ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɴᴜᴇᴠᴇ.

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Marfil. Capital de Tenma.

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Mientras tanto en el castillo central de Tenma, en una habitación bastante amplia, a oscuras —iluminada por un candelabro de velas en el techo, una ventana estrecha y unas pesadas cortinas cubriéndolas ligeramente, iluminan un pedazo de la habitación—, en ella no hay ningún mueble, está vacía, pero al par de segundos, las puertas se abren e ingresan dos pajes vestidos elegantemente.

Luego por esa misma puerta, entran Sasha e Hilarius, ambos vestidos normalmente, como si sólo se tratase de una visita casual. Los pajes reverencian y vuelven a salir, Sasha observa a su alrededor con una sonrisa, reconociendo el lugar. Hilarius la observa atentamente y dice:

— ¿Recuerdas? Aquí fué cuando de niño te conocí.

— Sí... ¿cómo olvidarlo? Eras un niño muy tierno, pero mandón —contesta ella sonriendo melancólica.

— Sí, en el primer momento no te acepté, por que creía que mi madre, era la única que debía hacer lo que hiciste —responde riendo. Sasha asiente y recuesta su cabeza en el hombro de su esposo, luego la puerta se vuelve a abrir, pero esta vez un sólo paje entra, reverencia y anuncia:

— Señores, encontré a su hijo vagando en los jardines.

— Llámalo, que venga —contesta Hilarius y el paje asiente, se voltea y habla, luego revencia y se marcha sin decir más.

Un niño de unos ocho años de edad, con el cabello negro y lacio, ojos marrones oscuros y la tez muy blanca; vestido con un traje negro y pantalón del mismo color, ingresa con algo de vergüenza; con la cabeza gacha y avanza lentamente, al llegar reverencia e Hilarius pregunta:

— ¿Qué estabas haciendo?

— Estaba viendo los jardines... son bellos —contesta el niño sonriendo leve. Sasha sonríe y especula hacia Hilarius:

— Le encantan las flores del castillo.

— Lo sé —contesta riendo.

— Quédate aquí Alone, en unos minutos llegarán los demás, debes conocerlos a todos. —Dice ella y el niño asiente sonriendo.

Él se coloca en medio de sus padres y los observa uno a la vez. Sasha le recoge un mechón de cabello y lo manda tras su oreja sonriendo, luego la puerta se abre y los pajes aparecen nuevamente, se colocan a ambos lados de la puerta y se quedan parados allí.

Sasha se recuesta en el hombro de Hilarius, mientras que Alone observa atento. La reina Layla y el rey Albus, junto con un niño de la misma edad de Alone en apariencia ingresan, el niño tiene el cabello castaño con bucles leves, ojos verdes y pecas ligeras en el rostro, vestido con una chaqueta azul francia remangada con detalles en dorado y pantalón beige. Al ver a los presentes, Layla sonríe burlona, levanta una ceja y dice en un tono vanidoso:

— Buenos días, ¿tanto tiempo no?

— Buenos días Layla, sí, me temo que ha pasado mucho. —Contesta Hilarius sonriendo leve hacia la familia.

— Pero estamos aquí, para  conocer el futuro de nuestros hijos. —Dice Albus suspirando. Alone observa atentamente al otro niño y cuando éste lo observa, desvía la mirada y le da mano a su madre, el niño frunce el ceño y observa a su padre.

— Sí, espero que en ésta generación, sean tan excelentes como las antepasadas. Sasha tú misma eras una. —Dice Albus sonriendo.

— Sí, soy consciente de que éramos buenas. —Reconoce Sasha encogiéndose de hombros e Hilarius le besa la mano.

Ángelus©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora