Ángelus©

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴄɪɴᴄᴏ.

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  Los días transcurren lentamente, en la semana, Darius acompaña a sus padres a realizar asuntos del reino, conocer a los habitantes, almuerzos y cenas con condes, y visitar a Sara para que sus padres resuelvan la fecha de boda que sus retoños tendrán. Mientras eso pasa, Pandora se esfuerza por enseñarles a los niños lo que pueda, pero ellos, ya no tienen demasiado entusiasmo por aprender "cosas buenas".

—Em... ¿Fler? —musita Leo en voz baja mientras ella y Henry se besan en la habitación del niño, ella lo observa y dice mientras Henry le besa el cuello:

—¿Sí cariño?

—Em... quiero que... —se ruboriza avergonzado— me ayudes a conquistar a una chica. —murmura Leo jugando con los acetatos de sus botas sentado en la alfombra. Fler y Henry lo observan sonriendo, luego Henry se acerca a él y dice:

—¿En serio? Pero si tú puedes hacerlo solo.

—No... no lo sé. —Murmura el niño frotándose la nuca incómodo.

—¿Quién es? —Pregunta ella sonriendo y Henry asiente.

—No lo puedo decir.

—Bien, entonces dinos cómo es. —Responde Henry metiendo las manos en sus bolsillos. Leo levanta la vista pensando y dice:

—Tiene el cabello negro. Ojos cafés hermosos... y... es muy bonita y amable.

—¿Ah sí? —Dice Henry sentándose a su lado y Leo asiente— Bien, deberías iniciar regalándole algo.

—¿Cómo qué? —Pregunta Leo confundido. Henry ríe y Fler dice:

—Joyas.

—Bien... veré qué hago. —Musita Leo levantándose rápidamente y Henry dice:

—Es un excelente niño... —Observa a Fler sonriendo ladino— ¿sabes qué más es excelente?

—Sexo. —Responde ella y Henry asiente parándose.

Minutos más tarde, Leo se encuentra con una caja pequeña color marrón brillante entre manos. La pone en la mesita del centro de su habitación y se sienta, en su cama se encuentran Henry y Fler haciendo el amor... O quizás sólo teniendo sexo.

El niño abre la caja y observa un par de pequeños pendientes de cristal. Así que piensa en Pandora, y lo hermosa que se verá los accesorios mencionados puestos. Guarda la cajita en su chaqueta y se encamina a guardar las demás joyas que su madre le dió para que él las gaste, o sólo para mostrarles a los demás los tesoros que su hijo posee. Mete la caja en su armario y se voltea para ver a Fler de espaldas, desnuda, sobre Henry, se sienta en el sillón observándolos y analizando cada parte de la escena, mientras espera el momento adecuado para darle a Pandora el presente.

—Niño, ¿que no ves que estoy ocupada? —Regaña Neherenia enfadada, dejando su libro con brusquedad. Alone tiene algo en la espalda mientras observa a la chica; ambos se encuentran en la casilla frecuentada por Neherenia. Ella mueve la mano y dice molesta:

—¿Qué quieres? ¿Una paliza?

Alone lanza un conejo degollado en la mesa. Ella frunce el ceño recordando ése conejo, que hace tiempo Alone perdonó la vida.

No por mucho.

—Bien hecho. Felicidades... te dije que no debías perdonar nada y ser un hombre. —Murmura Neherenia sonriendo con maldad— Ahora estás aprendiendo.

—¿Puedo irme? —Pregunta él bruscamente y Neherenia asiente con seriedad. Alone baja de un salto las escaleras de la casilla dejando sola a Neherenia y sus pensamientos: