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El pequeño niño hizo un nuevo intento para ponerse de pie, cuando finalmente lo logró, sonrió alegre y miró a su madre.

—¡Mami!, ¡mami!, ¡lo he logrado!— Gritó el pequeño Zayn emocionado, pero ella seguía sin prestarle atención porque prefería ver su nueva revista de modas. —¡Mamá!— Gritó por última vez pero sus piernas fallaron haciendo que el niño moreno cayera al suelo sintiendo un fuerte dolor y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos color miel. Finalmente su madre notó su presencia.

—Zayn, deja de perder el tiempo, no quiero salir contigo corriendo hacia el hospital, compórtate.— Ordenó fríamente. —¡Abraham, Zayn se cayó de nuevo, ayúdalo a levantarse!— Gritó marchándose de allí y Abraham apareció inmediatamente para ayudarlo.

—¿Qué has hecho esta vez, hijo?, ¿duelen mucho tus piernas?
—Sólo quería que ella me viera, Ab. ¿Por qué ella no me quiere?— Habló entre sollozos que no podía controlar.

El mismo recuerdo viajaba por la mente de Zayn haciendo que todo se tornara realmente triste. Estaba acostado en la camilla del hospital, esperando a que le hicieran una nueva revisión o chequeo. El doctor Francis le sonrió mientras acomodaba su brazo, le sacarían algo de sangre para hacerle unos análisis. Juntó levemente sus cejas a sentir el pinchazo de la aguja en su piel, pero no se quejó, estaba algo acostumbrado a eso; cuando Francis terminó, Zayn tomó el algodón con alcohol y lo apretó fuertemente en el lugar donde le habían sacado la sangre, soltó un leve suspiro y prefirió no decir nada.

—¿Estás bien?— Preguntó el doctor.
—Sí, lo estoy.— Respondió Zayn mirándole.
—Estas algo callado hoy, eso no es normal en ti, siempre estás hablando de cualquier cosa.— Rió suavemente.
—No se me ha venido ningún tema a la mente, Fran.
—¿Seguro que estás bien?
—Sí, seguro.

El doctor Francis asintió y ayudó a el morocho a acomodarse en su silla de ruedas, llevándolo hacia Abraham.

—¿Listo?— Musitó mirando a Zayn.
—Ya pueden irse, los veo dentro de dos semanas.— Sonrió para después marcharse hacia otro lado del hospital.

El moreno sentía su clásico bajón de ánimos, odiaba pensar en su madre porque siempre terminaba así, lleno de la azul melancolía. Abraham lo ingresó al auto para después entrar él e ir de camino a casa. Sentía una terrible opresión en su pecho, quería estar solo y finalmente llorar.

Cuando por fin estuvo en su habitación, se las arregló para acomodarse por sí mismo en su cama y mirar al techo, sintió sus ojos llenarse de agua y sólo pudo suspirar dejando que las lágrimas calleran.
Miles de recuerdos invadían su mente y Zayn no podía escapar de ellos, siempre estaban allí, diciéndole que si no tuviera su enfermedad probablemente estaría con su madre justo ahora. Pero la vida es así, quizás injusta, pero te enseña a ser fuerte y el moreno realmente quería creer que él lo era al menos un poco.

No sabe por cuanto tiempo estuvo así, mirando fijamente el techo, con su cara mojada y sus ojos rojos, pero necesitaba de alguna u otra forma desahogarse y sanar sus heridas un poco.

Había olvidado cerrar la puerta de su habitación y Liam estaba allí, mirándolo llorar, no sabe por cuanto tiempo y Zayn sólo pudo cubrir su cara con sus manos. No quería que lo viera así. Sintió los pasos del castaño acercarse, hasta que se acomodó al lado de él y acarició sus cabellos.

—No tienes que ocultarte, Zy. Todos necesitamos llorar a veces.— Susurró. —Esta bien dejar salir lo que nos atormenta, eso es de personas fuertes y créeme Zayn, tú eres la persona más fuerte que he conocido.

