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JESSIE


Llegó la difícil decisión... ¿rojo o negro? – me digo a mí misma mientras me observo en el espejo cambiando un vestido por otro sin decidirme por ninguno de ellos.

Como puede ser que ahora no saber que ponerme sea tan difícil, cuando antes me preocupaban cosas peores, como he cambiado. Siento que mis preocupaciones son mas normales, y no tengo que andar pensando que hacer o que decir por si a Felix le sienta mal.

Ya no tengo que andar dando explicaciones. Me Giro con una sonrisa en la cara y finalmente, después de unos minutos creo que es mejor pedirle consejo a mi madre. Me dirijo al salón, donde mis padres están mirando la tele, y nada más entrar me miran esperando que empiece a hablar.

- Tengo una duda mamá, ¿Que vestido piensas que es más adecuado?

Mi madre observa los dos vestidos centrándose primero en el rojo pasional, ligeramente más llamativo que el negro, y luego en el más elegante, pero sensual a la vez. Finalmente se decide por el negro y la miro con una sonrisa de aprobación y entusiasmo.

Me dirijo rápidamente mirando el reloj, ya son las 21:00 horas y aún me queda peinarme el pelo, maquillarme y ponerme los zapatos adecuados para el vestido negro.

Una vez consigo ponerme el vestido negro, me miro en el espejo y observo a una chica de mediana estatura con sinuosas curvas y que le queda perfectamente el vestido. De inmediato me sale una gran sonrisa por quererme por primera vez y corriendo me dirijo al cuarto de baño y cojo las planchas de Rowenta, de tonos plateados y empiezo a hacerme las planchas.

Pasados 5 minutos me empieza a entrar calor y abro la ventana del cuarto de baño, en volviéndome una brisa fresca bastante relajante.

Pasados 15 minutos, me veo lista con el pelo lacio rozándome media espalda, entonces me dirijo a mi cuarto, rebusco en el armario y encuentro un neceser con algunas pinturas de maquillaje; después de mirar exhaustivamente todo lo que tengo en el neceser decido coger la sombra de ojos negra, el rímel y una barra de labios algo llamativa de un tono rojo pasión, perfecta para el día de hoy.

Una vez he terminado de pintarme me observo con el vestido negro, el pelo lacio y el maquillaje optado y me encanta. Me pongo unos tacones negros, cerrados por la parte delantera y una terminación en hebilla.

Una vez lista y preparada para salir me dirijo al salón esperando la aprobación

de mis padres, pero en vez de eso, me observan con cara de asombrados y mi madre se dirige hacia mí:

- Mamá: No pensarás ir así, ¿verdad?

- ¿Por qué no?, no me veis bien?

- Mamá: No, vas demasiado provocadora. ¿No te das cuenta?

- Pero si antes me dijiste que ese vestido estaba bien para ponérmelo.

- Mamá: Bueno, haz lo que quieras, pero si después te dicen algo, no vengas llorándonos.

- Enserio Mamá, no hay quien te comprenda.

Me voy del salón un poco molesta por su reacción, pero decido que hoy me da igual lo que me digan, me da igual que me digan que no me queda bien lo que llevo puesto, soy joven y puedo ponerme lo que yo decida, y no es malo enseñar las piernas y hoy voy a pasármelo bien.

Miro el reloj y ya eran las 22:45 horas.

He quedado a las 23 horas cerca del bar "3 amigos y yo", entonces me dirijo hacia la entrada de mi casa dispuesta a salir.

De repente escucho a mi madre desde el sofá que se dirige a mí - Cuando llegues a Jeleix, avísame y por favor no te quedes sola en ningún momento y que te acompañen a casa. ¿entendido?

sí mamá, entendido - le respondo a regañadientes esperando que no vuelva a decirme nada más y me deje salir de una vez a divertirme.

Cierro la puerta decidida luego de despedirme de los dos con un adiós , y toco el botón del ascensor que me llevará esta noche a descubrir lo que es salir por la ciudad, cosa que nunca he hecho sola, ya sea por Félix que siempre me metía miedo, y nunca quería que saliera con amigas por la ciudad de Jeleix , o porque yo sola nunca he sido capaz de hacerlo por miedo a que me dijera Feliz o su reacción, pero ya se acabó ya soy libre para poder salir y conocer la ciudad, su ambiente y como es el salir de noche.

Una vez he salido del bloque de edificios para dirigirme a la parada de autobús, noto algo de nerviosismo ante lo que me espera esa noche, deseando que todo salga bien y no me pase nada malo.

Hacia mi luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora