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—¡¿TU Y LIAM SE BESARON?!— Gritó Niall sin poder contener la emoción.
—¡Shhh! Te pueden escuchar.— Regañó el moreno.
—Perdón, es que, ¡no lo puedo creer!, ¿entonces ya son novios?— Preguntó acariciando la cabellera de Zayn, el cual se encontraba recostado en sus piernas.
—No, es decir, sólo ha sido un beso... ni siquiera estoy seguro de que realmente me gusten los hombres.
—O las chicas.— Rió.
—¡Niall!
—Quizás sólo te gusta Liam y ya.
—No lo sé, Ni. Es extraño sentirse así.— Musitó mirando al ojiazul.
—De seguro Liam también se sente así.

Zayn realmente amaba cuán comprensivo podría llegar a ser Niall.

—Liam y yo podemos llegar a ser tan iguales y diferentes a la vez, temo que se sienta abrumado.— Susurró.
—Juraba que Liam era heterosexual.
—Yo también.— Asintió levemente.
—Pero noté como te mira y me dí cuenta de que no es así.— Comentó haciendo que el moreno se sonrojara un poco. —Sólo espero que no te haga daño, porque se las verá conmigo.

Zayn rió.

—Eres el mejor amigo del mundo, ¿lo sabes verdad?
—Soy el mejor, lo sé.— Presumió y ambos rieron.



Liam estaba de muy buen humor, tanto así que había decidido disculparse con su madre, ella lo tomó muy bien, dándose cuenta del sorprendente cambio de actitud de su hijo; sabía que algo nuevo le pasaba, y lo que sea que fuera era algo muy bueno, los ojos del castaño destellaban felicidad.

—¿Saldrás?— Le preguntó a su madre.
—Quedé con tu tía para hacer compras, aprovechando que ya nos han pagado.— Respondió mientras acomodaba el bolso en su hombro. —No llegaré tarde, si te da hambre la comida está lista. Te amo.
—También te amo, mamá.— Susurró bajito y esta abandonó la casa.

Estaba sólo y eso sólo significaba una cosa: Pintaría un cuadro más.

Corrió literalmente hasta su habitación y acomodó el linzo frente a él junto con varias pinturas, sentía la característica emoción recorrer sus venas, amaba la magia del arte.

Iba a dar la primera pincelada, pero su móvil sonó indicando que lo estaban llamando, lo tomó de mala gana y contestó:

"¿Bueno?"
"Liam, hermano... necesito hablar contigo". Liam reconoció al instante la voz de Louis, pero, ¿estaba llorando?
"¿Estás bien, Louis?, ¿qué ha pasado?". Preguntó preocupado, el ojiazul casi nunca llora y cuando lo hace es porque realmente está mal.
"Necesito... necesito que vengas, por favor".
"¿Dónde estás? Voy enseguida".
"En mi casa, no tardes,... por favor". Dicho esto colgó y Liam tomó su chaqueta saliendo rápidamente de su habitación.

Salió de su casa y corrió hasta la casa de Louis, afortunadamente esta no quedaba muy lejos de la suya. ¿Qué demonios le habrá pasado a su amigo?, sólo espera llegar a tiempo antes de que Louis tenga un ataque de ira.

Minutos después tocó fuertemente la puerta de la casa del ojiazul, y este le abrió casi al instante. Lucía terrible, sus ojos estaban inyectados de rojo debido al llanto y su pésimo ánimo era más que notorio. Liam no preguntó, sino que entró a la casa y cerró la puerta tras él para después abrazar a Louis, el cual rompió en lágrimas nuevamente.

—¿Qué ha pasado, Louis?, todo estará bien...— Susurró abrazándole y acariciando su espalda.
—La he cagado horrible...— Se separó de Liam para intentar limpiar las lágrimas de sus ojos. —Y-yo soy un jodido torpe.— Apretó sus puños.

Liam guió a Louis hasta el sofá para que pudieran hablar mejor.

—Intenta calmarte y cuentame qué ha pasado, ¿vale?

El ojiazul asintió tomando asiento y el castaño se sentó al lado de él.

—La he cagado con Harry, Liam.— Soltó finalmente, procurando que nuevas lágrimas no salieran de sus ojos, Louis intentaba ser fuerte, pero la verdad es que estaba muy afectado.
—¿Por qué?— Liam juntó sus cejas, confundido.
—Verás, él... joder, yo...— Se puso de pie y pasó las manos por su cabello, desesperado. —Harry y yo tenemos... o teníamos algo.
—¿Algo?— Preguntó mirándole.
—Estoy enamorado de Harry.— Soltó sin evitar volver a llorar. —Estoy malditamente enamorado de él, y le he hecho daño, ¡maldición!— Lágrimas caían por sus mejillas y sentía como poco a poco la tristeza se convertía en ira.
—Louis, cálmate, ¿sí?— Se ubicó al frente de él, tomándolo por los hombros. Aquella confesión de su mejor amigo no le sorprendía, lo veía venir de algún modo u otro. —¿Qué ha pasado?
—Él... él iba a besarme en público y yo no me he dejado, t-tenía miedo, Liam. No sabía que hacer y me aparté de él.
—Joder, Louis.— Negó para sí mismo. — Esto es nuevo para ti, ¿vale?, sé que quizás te cuesta aceptarlo y es normal que te hayas asustado.
—Es que si hubieras visto la decepción en su cara...., él no quiere que mantengamos lo nuestro en secreto, y yo tampoco... pero soy un jodido cobarde.— Limpió sus lágrimas. —Debí besarlo y que me importara una mierda si la gente nos veía o no. Ahora él no quiere verme.
—Habla con él, Louis. Explícale como fue todo, no permitas que las cosas se queden así.
—Él se ha sentido rechazado por mí, Liam. Y aunque no fue mi intención, sé que lo que hice estuvo mal.
—¿Realmente estás enamorado de él?
—Harry me hace sentir feliz, estoy enamorado de él.
—¡Entonces ve y dile!, házle saber que no puedes ni quieres estar sin él.

Louis asintió y abrazó a Liam.

—Gracias por estar aquí y por bueno... no salir corriendo cuando te dije que Harry y yo somos novios.
—Ya lo veía venir, Lou. Ustedes se ven felices juntos y eso es suficiente para mí.— Sonrió. —Ahora lárgate, ve a hablar con él.
—¿Y tú?, es decir, te he hecho venir hasta acá...
—Yo iré a pintar un rato, no te preocupes.— Dicho esto, ambos salieron de la casa del ojiazul, tomando caminos diferentes.

Liam corrió nuevamente hasta su casa, y en pocos minutos estuvo de nuevo encerrado en su habitación, con el lienzo al frente de él y un cigarrillo en sus labios. Introdujo el pincel en la pintura y de dispuso a dejararse llevar nuevamente por aquello que tanto le apasionaba.


Las horas pasaron y el cielo se tornó oscuro, un suspiro abandonó los labios de Liam y este le dió un último vistazo a su cuadro, finalmente conforme con el resultado, había pintado a un hombre con mariposas saliendo de sus ojos, algo jodidamente extraño, y ni el mismo castaño sabía porqué había hecho aquello. Comenzó a organizar su habitación, y cuando terminó, salió de esta dejándo la puerta abierta para que el olor a pintura saliera, era común que su casa oliera así la mayoría del tiempo, su madre al principio se molestaba, pero con el paso de los días lo fue aceptando.

N/A: Sigo sin creerme lo de Robin, mis más sinceras condolencias a la familia Styles. 💔

Nath.

broken pieces // ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora