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JESSIE

No doy crédito a lo que acaba de pasar, he despertado a la bestia con solo una pregunta. Noto como el calor y los nervios me invaden haciendo que me cueste hasta respirar. Me quedo quieta esperando que él conteste de alguna manera mientras veo como sigue rodando el plato y el tenedor con su comida en el suelo.

- ¡Mira lo que has ocasionado! – Me dice obligándome a mirar el estropicio de la cocina

- Vienes a mi casa para reírte de mí, aprovecharte de todo lo que te doy y verme furioso, ¿verdad? Y encima vienes con ese aire de superioridad diciéndome que me quieres dejar.

De repente empiezo a notar como mis ojos se humedecen ante tal reacción suya, no puedo creer que el piense eso de mí, lo ha dicho de repente y sin pensar, me auto convenzo de que así es, pero aun noto las ganas de llorar y no puedo evitar que alguna lagrima caiga por mi rostro, mostrando mi fragilidad.

- ¿De verdad piensas eso de mí?, solo quiero que nuestra relación se cure, como por decirlo así, porque si seguimos por este camino equivocado lleno de baches vamos a caer de un momento a otro y yo quiero que la relación vaya por el camino correcto. ¿acaso no piensas igual que yo ¿Félix? – le llamo esperando con ansias que me dé la razón, pero noto como piensa mirando para el infinito, me observa y dice...

- No, no creo que tengas razón, creo que estás muy equivocada, esto solo es un juego para deshacerte de mí y salir corriendo a los brazos de algún otro hombre para tontear con él como hacéis todas

- Claro que no Félix, ¿cómo puedes pensar eso de mí?

- Lo pienso porque me das motivos para dudar de ti, si me das la razón, te convences que lo has hecho mal y que en realidad te has asustado por lo que te hubiera dicho la sicóloga y que en realidad no querías darte un tiempo conmigo solo originar esta discusión, te perdonaré, por el contrario, si solo has jugado conmigo y de verdad quieres dejarme para ir a los brazos de otro, ya puedes coger la puerta e irte.

Me quedo por un momento pensando cómo debería actuar, creo que no debo remover más las cosas y dejarlas como están, ya hemos discutido suficiente, no quiero que la relación se esfume y que me eche de su vida.

- Vale Félix, siento haber provocado esta discusión, solo pretendía salvar la relación, pero la sicóloga me lio y no sabía que haber.

- Pues la próxima vez no le hagas caso a tu sicóloga que no entiende nada de nosotros, no es ni tu ni yo, solo pretende separarnos, al igual que tus padres, parece que todavía no lo ves, pero tu tranquila que mientras me hagas caso a mí y no a ellos, todo irá bien.

- Todo irá bien – me repito una y otra vez, auto convenciéndome de que hemos tomado la mejor decisión, ya solo me queda decirle a mi sicóloga cual es la decisión que he tomado y que no ha sido la que ella me recomendó.

De repente Félix me distrae de mis pensamientos zarandeándome, diciéndome que vaya al servicio a coger la fregona para ayudar a recoger el estropicio que he formado, me dirijo por el pasillo hacia el servicio, localizo la fregona, lleno el cubo de agua y me vuelvo hacia la cocina para recoger lo que queda del plato en el suelo, Félix ya ha recogido el plato y los cubiertos, los coloca en la pila y yo recojo el resto de la comida y una vez terminado friego los platos del almuerzo.

Mientras Félix se está duchando como de costumbre después del almuerzo, mientras yo estoy en su cuarto frente a su ordenador, escuchando música, y escribiendo en mi blog de pérdida de peso, que me he creado hace unos días. Voy escribiendo diciendo como me siento con mi nuevo cambio:

- Hoy me siento contenta porque con mi pérdida de peso, chicas en estas últimas semanas he perdido 2 kilos, me resulta poco por el momento pero bueno, cada día me veo más cerca de mi meta, la verdad es que estoy comiendo poco, porque mirando otros blog me di cuenta que las demás chicas no suelen comer mucho para perder peso pero tampoco quiero ponerme al límite, ya os iré comentando como sigue mi pérdida de peso, chao chicas y gracias por vuestros comentarios.

Le doy a enviar y se cuelga la entrada de hoy, poco después cierro la página del blog porque escucho como Félix sale del servicio y él no sabe nada de la página, no es por no contárselo, solo es que se lo pesado que se pone cuando no le gusta algo y el blog no le hará nada de gracia. Termino quitando la música y apagando el monitor de la pantalla para acomodarme en la cama a esperar que llegue al cuarto.

Cuando llega lleva puesto solamente una toalla y veo como su pelo rizado mojado recorre sus hombros pegándose y cayendo pequeñas gotas por el cuerpo, se acerca y me hecho a un lado, entonces me coge de la cintura, me besó con fuerza y yo intento seguir su impulso pero sus dedos en mi cintura me aprietan cada vez con más fuerza e intento cogerle el brazo y quitarlo de mi cintura pero no se mueve tiene tanta fuerza que yo apenas lo muevo mover un centímetro, entonces se coloca encima de mí y empieza a toquetearme intentando desnudarme, yo no tengo ganas de hacerlo hoy, pero sé que el sí, quiero decírselo pero si lo hago originará otra discusión, entonces me dejo y no pasan ni dos segundos cuando escuchamos la puerta, entonces nos incorporamos rápidamente y me intento poner bien, él vestirse rápido y ligero, coge la parte de debajo de un pijama y se lo coloca lo más deprisa que puede, entonces vemos como se abre la puerta del cuarto y aparece la madre.

Hacia mi luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora