella.
—No voy a hacerte daño — ahora sonó a su izquierda.
Jim advirtió que aquel extraño estaba jugando con él y que dicho juego tenía que ganarlo él mismo.
— Qué bonita es la noche cuando todo está apagado y en silencio— el desconocido parecía alejarse.
Jim aprovechó para acercarse hacia la puerta trasera. Si conseguía algo de luz obtendría ventaja.
—La vida de aquella chica también se apagó, ¿sabes? —murmuró—.Era tan joven... Lo que le pasó no tiene explicación.
Se dirigía a la derecha de la habitación. Jim retrocedía sabiendo que detrás tenía la puerta de salida. Escuchó un tintineo metálico y recordó los cuchillos que habían cerca. Si había cogido alguno no podría hacerle frente. Apretó los puños como si eso pudiera darle más fuerza y poder pegar más fuerte.
—Y esa otra pareja... —el sonido de su voz parecía confundirse con la oscuridad. No podía saberse con exactitud su procedencia, como si estuviera hablando mirando al techo, lo que hacía rebotar el sonido en cualquier dirección —. Sucedió de la misma manera. Lo descubrí antes de que me lo hicieran a mí.
Jim no atendía a la conversación. Se preocupaba de llegar a la salida cuando de repente su espalda dio contra la puerta descubriendo su posición. Permaneció en silencio un momento analizando la reacción del intruso cuando un rayo iluminó con su fugaz luz la pequeña cocina dónde antes se encontraba. Gracias a eso pudo descubrir la posición de su adversario. Había ganado distancia y eso le beneficiaba. Buscó a tientas el pomo de la puerta tras su espalda para abrir.
—Ahora necesito esas putas pastillas para calmar el dolor— gruñó en la noche—. He venido a por esas pastillas y solo te encuentro a ti.
Por fin consiguió abrir la puerta, pero lamentablemente, del exterior no surgió ninguna luz que pudiera iluminar el escenario. Toda la isla estaba a oscuras. La tormenta que avanzaba lentamente hacia ellos daba sus primeros indicios cortando la electricidad de toda la zona.
—Necesito ver a Elsa —Jim se sentía aliviado al sentir de nuevo el sonido de la voz aun lejano— . No puedo dormir. Necesito tomármelas.
La neutralidad en la voz seguía sin mostrar signos de ira o enfado. Era difícil intuir el estado de ánimo en el que se encontraba aquel individuo y eso desconcertaba a Jim.
Podría haber huido y ponerse a salvo, pero necesitaba obtener más información.
— ¿Dónde está Paula? —se atrevió a preguntar.
—¿Las tiene ella? — contestó con otra pregunta — ¿Las tienes tú o las tiene ella?
—Sólo dime dónde está y luego tendrás tus dichosas pastillas— quizás presionándolo un poco dijera alguna pista sobre el paradero de la chica.
No hubo respuesta y eso alteró a Jim que agudizó de nuevo el oído esperando escuchar pasos moviéndose en la casa. Nada. Adentró su cuerpo para escuchar mejor. Nada. Giró la cabeza para probar con el otro oído. Nada. Era como si se hubiera evaporado.
—¡Dame las putas pastillas! — el grito surgió de la nada a un palmo de su rostro a la vez que fue empujado con fuerza hacia atrás.
La espalda de Jim golpeó con fuerza el suelo del exterior de la casa. Trató de levantarse de forma ágil rodando hacia atrás aprovechando el impulso del empujón. Volvió a colocarse a la defensiva. No podía permitirse otro descuido igual. Ahora se encontraban fuera. No había dónde esconderse.
—Dicen que si amenazas a un niño en la oscuridad es capaz de mearse encima — murmuró girando en círculos alrededor de Jim —. ¿Te lo vas a hacer tú?
Un breve destello iluminó el lugar donde estaban. Pensó que debía tratarse de otro rayo, pero advirtió a lo lejos que el faro seguía encendido. Sería algún mecanismo de seguridad. Sólo debía esperar a que diera la vuelta otra vez y pudiera ver a su enemigo.
—¿Vas a decirme dónde está Paula? — intentó ganar tiempo.
—¿Sabes? Te estás poniendo pesaico con esa chica — el sonido seguía dando vueltas en la oscuridad. Ahora, además, escuchaba sus pasos en la hierva que sonaban apresurados, nerviosos, dibujando un círculo a su alrededor.
Bingo. La luz iluminó a su adversario. Ya sabía su posición. Ahora debía intuir la trayectoria siguiendo el sonido de los pasos. Tenía poco tiempo y una sola oportunidad. Se giró cuando éste se encontraba tras su espalda y aprovechó el movimiento para coger fuerza y propinar un buen golpe. Pero no encontró nada. Su puño golpeó al aire. Los pasos a su vez dejaron de sonar. ¿Dónde estaba? ¿Dónde se había metido?
—¿Me buscabas?— la voz sobresaltó a Jim al escucharla detrás de su oreja.
Se giró y volvió a dar otro golpe que del mismo modo abanicó en la oscuridad. Cuando sientes que el atacar no es tu mejor movimiento, el cuerpo se prepara para recibir el golpe. Éste llegó desde su derecha, pero solo fue un empujón que le derribó al suelo.
—Eres tan lento... — seguía murmurando el extraño —. No me extrañaría que esa chica ya estuviera muerta. Si tiene que esperarte a ti...
La provocación hizo que Jim sobresaltara enfadado y volviera a pegar a la oscuridad. Esta vez sí consiguió impactar con algo, pero era la mano de su enemigo que aferraba su brazo en el aire.
—Recuerda — le susurró —, si tardas en encontrarla, puede ser que ella ya no vuelva a sentir lo mismo por ti.
Forcejeó hasta conseguir librarse, preparado para golpear con el otro puño. De repente, la luz de la isla volvió a cobrar vida, iluminando una zona donde su puño debería haber golpeado a su adversario, la cual se encontraba vacía. Miró a su alrededor y no encontró a nadie.
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De vuelta [Terminada]✔
Mystery / ThrillerPaula ha desaparecido. No hay rastro de ella en toda la isla. Nadie la ha visto, nadie sabe dónde puede estar y sólo Jim quiere traerla de vuelta antes de que le pueda suceder algo malo. ☆Descubre la historia que está cautivando a miles de lectores...