Hacia mi luz

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JESSIE

¿Cómo? – le digo creyendo que no la he entendido o se ha confundido al soltarme esas palabras. Se está confundiendo, no puede ser lo que acaba de decirme. Es imposible que Félix haya podido hacerme esto y ¿Cómo se ha podido enterar Mary?

- Mary, ¿cómo sabes que Félix ha estado con otra chica? ¿Te lo ha contado José? – espero que sea el novio el que se lo haya dicho porque no entiendo de qué otra manera se ha podido enterar.

- Pues no, me enteré personalmente el día que quedaron los chicos porque yo fui con José a la ciudad sin saber ninguno de los dos que solo sería una quedada de hombres. Fuimos donde habían quedado y cuando me vieron con José se les cambio la cara, por lo que supuse que algo pasaba entre ellos, algo ocultaban, entonces Álvaro preguntó a José porque me había traído con él y le contestó que no sabía que era solo de hombres. Poco después nos fuimos a la casa de uno de ellos, Nael, que vive en el centro de la ciudad; nos acomodamos en el salón cuando Álvaro y Félix empezaron a contar su aventura por Madrid, fueron a sitios conocidos, tal y como me dijiste el otro día, pero lo único que no sabes es que en el momento que fui al baño me quedé en el pasillo a escuchar porque me resultó raro el hecho de que yo no pudiera estar si iban a hablar del viaje, algo muy raro tendría que haber pasado y empezaron a comentar su salida nocturna por Madrid, y fueron a la gran vía.

- Sí, pero si eso ya lo sé Mary, Félix me lo digo cuando me habló de sus salidas.

- Ya, pero no sabes que mientras escuchaba escondida, comentaron que se encontraron con una tal Ania en la gran vía, que por lo visto conocían, y se fueron los tres a buscar a una amiga de ella a un pub erótico, porque trabajaba allí.

De repente recuerdo de donde me suena ese nombre, Ania, la misma chica que me presentó Félix en el pueblucho muerto, su ex. Novia; y la camiseta que le vi a Álvaro aquel día de regreso a la ciudad un tanto erótica, tendría que ser de ese sitio. Estoy completamente segura.

- No entiendo como ha sido capaz de mentirme así Mary, ahora que estaba la relación más salvada y parecía que empezaba a sincerarse conmigo.

- Yo tampoco lo entiendo, la verdad, de cara a la gente es un buen chico, por lo menos yo pensaba que sí pero después de saber lo que pasó en Madrid mi opinión respecto a él ha cambiado radicalmente.

- ¿y se dijo algo más? ¿fueron a algún otro lado? Por favor cuéntame todo lo que sepas, no aguanto esta incertidumbre – le digo entre sollozos destrozada ante tal noticia.

- No descubrí gran cosa, solo que ella estuvo con ellos gran parte de la noche y luego las acompañaron a sus casas, pero no sé si se quedaron con ella y la amiga o si después se fueron a otro sitio, porque descubrieron que tardaba yo mucho en llegar del servicio entonces salí del pasillo y pregunté que donde se fueron luego, descubrieron al instante que lo sabía todo y me rogaron que jurase que no te dijera nada y lo juré pero al verte hoy con dudas respecto a él, no he podido callármelo y he tenido que soltarlo, por ti, por tu relación y por nuestra amistad.

- Menos mal que notaste que algo no iba bien y te quedaste escuchando, eres la mejor amiga que puedo tener, gracias Mary. No sé cómo actuaré ahora que sé lo que ha pasado en Madrid y me encajan todas las piezas que tenía sueltas en mi cabeza como la camiseta sospechosa y su actitud conmigo por teléfono. Ahora solo quiero pensar en distraerme y pasar de él.