Laura es una chica que tenía una vida relativamente normal hasta que nota actitudes raras de su padrastro.
Vive en las cadenas de Pablo, Recibe malos consejos y sufre miles de decepciones, su vida no podía ser peor, pero llega algo o mejor dicho alg...
-¡Sorpresaaaaaa!.- Mire a todos lados, estaban todos mis amigos y familiares, busqué con la mirada a Ryan y cruzamos miradas, me mostró su enorme sonrisa y dejé de sostener su mirada al sentir el gran abrazo que me dio Paloma.
-Feliz cumpleaños hermosa!! Perdón por dejarte botada en el centro, era parte del plan, en realidad conocía hace un tiempo a Esteban, espero no te moleste que lo traiga acá.-Me soltó de su agarre.
-No te preocupes Paloma, Gracias por todo.-Noté por el rabillo del ojo que Ryan se acercaba a mi mientras Esteban se acercaba a Paloma y la abrazaba por la cintura, los miré con ternura y una electricidad recorrió mi cuerpo al sentir los cálidos brazos de Ryan rodeándome y luego sus labios en mi mejilla con ternura.
-Feliz cumpleaños princesa.-Pude sentir como mis mejillas ardían.
-Gracias Ryan.-le devolví el abrazo y me separé de él al escuchar a Paloma.
-Ve y saluda a todos y luego te acompañare para que te arregles y te cambies de ropa.-
-Nosé que ponerme.-Dije alzándome de hombros.
-¿Crees que tu amiga te dejaría estar en tu fiesta así sin comprar nada?.-Dijo con una sonrisa zocarrona.
-Te amo.-Dije y comencé a saludar a todos.
***
-Abre tu armario y saca la sorpresa que te compré.- Dijo paloma sentándose en mi cama.
Me acerqué al armario ansiosa y abrí una puerta de este, ví un hombro con una camisa roja.
Pero que...?
Abrí rápidamente la otra puerta y mi boca formó una gran O.
-¡Daviiiiiiiiiiiiid!.-Me abalancé sobre el para abrazarlo.-¿Que haces aquí?.-Dije soltándolo con una gran sonrisa.
-Vine solo por tu cumpleaños, mañana vuelvo a Inglaterra, ya tengo amigos allá.-Dijo ajustando sus gafas sonriente.
-Se te ha extrañado mucho aquí, se siente muy raro cuando no estas... He visto a maría un poco rara desde que te fuiste.-Note como las mejillas de David se sonrojaban.
La atracción entre ambos se nota demasiado, aunque los dos no lo reconozcan ni se atrevan a decirse la verdad, pude notar la tristesa de maría aquel día de la despedida, es obvio lo que sienten ambos y no pienso quedarme de brazos cruzados.
-Bueeeeno Yo me voy para que te vistas.-Dijo mientras salía por la puerta de mi habitación.
En cuanto David se fué Paloma se levantó de un brinco y sacó una bolsa grande de mi armario.
No puede ser...
En el momento en que Paloma mostró mi vestido me abalancé sobre ella, realmente conocía mis gustos y este es el vestido que siempre he querido.
El vestido era blanco por arriba con buen escote y una figura hermosa en la espalda, apretado en la cintura y suelto hacia abajo por arriba de la rodilla, de color celeste hermoso.
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Luego de colocarme el vestido Paloma no dejó que me viera en el espejo, quería que me viera cuando este totalmente lista.
Comenzó con el pelo a rizármelo rápidamente, pues es casi lo único que sabe hacer con el pelo y luego me hizo un maquillaje con colores cálidos que combinan con el vestido, se demoró menos de 30 minutos, Paloma es irremplazable.
Una vez lista me miré al espejo y realmente es la vez en la que me siento mas hermosa que nunca, siempre me he tenido poca confianza pero realmente Paloma a trabajado muy bien en mi, nunca imagine que me harían una fiesta sorpresa y tampoco que me daría un vestido.
-Falta una cosa más.-Dijo con los labios apretados.
Fruncí el ceño y ella sacó su cabeza por la puerta de la habitación.
-¡Ryaaaaaaan!.-
-Q-que haces paloma.-Dije abriendo mis ojos de par en par.
Al rato Ryan entró en la habitación y se quedo quieto mirándome, su expresión seria se volvió hermosa cuando comenzó a mostrarme su sonrisa con sus hermosos ojos brillantez.
Fruncí el ceño mientras le sostenía la mirada, Ryan sacudió su cabeza.
-Estas hermosa.-Sentí como ardían mis mejillas mientras el se acercaba a mi y me entregaba una cajita envuelta en papel de regalo.
Lo miré sonriente y abrí la cajita, dentro de esta habían 2 cadenas, una decía "Sin" y otra decía "Limites"
-Sin limites...-Susurre aún con la sonrisa en mi rostro, me dieron ganas de llorar, pero tuve que aguantar las lagrimas para no arruinar el maquillaje.
Ryan sacó la cadena que decía "Limites" y se acercó a mi para rodear mi cuello con la cadena.
Cuidadosamente levante mi cabello y él pudo colocar la cadena.
Traté de hacer mi sonrisa un poco mas pequeña, pero era imposible, el me hacía demasiado feliz.
Luego tomé la otra cadena y la coloqué al rededor de su cuello.
Paloma nos interrumpió entrando en la habitación.
-Laura te están esperando, bajen.-Esta me tomó de la muñeca y me arrastró hacia la sala.
