20

10 2 0
                                    


JESSIE

- Resulta que a los pocos días de llegar de Madrid quedaron la pandilla de sus amigos, avisaron a José, pero él no sabía que era solo de chicos, y yo fui con él. Estando ellos hablando, me resultó raro que insistieran tanto en quedar solo ellos, entonces me alejé con la excusa de ir al servicio, escuché en el pasillo todo lo que ocurrió en Madrid y cuando regresé me sentí tan mal por mi amiga que les dije que había escuchado todo. Ellos preocupados me obligaron a jurar que no diría nada, pero no soy una mala amiga así que quedé hoy y se lo conté a ella – le dice Mary a Rosa y Nuria.

- Pero qué gran amiga eres Mary, menos mal que intuiste que algo no andaba bien, gracias a ti ahora lo sé todo, pero esto no se va a quedar así.

- ¿Qué piensas hacer? – me dicen mis tres amigas a la vez intrigadas ante mi decisión.

- Lo único que sé es que Félix va a desear no haber ido nunca a Madrid.

- Tienes toda la razón - contesta Rosa. Nuria y Mary afirman al instante.

Seguimos la noche de pub en pub y finalmente celebrando el gran plan que en veinte minutos hemos maquinado para que Félix se entere que no puede jugar conmigo de esta manera.

Terminamos la noche recogiéndose y acompañándonos unas a otras hasta nuestras respectivas casas. Me despido primeramente de Rosa, la cual me dice que seguimos en contacto para el plan. Afirmo un poco nerviosa esperando que todo salga bien y la saludo antes de que cierre la puerta de su edificio.

Nos encaminamos Nuria, Mary y yo por las calles de la gran avenida en dirección a mi casa. Se quedarán a dormir conmigo en una litera que tengo en mi cuarto porque las dos son de las afueras. Nuria vive en el Puerto Rey, que es un pueblo de mi capital, ella está ya acostumbrada porque dispone de vehículo familiar para poder transportarse de un lugar a otro y Mary vive en el pueblucho muerto como yo lo llamo, pero su novio si vive en la gran ciudad al igual que yo y Mary siempre ha querido vivir en el mismo sitio que Rosa y yo pero por problemas familiares tuvieron que mudarse al pueblucho muerto donde las casas son más baratas que en la gran ciudad.

Llegamos a casa exhaustas y cansadas por la larga caminata, pero deseando dormir por fin y terminar de maquinar nuestro gran plan.

Nuria - Mañana tenemos que estar en contacto para que todo salga bien, yo recogeré a Rosa en la ciudad y nos montaremos en un autobús para el pueblucho muerto. Tú tienes que avisarnos donde es el lugar de encuentro para poder quedar allí con Mary y esperarte.

- De acuerdo, el lugar de encuentro será la plaza del bingo. Si no sabéis llegar poner en el móvil la dirección y os llegará a vuestro destino. – digo esperando que salga todo bien.

- Nuria: claro, eso haremos, pero primero lo más importante, dame el número de teléfono de ella y el.

- Claro, toma Nuria, a ti te doy el de él, porque no conoce tu voz, y a ti Mary te doy el de ella.

- Mañana, nos levantaremos temprano para que nos dé tiempo de todo, a mí de llegar al pueblucho muerto y hablar con Félix, que seguro que está cabreado conmigo y a ustedes de quedar con Rosa y llegar a vuestro destino sobre las 18:00 horas.

- Entendido – me contestan Nuria y Mary al mismo tiempo. - Y ahora a dormir – les digo a las dos acomodándome en la cama mientras me invade el sueño.

Al día siguiente nos levantamos sobre las 10:00 horas de la mañana, me visto rápido y desayunamos, mientras Nuria habla con Rosa para quedar en algún punto de la ciudad y esperar instrucciones mías.

Hacia mi luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora