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[https://youtu.be/QEWHF3E9YJQ]
"Como una roca, flotando, sudando. Conversaciones, filtrándose en mis huesos; cuatro paredes no son suficientes. Me daré un baño en lo desconocido".

Con total tranquilidad y cuidado, el moreno tomó por tercera vez en el día, el viejo cuaderno junto con su lapicera, procurando no hacer un mal movimiento, ubicó ambas cosas en el escritorio, disponiéndose a escribir. No se quejaba del todo, excepto por los hermosos dolores que lo atacaban cuando menos se lo esperaba; del resto todo iba bien.
Una vez con todo acomodado, estiró su brazo, comenzando a escribir.

"Todo me da vueltas, y mi vista se ha comenzado a nublar considerablemente, me falta el aire, y los latidos de mi corazón son cada vez más rápidos.
Por alguna extraña razón siento que ya conozco esta sensación; de repente, el abismo negro al que voy cayendo llega a mi, pero aún sigo posado en esta silla.
Aún no es la hora.
Un rápido escalofrío recorre mi espina dorsal ocasionando que suelte un pesaroso suspiro en compañía de la desesperación y la melancolía. Mis ojos se humedecen y el viejo recuerdo tuyo llega a mi mente como esa visita que no se espera tener; la primera lágrima cae y a partir de ahora no podré parar.
Ahora lo entiendo todo, la sensación que en este momento estoy sintiendo es la misma que sentí cuando abrí mis ojos y noté que ya no estabas a mi lado.
El vacío frío que sentí en mi corazón cuando me dejaste. Te fuiste llevándote todo y dejándome sin nada.
Me siento débil, cuando creí ser fuerte.
La tristeza me abruma, cuando creía estar lleno de felicidad.
El dolor me consume, sabiendo que alguna vez tu amor fue la cura para todos mis pesares más profundos.
Pero es la realidad, te has ido."

Cerrando su cuaderno y dejando la lapicera a un lado, posó su vista en la ventana, el día lucía muy bien, está soleado y de seguro con muchas personas afuera, en esta época, casi nunca hay sol en Londres. Alzando su muñeca, observó el reloj el cual marcaba las 2:00 pm, es cuestión de minutos para que lo vengan a buscar. Abraham entró a la habitación, con una sonrisa alegre, como era de costumbre.

—Es hora de irnos, Zayn— Musitó y el moreno se limitó a asentir dejando que este lo ayudara, llevándolo en la silla de ruedas, prácticamente debe permanecer inmóvil. Un mal movimiento y alguno de sus huesos terminará roto, obviamente no quiere eso, sería doloroso. Y a pesar de que lleva dieciocho años lidiando con ello, aún no logra acostumbrarse, sería inhumando adaptarse al dolor.

Abraham utilizó su fuerza para subir con delicadeza a Zayn al auto, una vez terminó, guardó la silla de ruedas en el baúl y rápidamente se subió al auto para comenzar a conducir; el moreno estaba más pensativo de lo normal, estaba ansioso y realmente excitado por dar su primera charla.

Un par de meses atrás, contactaron a Zayn para que diera charlas en diferentes universidades, pero como no puede esforzarse demasiado, decidió elegir solo una y trabajar en ella todo él año. No es como si le hiciera falta el dinero, prácticamente lo tiene todo, pero le gusta ser independiente. O quizás solo desea sentirse útil.

Minutos después, el moreno ya estaba frente de la Universidad de Londres, es pública, pero con buen rendimiento académico. Después de que Abraham ayudará a Zayn a bajarse del auto y sentarse en su silla de ruedas, ambos ingresaron a la universidad, Zayn nunca había estudiado en una, puesto que, estudia su profesión desde casa, nada más y nada menos que filosofía, el moreno sabe que para un joven de dieciocho años, esto debe ser la cosa más aburrida de todas, pero esta despertó un curioso interés en él desde que cumplió los trece años de edad. Tenía amplios conocimientos, tantos, que el moreno parecía perderse en estos, a pesar de su corta edad, podría ser un anciano en cuerpo de joven.

broken pieces // ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora