[...]
Minutos más tarde, Pandora se encuentra paseando en el mismo bosque. Respira el aire puro del lugar con los ojos cerrados, luego escucha:
—¡Cuidado!
Abre los ojos y vé que una flecha se dirige a ella. Leo viene corriendo y la tumba al suelo, la flecha se clava en el suelo en el lugar en donde Pandora estaba hace unos segundos, Leo se para y se sacude las manos, Pandora se sienta en el suelo y jadea intentando respirar, pone una mano en su pecho para verificar que su corazón no haya salido por su boca o no haya explotado, Leo recoge la flecha observando su punta, tiene una pequeña fisura.
—¿Así que esto la desvió?
—A-alteza, ¿qué fué eso? —pregunta ella con una mueca de terror. Leo gira y le responde desinteresado:
—Ah, sigues allí. No es nada, sólo un mal tiro.
—¿Un mal tiro?, con mucho respeto, no le recomiendo ese peligroso deporte —contesta Pandora levantándose.
—No, tranquila, no me pasará nada, hay posibilidades de uno a cien de que el arquero salga herido. —Le responde él observando la flecha. Pandora entrelaza los brazos y contesta en tono suave:
—No me refiero a usted alteza, me refiero a los demás.
Leo se voltea y observa atento a Pandora, luego pregunta:
—¿Por qué habría de interesarme los demás? Fler dice que sólo debo preocuparme por mí mismo.
—¿Seguro que cumple con ello? —Leo asiente confundido— ¿Entonces por qué saltó a salvarme y no dejó que la flecha me diera? —dice Pandora sonriendo leve. Leo arquea una ceja y contesta:
—¿Tienes idea de lo que pasará si le pasa algo a la querida Essai del principito Darius?
Pandora cruza los brazos y dice:
—¿Por qué lo llama así?
—Porque lo es. —contesta Leo arqueando una ceja y encogiéndose de hombros. Pandora ríe ligeramente y dice:
—¿Qué es usted entonces?
—Soy un niño con muchas cosas que hacer, permiso.—dice Leo alzando las cejas sin darle importancia a Pandora, se gira y empieza a caminar. Ella manda sus labios a un costado pensando, observa la espalda pequeña de Leo y dice:
—¡Ah!
Leo se detiene a unos metros de ella, se voltea y observa a Pandora, quién está triste. Él dice mientras se acerca lentamente:
—¿Ahora qué te pasa Essai?
Llega a ella, Pandora lo observa fingiendo estar triste y dice:
—Es... agh, no le va a interesar.
—Depende de lo que sea. —contesta Leo poniendo la flecha en uno de sus hombros, y observando a Pandora con una arrogante sonrisa.
—Pasa que... había visto a un conejo muy bonito, pero se escapó por allá... —dice ella afligida— si tan sólo hubiera un cazador que me ayude.
—¿Un conejo? Son muy rápidos. —murmura él tocándose la barbilla y pensando, luego levanta la mirada desafiante— Te voy a ayudar. —contesta Leo sonriendo. Pandora levanta ambas cejas y dice:
—¿En serio?, muchas gracias.
—¿Por dónde se fué? —dice Leo caminando detrás de Pandora. Ella lo sigue con la vista y dice:
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Ángelus©
FantasíaPandora Laborda es una humilde campesina, quien a su corta edad, es asignada como tutora del pequeño príncipe de su reino. Una vez en el palacio, descubre que sus compañeras tutoras no desempeñan su trabajo como corresponde, así que decide tomar car...