El morocho quitó sus manos de su cara y miró a Liam, el cual secó suavemente sus lágrimas.

—Definitivamente odio verte llorar, es una imagen que rompe mi corazón, pero aún así, te ves hermoso.— Musitó logrando que Zayn se sonrojara.

De repente su tristeza se esfumó, sólo podía concentrarse en Liam y su corazón se aceleró, ¿cómo es que podía hacerlo sentir así?

—Haces que me sonroje terriblemente mal.— Sonrió levemente para después sentarse a la par del castaño. —Me has hecho sentir mejor, Li. Muchas gracias.
—¿Por qué llorabas?, claro, sí puedo saber...
—Mi madre.— Respondió.
—¿Qué ha pasado con ella?
—Me abandonó, al igual que mi padre, pero bueno, ella es la que más me importa.— Dijo encogiéndose de un hombro. —Ella no puede lidiar con que su único hijo tenga una enfermedad que lo vuelve prácticamente inútil.

—Lástima por ella.
—Además no puede arruinar sus trajes Chanel llevándome a un hospital.— Murmuró.
—Entonces ella no te merece, lamento decirlo, pero es así, Zy. Eres increíble, no la necesitas.
—Desde siempre sólo quise su aprovación, ¿sabes?, pero sólo encontré su desprecio.
—Yo siempre decepciono a mi madre y lo sabes. Pero contigo es diferente, tú eres quién debe estar decepcionado de tu madre, ella tarde o temprano se dará cuenta de su error.
—Espero que sea así.— Hizo un leve puchero y Liam sonrió.
—Ella no merece tus lágrimas, cariño.

Zayn sonrió ampliamente.

—Cambiemos de tema, ya no quiero hablar de eso.— Dijo mirando a Liam. —¿Cómo ha estado tu día?
—Pues mejoró completamente cuando vine a verte.— Respondió sinceramente. —¿Cómo te ha ido en el chequeo?
—Pues bien, creo. Estoy estable, eso no está mal.

Ambos chicos continuaron allí hasta que el cielo se tornó oscuro, Abraham les había llevado algo de comer y ahora veían un documental sobre extraterrestres, pero realmente ninguno podía concentarse completamente en él cuando estaban tan cerca. Liam se sentía completo cuando estaba con Zayn, era una sensación que difícilmente se podía explicar.

—Ya me aburrí.— El moreno rió.
—Realmente no le estaba prestando atención.
—Yo tampoco.

Ambos rieron mirándose a los ojos pero rápidamente apartaron sus miradas sintiendo algo de vergüenza.
Liam apagó el televisor y se sentó al lado de Zayn sonriendo cuando este recargó su cabeza en su hombro.

—¿Cómo están Louis y Harry?
—Juntos.— Rió por lo bajo.
—¿Juntos?
—Sí, ellos están saliendo o algo así.
—Wow.
—Yo tampoco me lo esperaba, pero Louis esta increíblemente feliz, desde que está con Harry ha dejado de meterse en problemas.
—Estoy feliz por ellos.— Susurró Zayn.

Ahora sólo faltamos tú y yo. Pensó Liam y reprimió una risa ante sus pensamientos.

Zayn sintió un fuerte dolor en su pecho y cerró fuertemente sus ojos, hasta que este se fue.

—¿Estás bien, Zy?— Liam se preocupó al instante.
—Sí... sólo ha sido un dolor en el pecho.
—¿Necesitas que llame a Abraham?, ¿estás bien?
—Tranquilo, Li. Ya estoy bien, ha sido rápido, no te preocupes.
—Por favor dime cuando no estés bien, no me perdonaría jamás si algo malo te pasara.— Pidió dejando un suave beso en la mejilla del menor.



N/A: Sigo sin asimilar que ya van 21 capítulos, qué rápido va esto, ah. 💕

Si quieren una dedicación, pueden pedirla aquí. ✨

Nath.

broken pieces // ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora