ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄᴀᴛᴏʀᴄᴇ.

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Mientras tanto, Caroline se encuentra en la habitación de Fler, ella suda y jadea un poco. Caroline sonríe y dice:

— ¿No duele nada?

— No, sólo me molesta la fiebre, es todo. —Contesta Fler cerrando los ojos.

— Bien, Neherenia ya pudo dormir, de hecho pasé a través del marco de la puerta, y ya se durmió. —Dice Caroline caminando hacia la puerta.

— La aburres, es todo. —Susurra Fler somnolienta. Caroline ríe y niega con la cabeza, sale y camina por el pasillo lentamente, llega a la habitación de Pandora, suspira cerrando los ojos, hace una sonrisa forzosa y abre la puerta diciendo:

— ¿Cómo está la mejor Essai de todas eh?

Se queda en silencio al ver a Pandora en un mal estado, tiembla desenfrenadamente y suda gruesas gotas, tiene los ojos cerrados y está boca arriba. Caroline se acerca lentamente observando atentamente a Pandora, se queda parada a un par de metros de la cama, chasquea los dedos y las luces se encienden, revelando las venas azules que Pandora tiene por todo el cuerpo, Caroline abre los ojos ampliamente y retrocede ligeramente, Pandora gira la cabeza y abre los ojos, pero éstos están completamente blancos. Caroline sólo susurra:

— Mierda...

Caroline se acerca rápidamente y Pandora vomita un líquido negro al costado de la cama. Ella se detiene y observa el líquido, que humea ligeramente de lo caliente que está, luego levanta la mirada y observa a Pandora, quién la observa atentamente sin moverse, ella se paraliza y Pandora susurra:

Caroline... Fiore... Quién seas... Te voy a matar si le pasa algo a Pandora.

Pandora grita y Caroline se tapa los oídos de inmediato, retrocede y se inclina ligero. Pandora sigue gritando, grito el cual se multiplica en muchos gritos más, que rebotan en toda la habitación y Caroline le grita con el ceño fruncido:

— ¡Cállate!

Pandora se detiene, la observa y dice sonriendo:

¿El grito de una virgen te lastima perra?

Cierra los ojos con fuerza y se toca el vientre, como si se contrayera, Caroline la observa y se acerca rápidamente, se sienta a su lado, le toca la frente y Pandora llora, luego dice:

— ¡Me duele Caroline! ¡¿Qué me hiciste?!

— ¡Cálmate Pandora! —Cierra los ojos y abraza la cabeza de Pandora mientras ella se retuerce del dolor. Se separa de ella y queda boca para arriba; su marca cambia de forma y Caroline susurra molesta:

— Por eso odio a las brujas blancas... sobre todo vírgenes, le pones un poco de veneno y mira cómo reaccionan... Pero el amo Exodia exageró, sí que se ensañó con la pobre jaja.

— Me duelen los huesos... —Susurra llorando— quiero irme a casa...

— No lo harás Pandora. —Dice Caroline sonriendo y se levanta— Te dejaré sola, debes descansar.

El líquido negro que Pandora escupió, comienza a trepar las patas de la cama. Caroline sonríe y mientras camina hacia la puerta dice:

— Buenas noches Pandora, que descanses. —Pone la mano en el picaporte y la observa. El líquido negro le trepa por la pierna y luego por el pecho, ella respira con dificultad y aprieta las sábanas— Felicidades, nunca antes había visto que alguien haya logrado expulsar el veneno de mi amo, pero lastimosamente, no eres lo suficientemente fuerte, te dejo... —Sonríe y el veneno empieza a entrarle por la boca. Pandora se aprieta la garganta llorando y Caroline ríe— Adiós, veo que estás ocupada luchando con tus demonios.

Ángelus©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora