BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN EDICIÓN|

Especial II

N/a: 

Antes de que empiecen con la lectura, quería agradecer los 10.9k de seguidores, las mas de 450k de lecturas, todos los votos y cada uno de los comentarios. 

Este especial es parte de la historia, pero no cuenta como capítulo (bueno si, pero yo me entiendo), en un rato, o tal vez mañana, subiré el segundo capítulo. Así que... hasta la próxima.

Instagram: JoleHBellamy

~*~ 

Sé que no debo enojarme, sé que debo tratar de mantener la calma, pero ver aquella expresión en el rostro de Holly sólo podía empujarme a estrellar los puños en el hijo de puta que la lastimó.

Soy consciente de sus lentos movimientos dentro del departamento, y me obligo a no acercarme. Ella necesitaba su espacio. Conocía aquel sentimiento de no saber qué hacer, de esconder lo que te dañaba.

Era normal en mí.

Sé que nota mi presencia, pero no me esfuerzo por acercarme a ella. Me tomo mi tiempo a la hora de colocarme los bóxers, seguidos de un pantalón de chándal.

Cuando estoy listo, sé que es momento de averiguar que le ocurre.

Me muevo con tranquilidad, acercándome a Holly sin llamar su atención, lo cual logro sin mucho esfuerzo.

—¿Tienes frío?

Holly parece asustada cuando rodeo su cuerpo con mis brazos. El estremecimiento que sacude el cuerpo de la pequeña morena me empuja a acercarme más a ella.

—No —Su respuesta me preocupa, pero no hago la mínima intención para hacerla hablar—. Sólo estaba viendo la vista. Las luces en la noche son hermosas.

—Lo sé —No tenía idea. La última vez que había estado en este lugar, fue dos meses antes de la muerte de mi padre, cuando todo se empezaba a derrumbar a mí alrededor—. A Adrien le gustan.

—Casi toda mi vida la pase en esta ciudad, pero ahora me siento como una completa extraña— Susurra. La piel de sus brazos se pone de gallina luego de que suelta un suspiro—. Siempre quise salir de aquí... irme con mi madre y hacer una vida juntas. Sólo las dos.

—Ahora tienes un hogar en Nueva York, Holly —digo, tratando de atraer algo de tranquilidad a sus palabras—. Tu madre, donde sea que este, te cuidará siempre.

La morena suelta un suspiro, apoyándose contra mi cuerpo.

—Lo sé —Su rostro se gira un poco y me observa directo a los ojos—. ¿Podemos dormir? Estoy agotada.

—Pensé que estabas dormida —Digo con sinceridad. Había tardado más del tiempo deseado en la ducha, arreglando un pequeño asunto que ella misma había generado—. Ven, vamos.

Tiro de la pequeña morena, ignorando la sensación de preocupación que se adueña de mi pecho. ¿Tan malo era lo que le ocurrió para estar tan nerviosa?

Cuando nos adentramos al dormitorio, tiro de la sabana, dejando que Holly se meta bajo estás. Sin perder tiempo apago la lámpara de mi lado, y me acuesto junto a la morena.

Holly no duda en envolver sus brazos en mi cintura, apoyando su cabeza sobre mi pecho. Y es cuando aquella sensación aborda mi pecho nuevamente.

Aquella sensación de tener todo bajo calma, de saber que, con algo de esfuerzo, podía dejar de lado mi oscuro pasado. Pero el simple hecho de pensar en alguien dañando a la delicada chica junto a mí, lanzaba toda la tranquilidad a la mierda.