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JESSIE

Al día siguiente me suena el despertador y me levanto sobresaltada esperando no haberme quedado dormida, entonces recuerdo que es domingo y que hoy no hay clases y decido apagar el maldito reloj y tirarme de nuevo sobre la almohada para seguir soñando un poquito más.

Cuando me despierto noto como el móvil me vibra, lo cojo y es Félix mandándome un mensaje, me incorporo de inmediato y miro la hora en el móvil, son las 11:30 de la mañana y me he quedado dormida. Miro el mensaje de Félix algo preocupada por si está echándome la bronca de nuevo.

11:00 Félix – hola, ¿sigues dormida? te comento que ya he quedado para hoy con Álvaro y algunos otros colegas para verlos que hace tiempo que no se nada de algunos, y les comentaré que tal ha ido por Madrid. Ya te hablaré cuando llegue, pero no me molestes ni me llames esta tarde mientras estoy con ellos. Hasta después.

Me quedo algo más tranquila porque no está echándome la bronca como de costumbre así que decido que contesto que estoy levantada y decido ir a la cocina a desayunar y tener un domingo de lo más aburrido haciendo tareas de clase y dibujando un poco para entretenerme.

Sobre las 22:00 horas veo en el móvil un mensaje de Félix diciéndome que ya está en casa y lo ha pasado genial con sus amigos, le cuento un poco cómo ha ido mi día algo aburrido y le doy las buenas noches para irme a la cama preparada para un nuevo lunes de clases.

Pasan los días de clases a casa y de casa a clases, con tareas y exámenes y cuando me doy cuenta es viernes por la mañana. Como de costumbre llego a clase rápido, sudando y alborotada, localizo a mi amiga Rosa, charlamos de cosas de clases, amigos en común y le cuento cómo le fue a Félix en Madrid y que quedó con sus colegas uno de estos días porque llevaba tiempo sin verlos. Ella me cuenta cómo le ha ido los días en cama porque ha estado mala casi toda la semana y no he podido hablar con ella antes. Ha cogido algún virus de los que están ahora circulando por las calles a causa del frío tardío de estas fechas, pero ya está recuperada y lista para seguir con la rutina.

Entre horas miro el móvil y veo un mensaje de una amiga que llevaba tiempo sin ver, Mari, que es la novia de un amigo de Félix, deslizo la pantalla y leo el mensaje.

12:30 horas Mary – hola, ¿Qué tal estás? Espero que todo vaya bien, ¿quieres quedar hoy por la tarde conmigo? Hace tiempo que no nos vemos y tengo ganas que nos pongamos al día.

12:45 horas – hola Mary, estoy bien, me alegra ver tu mensaje, si claro cuando quieras podemos quedar, ¿qué hora te parece bien?

13:05 horas – pues sobre las 18:00 horas en mi casa, ¿sabes llegar, ¿no?

13:08 horas – claro Mary, a esa hora estaré, hasta luego.

Terminan las clases y me despido de Rosa, cojo el bus hacia casa, cuando llego veo que mi madre me tiene preparado el plato de comida y le quito algo de cantidad porque ya mi estómago no admite tanta comida por la dieta. Me siento a almorzar y cuando termino recojo mi plato y me voy a mi cuarto para hacer algo de tarea antes de quedar con Mary.

Llega las 17:30 horas y me dispongo a salir, bajo el ascensor, cojo el autobús y me dirijo a su casa.

Una vez en su casa puerta llamo y me responde.

- ¿Quién es?

- Mary, soy yo. Ábreme.

- Voy

Subo las escaleras hasta el segundo piso, llego algo asfixiada y cuando la veo en la puerta la saludo con un abrazo fuerte y dos besos.

- Hola Mary.

- Hola, pasa, no te quedes en la puerta mujer.

Me acomodo en el sofá y nos disponemos a charlar un ratito.

- ¿Cómo te van las cosas Mary?

- Bien, este año entro en la universidad, pero todavía no me he decidido por ninguna carrera, me gusta letras pero también empresariales y no sé qué hacer estoy hecha un lío.

- Bueno no te preocupes mujer, ya verás que te decides a tiempo y consigues entrar.

- Espero que sí, bueno dejemos mis líos de universidad y bajamos a lo importante, ¿qué tal con Félix?

- Bien, como siempre, bueno hay vamos, mejor dicho, algunas veces estamos bien y otras no sé cómo reacciona, hace poco le comenté el darnos un tiempo y no se lo tomó muy bien la verdad.

- ¿Pero tan mal ha estado todo como para daros un tiempo?

- Si Mary, un poco, pero parece que ahora va la cosa para bien y estoy algo más contenta.

- ¿De verdad? Entonces es mejor dejarlo así.

- ¿Dejarlo así el que Mary?

- Ehh nada nada, es que no quiero estropearlo todo.

- No, ahora tienes que contármelo, ¿qué me ocultas? Dímelo.

- Bueno, pero no digas que yo te lo he dicho por favor. Vale dime que pasa - le digo preocupada ante lo que Mary está a punto de contarme.

- Félix estuvo con una chica en Madrid...

Hacia mi luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora