ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ.

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  En la mañana siguiente, los sirvientes andan de un lado a otro, muy apresurados en la cocina. Las personas chocan entre sí, mientras hacen el desayuno, las mucamas corren de un lado a otro con sábanas limpias en manos, entrando y saliendo de las habitaciones. Pandora sale ya cambiada y limpia de su habitación, sonriendo al ver a Rocket y Amber forcejear con una puerta, niega con la cabeza y se desvía en otro pasillo bastante alegre y enérgica. Pero cierra los ojos cuando su cara impacta contra algo duro.

  Ella levanta la mirada y reconoce el pecho de Darius. Él ríe mientras la sostiene de sus manos para no caiga, ella se queda aturdida y chilla:

—¡Lo lamento!

—Oye tranquila Pandora, ¿estás bien? —Pregunta él sonriendo mientras ella se ruboriza apenada, luego responde torpe:

—Ssí... hmm... ¿a-dónde va?

—A recibir a alguien, ya llegó, sígueme no hay tiempo para explicar. —Responde él sonriendo mientras la toma de la mano y comienza a correr en los pasillos tal y como era antes. Pandora observa a Darius corriendo de espaldas mientras carcajea, luego en el interior siente una pena inmensa recordando que ya había culminado su trabajo y en cualquier momento debe marcharse.

  Ambos llegan al salón principal y Darius escanea la habitación con la mirada, luego dice:

—Ven. —la estira de nuevo y Pandora pregunta mientras corren:

—¿Quién ha llegado, Príncipe Darius?

—Ya lo verás, te va a encantar. —Especula él sonriendo mientras se detienen en el salón siguiente, junto a los vitrales altos y delgados. Pandora se paraliza cuando vé a Oritel y Marion hablando alegre con Caroline, ella se voltea y sonríe al ver a Pandora.

  La Essai siente un vuelco de odio y rabia en el corazón, mezcladas con pena al recordar que ella fué quién puso a Neherenia y Fler en donde están ahora, mientras que Darius se encamina a ella y la abraza diciendo:

—Caroline, bienvenida seas.

—Querido, qué mucho has crecido —dice Caroline riendo mientras le da unos golpecitos en la espalda. Pandora se acerca con los brazos cruzados, observando demasiado hostil a la invitada— y aquí está, la mejor Essai de todas.

—Gracias —murmura Pandora fingiendo felicidad. Pero hiriviendo cual caldero con pirañas en su interior, imaginándose que Neherenia es el ingrediente principal de su sopa mental.

—¿Te quedarás ya? —pregunta Oritel sonriendo leve. Caroline se voltea y responde:

—Me temo que no, lo lamento. Sólo voy de paso, debo ir a Sisiphus y luego a Arkham para una breve visita, pero luego estoy aquí sin falta para retirarle el tatuaje a Pandora. —La mencionada baja la mirada— No me tardaré, será poco tiempo, con su permiso y que tengan buenos días.

  "Por mí que tu carruaje caiga en un barrasco maldita víbora". —Piensa Pandora observando con una sonrisa a la bruja.

—Adiós Caroline —Se despiden el rey y la reima asiente hacia la misma sonriendo, mientras se voltean para comenzar a irse. Caroline se gira y Darius la interrumpe.

—Eh, Caroline. —Ella se vuelve hacia él levantando las cejas— Te quería agradecer por haberme dado a Pandora, mi infancia fué la mejor gracias a ti.

—De nada... —Observa a Pandora con una mueca de burla y ella frunce el ceño— es mi trabajo, no lo agradezca joven Darius.

  Una cachetada verbal para Pandora. La bruja la imitó en modo de burla.

Ángelus©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora