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JESSEI

Una vez dentro me pongo el cinturón y me preparo para una hora y media de trayecto hasta mi ciudad y mi casa. Mientras cogemos la autovía cojo el Ipod y vuelvo a lo único que me distrae, mis canciones, aunque hoy no consigo quitarme de la cabeza la charla que hemos tenido tan intensiva.

Qué debo hacer, sé que a él le molestará mi actuación y me echará la culpa de todo como siempre pero no me queda otra, si quiero mirar una vez hacia mí no hacia él, decido por mi misma que actuaré según me ha indicado ella, y cuando vaya este fin de semana a su casa le diré que es buen momento para darnos un tiempo para pensar que queremos ambos y si me quiere como dice mi Psicóloga sabrá esperar y comprenderme. Me sale una pequeña risa al pensar que lo comprenderá y decido que el tema está zanjado en mi cabeza y paso a otros temas que me preocupan, ya que cuando llegue a mi casa tengo que ponerme a estudiar para un examen de Ingles que tengo el viernes.

Una vez en casa, me decido a lo que me queda de la tarde a repasar para el examen del viernes y sobre las 19:15 horas recibo un mensaje en mi móvil de Félix.

19:10 horas Félix - ¿Cómo ha ido la tarde con tu psicóloga?

Decido que no es bueno comentarle todo y prefiero resumir que todo ha ido bien.

19:25 horas – Ha ido bien la tarde, le he explicado a la sicóloga que tengo examen este viernes y me ha dado algunas técnicas de relación y aprendizaje rápido para llevarlas a la práctica.

Creo que no es buena idea sacar el tema de darnos el tiempo a la relación y espero a que llegue el viernes por la tarde para actuar y ser valiente tanto por mí como por él.

En los días que quedan hasta el viernes apenas hablamos para contarnos que hacemos cada uno en sus casas, sabe que tengo que estudiar mucho para aprobar.

Llega el temido viernes y voy al instituto con nervios tanto por el examen de inglés como porque después iré al pueblucho muerto otra vez para tener la charla que tanto miedo tengo de empiece.

Hago el examen y medianamente me sale bien, hablo con mi amiga Rosa que también acaba de terminar el examen y nos decimos como nos ha ido en el examen, ella se le da mejor que a mí los exámenes de inglés, es bastante buena. Dialogando sobre las respuestas, me doy cuenta que he respondido algunas respuestas mal, pero aun así pienso que estará aprobado.

Pasa la mañana y en la hora del recreo decido que es buen momento para hablar con Rosa, y comentarle el paso que voy a dar con Félix. Le comento como me fue el martes con la sicóloga, que decidimos que la mejor opción era este fin de semana hablar con él y darnos un tiempo. Rosa se sorprendió y me dijo que era muy buena idea, ya que también notaba como la relación me estaba haciendo daño y que no podía seguir de esta manera.

Llega la hora de salir de clases y me despido de mi amiga que me dice...

- ánimo, sabes que puedes hacerlo, ya me contarás cómo ha ido la tarde.

Le contesto con un abrazo y me termino de despedir con un saludo desde lejos alzando la mano y ella me lo devuelve, me pongo en marcha con dirección al autobús.

Una vez en la parada, busco la tarjeta en mi bolso y pocos minutos después monto en el autobús con dirección al pueblucho muerto. Cojo el móvil y le mandó un mensaje a Félix diciéndole que ya voy para allá.

No me contesta, pero sé que lo ya recibido y leído.

Después de 30 minutos en el autobús llego a mi parada y me encamino con dirección a su instituto, lo veo desde lejos y lo saludo para que se acerque.

- Hola Félix, ¿llevas mucho esperando? – le pregunto casi sin voz y acalorada por lo rápido que he ido en su busca.

- Félix: si, llevo 10 minutos esperándote, ya era hora que vinieras.

Le cojo de la mano y respondo aclarando la garganta por la fatiga de las prisas.

- Lo sé, es que el autobús hoy ha tardado mucho y no he podido llegar antes.

Nos encaminamos hacia su casa, pero primero pasamos como siempre por el supermercado para poder comprarme algo de comer. Cojo una ensalada como siempre y la pago.

Subimos a su casa, suelto el bolso, me acomodo cambiándome la ropa y poniéndome un pijama de los suyos.

Nos dirigimos a su cocina y me preparo la ensalada, el mientras coge un táper del frigorífico y calienta las albóndigas en salsa que su madre le ha preparado exclusivamente para él.

Comemos mientras me explica cómo le ha ido la mañana en las clases, y yo asiento ante todo lo que él me va explicando. Pasa un rato y no me pregunta por mi examen así que decido que es buen momento para decirle que lo he hecho y como me ha salido.

- Hoy hice el examen de inglés, ¿Recuerdas? – Me mira casi sin ninguna reacción y me contesta.

- ¿Cómo lo has hecho? Porque después de tanto tiempo estudiando casi sin apenas verme ni hablarme tendrás que haber sacado un diez mínimo.

Noto su aire de protagonismo y desprecio ante mí. Decido contestar.

- Me ha salido bien, pero no se la nota todavía, supongo que la semana que viene la sabré.

Espero unos segundos y como no me sigue la conversación decido actuar y pasar a la acción con lo que me dijo mi psicóloga.

- Una cosa querría decirte que llevo unos días pensando.

Me mira, intrigado y me dice:

- ¿de qué se trata?

Respiro hondo y casi sin voz actuó a pesar de lo que se me viene encima.

- He pensado darle un tiempo a nuestra relación....

Entonces escucho casi de inmediato un ruido fuerte que me sorprende y me hiela hasta la mente...

Hacia mi luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora