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Capítulo dedicado a Hanzel e.e 

Pd: No duden pasarse por mi nueva novela Clandestine Love ¡Los estaré esperando!

Disfruten su lectura. 

~*~

Ver a Dash emocionado por algo, era como ver a un niño con un juguete nuevo. Amara estaba junto a él, escogiendo la ropa que usará el bebé. Está sonriendo, completamente ajeno a la vista de personas curiosas que observaban sus tatuajes.

—Necesitaras una de esas cosas que esteriliza biberones —Escucho la voz de Amara. Ella, luego de mí llegada a la enorme casa, empezó a dejar de lado su habitación, sonreía más y, al parecer, las visitas al psicólogo estaban haciendo maravillas con sus miedos—. ¡Holly, date prisa!

No puedo evitar sonreír. Salir con ellos se había convertido en una tortura. Con un suspiro me encamino a ellos. Había pasado un largo mes desde que salí del hospital y, exactamente dos semanas desde que había dejado de tener noticias por parte de Alexander Parks.

Según las pocas palabras que Alison había intercambiado conmigo sobre él, sabía que se declaró culpable, sin embargo, su abogado alegó que el crimen fue cometido por defensa propia, dejando que el hijo mayor de Darikson Parks quedara fuera de la cárcel gracias a una suma considerable de dinero.

—Pagaré la mitad —Tomo por sorpresa a Dash, quien sostiene lo que parece un disfraza de motociclista en sus grandes manos—, puedo hacerlo, no aceptaré un no por respuesta, Barton.

—Bueno —Él sonríe—, veremos quien llega primero a la caja.

Ruedo los ojos, sabiendo que él no me permitiría pagar nada de lo que ya había escogido. Saber que teníamos una habitación para nosotros en casa de su madre, me hace sentir algo incomoda. No quería vivir por siempre ahí, algún día, no tan lejano, si llegábamos a casarnos, tendríamos que salir de allí.

Quiera o no quiera.

—Tampoco es como si lo fuera a intentar —Tomo las prendas de sus manos, para luego regresarlas a su lugar—. No pienso dejar que laves el cerebro del bebé respecto a las motocicletas, Dash.

Él suelta una risa ronca, rodeando mi cintura con uno de sus brazos para acercarme a él. Su plano abdomen contrasta con el mío. Este último había crecido desde el momento en que empecé a ingerir más comida de la que normalmente comía. A pesar de ello, me sentía completamente bien. Tenía energía y ganas de andar de un lado para otro, sin embargo, estar vigilada por el ojo de Dash no era muy cómodo.

Ir a la universidad se convirtió en todo un tormento desde que él decidió colocar uno de los guardaespaldas de amara fuera de mi salón. Agradecía su preocupación, pero había cosas en las cuales estaba exagerando.

—¿Ya pensaste en quitar a Connor de la puerta de mi salón? —El moreno se agacha un poco únicamente para presionar sus labios contra los míos. Su beso es suave, sin embargo no duda en tirar de mi labio inferior con suavidad.

Él no me había tocado desde que salí desde el hospital, algo que me tenía confundida.

¡Quería sexo!

—Eso no está a discusión, nena —dice, con tranquilidad desliza sus manos a lo largo de mi espalda, deteniéndose justo antes de llegar a mi trasero—. Connor no estará los días que tengamos clase en el mismo salón, no hay más cambios.

Golpeo su pecho, soltando un bufido por lo bajo. Dash me deja ir, sin embargo, en un reflejo rápido, toma mi mano entre la suya. Su piel está tibia, haciendo que olvide por un momento aquel pequeño detalle.

BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora