broken pieces // ziam

04

[https://youtu.be/fnOP4tQuSAg]

"Soy como porcelana cuando estás conmigo".

El moreno soltó un suspiro resignado, el doctor Francis continuaba con la misma charla que siempre le daba cada vez que este se ponía mal, a causa de eso, ahora tenía su brazo izquierdo vendado y un interminable dolor de cabeza.

—¿Estás siquiera prestándome atención, Zayn?— Regañó el doctor y el morocho se encogió de un hombro.
—"Evita esforzarte, Zayn. No querrás terminar como hace un año, con todo el cuerpo prácticamente vendado".— Zayn imitó las palabras del señor Francis con un tono de gracia en su voz.
—Esto es algo serio, muchacho.
—Lo sé, Francis.
—No parece. Bien, continua tomando tus pastillas y por lo que más quieras, evita los movimientos bruscos.— Finalizó y guió a Zayn hasta donde se encontraba Abraham.

En cuestión de minutos, el moreno ya se encontraba en su habitación leyendo uno de sus tantos libros de filosofía. Le faltaba poco para considerarse un verdadero filósofo.
No podía esperar para comenzar su anhelado doctorado.
Zayn dejó el libro a un lado y de repente se sintió aburrido, no tenía nada más que hacer y tras eso terminó con un brazo vendado, es estúpido. Todo lo que le sucede últimamente lo es.

Afortunadamente no hacía tanto frío y por fin el moreno sentía que podía respirar bien.
Abraham entró a la habitación sonriente, algo característico de él.

—Vamos a comer, hijo.
—No tengo hambre, ve y come tú. Creo que dormiré un rato.
—Zayn, iremos a McDonals.

Al instante el rostro del menor cambió, hace mucho tiempo que no iba a comer a McDonals porque su médico se lo había prohibido, pero de seguro Abraham habló con él y ahora si puede. Eso es genial.

—¿Hablas en serio?— Cuestionó.
—Muy en serio.

La sonrisa de Zayn era resplandeciente, sabía que era un poco infantil, pero en verdad quería ir a McDonalds.
Una vez ingresaron al auto, Abraham comenzó a cantar una de las tantas viejas canciones que se sabía y el moreno simplemente se dignó a perderse en lo suyo, en su mente. Recordaba perfectamete los viajes familiares que hacía con sus padres cuando él seguía siendo un niño, cuando él realmente no conocía la gravedad de su enfermedad. Algunas veces deseaba que los viejos días del pasado volvieran. Pero sólo podían ser eso, viejos y felices días.
El auto se estacionó al frente de McDonals, hace tiempo que el moreno no veía esa gran 'M' de cerca. Se sentía como un niño emocionado e incapaz de esperar.

Una vez estuvieron en el interior de aquel restaurante, Zayn pudo sentir varias miradas curiosas sobre él, aunque le pasaba muy seguido, no lograba acostumbrarse. No es como si le gustara tener atención no deseada sobre él. El moreno tenía las dos caras de la moneda perfectamente acopladas a él. Una vez comenzaba a hablar su timidez se desaparecía por completo; pero cuando intentaba ser un chico normal se volvía tímido y muy reservado para su propio gusto.

—¿Que pedirás, hijo?
—Una cajita feliz.— Susurró y Abraham no pudo evitar soltar una divertida carcajada.
—Está bien, una de esas será.

Zayn se sentía muy a gusto mientras comía sus nuggets de pollo y las papas fritas que mojaba con salsa de tomate. Hace tiempo que no se sentía así.
Abraham tuvo que dejarlo solo por un momento porque tenía que ir hacer no sabe qué cosa porque el moreno realmente no le presto ni una pizca de atención a lo que decía.

Su comida se terminó y el pelinegro ya no sabía que más hacer a parte de esperar a Abraham y mirar por la ventana. Sus cejas se levantaron levemente al visualizar a lo lejos al chico de la universidad, Liam. Este hablaba con una chica y según lo que Zayn pudo deducir, estaban ligando.
Aquella escena se le hizo muy divertida al moreno, el ver como Liam se esforzaba por impresionar a la chica y hacerla reír. Zayn nunca pudo hacer eso, nunca fue a una cita, ni conoció a chicas, ni les pidió su número telefónico para quedar otro día; ¡ni siquiera ha entrado a discotecas con una identificación falsa!, literalmente no ha hecho nada que un adolescente haya hecho antes.
No quiso sentirse mal por ello así que se dedicó a terminar de beber su coca-cola y burlarse de Liam y de sus intentos fallidos por impresionar a la chica, aquello le iba muy bien al castaño, pero el moreno quería seguir burlándose sin sentido.

—¿Ya te quieres ir?— Preguntó Abraham una vez llegó y Zayn asintió.

Iban saliendo del restaurante y Abraham también logró ver a Liam porque frenó y lo señaló.

—¡Mira Zayn!, es tu amigo, el de la universidad, ¡vamos a saludarlo!

En verdad Zayn iba a maldecir por lo bajo, pero no lo hizo.

—¡No!, él ni siquiera es mi amigo, ¡vamos a casa!
—No seas tan descortés Zayn, vamos a saludarlo.

Abraham comenzó a caminar en dirección hacia Liam y a la chica y el moreno solo pudo morder fuertemente su lengua y acomodar su beanie. Que desgracia le hacia aquello.

—¿Cómo era que se llamaba, Zayn?— Preguntó antes de llegar.
—Liam.— Bufó.

Esto era probablemente lo más incómodo que Zayn había experimentado.

—¡Hola, Liam!— Saludó Abraham captando la atención del castaño y de la chica rubia que estaba a su lado.
—Hola... ¿Zayn?— Saludó Liam inseguro.
—Pasábamos por aquí y Zayn quiso venir a saludarte.

Los ojos del moreno casi se salen.

—¡Yo no quise aque...
—¿Cómo va todo, Zayn?— Liam lo interrumpió y este rodó los ojos.
—Siento interrumpir, pero mi prima me necesita, ¿nos vemos después, Liam?— La chica rubia se despidió con un beso muy cerca a los labios del castaño y se marchó.
—Fue idea de Abraham venir hasta aquí.— Zayn soltó secamente.
—No te preocupes por eso. ¿Cómo sigues?... es decir, tus brazos y eso.
—Estoy bien.
—El doctor le ha dicho que no debe esforzarse.— Explicó Abraham.

Y allí estaba presente esa mirada que tanto Zayn detestaba de parte de las personas. La mirada de compasión que Liam tenía hacía que el moreno se enfureciera. Zayn quería todo menos que las personas sintieran lástima por él.

—Debes tener cuidado la próxima vez.— Habló Liam soltando un suspiro.
—Quiero irme de aquí.— Pidió Zayn antes de maldecir a todos.
—¿Qué?, ¿por qué?
—Quiero estar solo.

N/A: Capitulo dedicado a: DiosNiall