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N/a: Hola, sólo vengo a decir que las amo mucho, también que hace unos días publiqué "Clandestine Love" espero verlas por allá si las idea las atrae. <3

Disfruten su lectura. 

~*~

Una gran sonrisa adorna mi rostro cuando dejo caer una hoja frente a Dash. Éste despega sus ojos de la computadora y, completamente confundido, toma el documento.

—¿Qué se supone que es esto?

—Obtendremos nuestra licencia de matrimonio —digo, sin poder ocultar mi alegría. Luego de dejar de pensar en la cantidad de dinero que estaba en mis manos, decidí gastar lo poco que me quedaba en el banco de mi antiguo trabajo, ¿y qué mejor que una licencia de matrimonio? Dash suelta una risa, observando el papel entre sus manos—. ¿Debo preocuparme por qué tengas mi número de identificación?

—No —Niego, demostrando fingida vergüenza—, tomé tu billetera mientras dormías y terminé llenando la solicitud en CitiClerk —Me encojo de hombros—, tenemos que estar antes de las cuatro de la tarde para firmar el papel que nos falta.

Dash niega, algo divertido y, luego de dejar de lado el papel, me observa.

—Deberías ir a arreglarte —dice, observando mi ropa con algo de descaro—, no creo que quieras ir a Citiclerk vistiendo una de mis camisas.

El sonido de los neumáticos de un auto captan nuestra atención, Dash es el primero en moverse de su lugar y dirigirse a la ventana del recibido.

—Mi modista llegó —murmuro, haciendo mi camino hacia él. Observo a Alison, quien sujeta lo que parece ser un vestido en su mano, mientras que con la otra equilibra entre cerrar la puerta del auto y sujetar lo que parece ser una caja de zapatos—, pensé en usar uno de mis vestidos, pero me amenazó y dijo que llegaría en veinte minutos.

Tiempo record.

El tatuado niega, para luego alejarse de la ventana y encaminarse a la puerta principal mientras yo me quedo en mi lugar, observando como Dash ayuda a Alison con el vestido y la caja, ésta parece aliviada, porque no duda en regresar a su auto y sacar una maleta de mano.

¿Qué diablos tenías en mente, Alison Parks?

—¡Será mejor que salgas de tu escondite, Holly! —Alison suelta, una vez que entra después de Dash, sus ojos café caen sobre mí y sonrío algo incomoda—. ¿Por qué no te has duchado aún, niña?

—Recién despierta —Dash nos interrumpe, colocando el vestido y los zapatos sobre el sillón—, o eso creí, pero tu sobrina estuvo hurgando en mi billetera.

—Luego abriré un buzón de quejas para ti, Dash —Golpea el hombro del moreno, haciéndome reír—, y tú, niña, sube inmediatamente a bañarte.

Pongo los ojos en blanco, para luego simplemente decir—: Entendido, jefa.

Dash niega con diversión, observándome cuando hago mi camino hacia las escaleras y, sin lograr alejarme lo suficiente, escucho la voz de Alison echar al moreno de la casa.

De nuestra casa.

No tardo mucho en cerrar la puerta de la habitación una vez que entro y luego me dirijo hacia el baño. Una camisa de Dash descansa sobre el lavamanos, haciendo que mis ojos se pongan en blanco.

Ciertamente, vivir con él era un reto, pero no lo cambiaría por nada del mundo. Dash Barton, a pesar de todo lo que había ocurrido, terminó siendo el amor de mi vida.

El hombre del cual me había enamorado aún cuando intenté mantenerme alejada de él, logró romper cada una de las barreras que creé a mí alrededor.

BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora