JESSIE
Me siento nerviosamente en la silla del despacho mientras ella se dirige hacia su asiento.
- Hola, ¿cómo te encuentras hoy de ánimos? – me pregunta educadamente
– bueno, hoy Laura, no tengo muchos ánimos para nada, me encuentro triste y pensativa, preocupada por mi novio –
se queda mirándome y apuntando algo que no distingo en su folio y me dice
-- ¿qué es lo que te pone triste? ¿qué te preocupa de tu novio? —
me quedo mirando mis piernas sin saber cómo empezar y noto como me empiezo a poner nerviosa y se humedecen mis ojos.
Ella rápidamente ante mi reacción busca debajo de la mesa los pañuelos y me los acerca a mi parte de la mesa, cojo uno y rápidamente me seco los ojos como puedo, decido hablar sincerándome con ella como puedo.
- Llevo varios años con mi novio y no sé si estamos bien porque cada fin de semana que voy a verlo a su pueblo acabamos discutiendo y ya no sé si puedo soportarlo más. –
ella me mira sorprendida y se acerca un poco más hacia mí, intentando romper esa barrera de la mesa que nos separa viendo si puedo sincerarme más con ella y consigue averiguar que me sucede exactamente.
- ¿Como surge las discusiones? ¿por tu parte o es él el que empieza la discusión? y ¿porque vas todos los fines de semana a su casa? ¿el no puede venir a la tuya en la ciudad? – se queda mirándome ante mi contestación.
- Las discusiones surgen ante actos que yo hago mal, y acabo pensando que yo siempre tengo la culpa de todo y soy una mala novia. Lo de ir a su casa todos los fines de semana es porque él no tiene dinero para venir a verme y coger el autobús, la madre trabaja entre semana y no llegan a final de mes.
-
- ¿Qué actos son los que tú crees que haces mal? Ponme un ejemplo reciente para entenderte mejor. Comprendo entonces que la madre de él no suele darle nada de dinero. Aunque ¿Él no podría pedirle a la madre, aunque sean 5€ para un viaje de autobús a tu ciudad? – Se queda esperando que yo decida contestar cada vez indagando más en el tema.
- Este último fin de semana se molestó porque no le di las buenas noches, me quedé dormida rápidamente y al día siguiente ya tenía tres mensajes suyos diciéndome porque no le había contestado, que me olvidara de hablarle en todo el día porque yo la noche anterior no le hablé.
Espero entre sollozos que ella me diga algo, mientras me cuesta cada vez más profundizar en el tema, pero decido seguir hablando esperando que ella en algún momento me corte para darme su punto de vista.
- Creo también que la madre no quiere darle dinero porque tanto para ella como para él es más cómodo que yo viaje hasta su ciudad que, al contrario. Ya estoy acostumbrada a esa situación.
Ella me observa ante mis contestaciones con interés y sigue apuntando en su hoja cada vez que termino una frase. Entonces ante un silencio de varios segundos decide actuar.
- Pienso que tu novio se está aprovechando de ti, y no tomes mis palabras como un ataque hacia ti, estoy completamente segura que tanto el y la madre les conviene más que tus vayas a tu casa, primeramente, para el no tener que moverse, tiene una actitud de indiferencia hacia ti.
- Porque si le importaras iría donde tu estuvieras y sacaría el dinero de entre las piedras si hiciera falta, pero no es el caso.
- También considero que su actitud de autoridad hacia ti no es buena, ya que te controla haciendo que tú tengas que decirle en cada momento que haces y te obliga sin que tú te des cuenta a darle explicaciones por todo. Creo que es un controlador llevando a una mala relación, y perdona por lo que te digo, es TÓXICA.
Me quedo un segundo recapacitando lo que dice, pero pienso que solo me lo está diciendo para que lo deje, yo lo quiero y después de todo el tiempo que llevamos no me vería sola de nuevo, no podría soportarlo, ahora no.
Sigo entre sollozos pensando que debo hacer y le pregunto:
- ¿Qué debería hacer para salvar la relación? Yo quiero estar con él.
Me mira buscando una solución que ella misma sabe que no llevará a ninguna parte, pero intenta por todos los medios darme esperanzas porque comprende que estos momentos me siento vulnerable, destrozada y sufriendo por dentro.
Decide actuar y vuelva a escribir en su folio palabras que reconozco al intentar leer entre líneas como "última oportunidad".
- Mira creo que la única manera para que buena relación sane desde dentro deberías hablar con el seriamente y no comentarle que has hablado conmigo sino que has estado recapacitando seriamente, que piensas que la relación se encuentra estancada, que hay monotonía, que por el bien tuyo, tanto psíquico como personal, y el bien de él, si te quiere y sabe comprender, lo entenderá, y sabrá esperar. Todo esto te lo digo porque creo que la única solución en estos momentos es que "os deis un tiempo" el uno sin el otro.
Sanarás, sabrás que pasado ese tiempo si lo has echado de menos y lo extrañas querrás volver a su lado y si a él le pasa lo mismo, verá que te necesita y volveréis a estar bien.
Me quedo atónita ante lo que acaba de decirme, la miro medio asustada, no por ella sino porque se cómo se lo va a tomar él. Entonces vuelvo a hablar con ella.
- Creo que no es buena idea, le sentará mal seguro- le digo entre lloros.
- Sabes que no hay otra solución, porque si no hacéis esto a tiempo, os dais el tiempo que necesitáis para sanar buena relación, acabareis mal y la relación terminará contigo. – me dice seriamente.
Asiento y decido que voy a hacer lo que ella cree que es mejor para mí, aun sufriendo por las consecuencias de tal acto, entonces escucho el timbre de la puerta y veo desde la ventana a mis padres esperando fuera. Ella se queda en su sitio y me dice.
- Sécate las lágrimas, te daré unos minutos, y luego aré pasar a tus padres para que sepan que está pasando, pero tranquila no les contaré todo tal y como me lo has dicho.
Pasan dos minutos y veo como mi sicóloga se levanta, yo rápidamente guardo todos los pañuelos en mi bolsillo del chaquetón para que mis padres no vean que he estado llorando. Entran y se sientan a mi lado, esperando una breve charla de mi sicóloga.
- He estado dialogando con vuestra hija durante la hora y media que ha pasado aquí conmigo y os tengo que decir que ella en estos momentos no lo está pasando muy bien, tiene muchos problemas en su cabeza, necesita pensar y ordenar sus prioridades y decidir cuál es la mejor opción para estar bien con ella misma , sanar tanto exterior como interiormente y espero que sabréis como debéis tratarla, no le metáis prisa, ni tampoco le preguntéis que le preocupa, ella ya es adulta para saber lo que tiene que hacer y cómo solucionar sus problemas, pero si os necesita estaréis con ella, comprendiéndola y apoyándola ante todas las decisiones que le esperan.
Mis padres asienten casi sin imaginarse que es lo que pasa, pero comprendiendo que no deben meterse si yo no quiero contarles que me sucede.
Entonces me despido de mi sicóloga con un abrazo y me dice mientras mis padres se alejan de mí hacia el coche...
– Espero que me tengas informada de que decides hacer, ya sabes que me puedes llamar si tienes alguna duda o simplemente quieres hablar, estoy para ayudarte.
Asiento y la saludo alejándome en dirección al coche.
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Hacia mi luz
RomanceNo lo podía creer, estaba en una nube, me temblaba todo el cuerpo y sentía como esas mariposas que llevaba tiempo sin experimentar volvían a mi interior, y me hacían vivir de nuevo. Esos segundos que pasaron se convirtieron dentro de mí en minutos q...