Ella sólo pretendía reencontrarse consigo misma, ponerse a prueba.
Inicia un viaje del que nunca va a poder escapar.
Hay sombras que, incluso en la noche, nunca dejan de acechar.
Niall decide hacerse cargo de Kendall, que desde el incidente conmigo y la muerte de Taylor, no ha vuelto a hablar con nadie.
Harry le ha pedido perdón y ha intentado interactuar con ella pero no está receptiva.
Le ayuda a hacer una pequeña fogata donde podamos calentar las dos últimas latas de comida precocinada que nos quedan.
Ya es de noche y estamos todos cerca de la cabaña. La fogata la hemos alejado un poco para mantener a salvo la hojarasca que hemos colocado alrededor.
Lou decide ir a ayudarles a abrir las latas, con piedras se hace difícil abrirlas, dejando a Lux a cargo de Mark que la coje en su brazo y se la apoya en la cintura como si de un saco se tratase.
Después de cenar, vamos entrando uno a uno en la cabaña, colocándonos para dormir y distribuyendo las estacas.
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Lou decide apagar la fogata y ahogar las pocas brasas que quedan para evitar que pueda ser utilizado en nuestra contra, mientras Cal y Mark le esperan atentos.
Una vez dentro, todos tumbados y en silencio, nuestros sentidos se agudizan y se alertan ante cualquier ruido cercano.
Pero todo está en silencio. Un silencio muy relativo, porque la vida de la selva sigue su curso, los animales nocturnos y roedores toman el relevo y protagonizan un sinfín de sonidos.
Dentro de nuestra cabaña, sólo oímos el tiritar de Lottie. Le castañean los dientes de la fiebre, que a pesar de los paños de agua fría que Cindy le pone y haberle dado todas nuestras reservas de antibióticos, no desaparece.
Louis no se separa de ella, al igual que Cindy y Jenna, que ni siquiera se han tumbado. La vigilan a cada minuto controlando su estado como pueden.
- trata de dormir - me dice Harry volteando mi cara hacia él con la yema de sus dedos y haciendo que deje de mirar a Lottie - necesitas descansar.
- no creo que pueda dormir - le reconozco colocándome frente a él.
- empieza por cerrar los ojos y déjame el resto a mi.
Levanta su mano, acerca el dedo índice a mis ojos y los cierra con mimo uno a uno. Gracias a la tenue luz de la linterna, puedo ver su sonrisa cuando me resisto a cerrar los ojos ( mientras él me cierra el izquierdo, yo abro el derecho y así sucesivamente) . Inclina un poco la cabeza y me besa.
Pasa los dedos por mi sien y comienza a acariciarme la cabeza a modo de peine suave desde la sien hasta detrás de la oreja.
.......
Un chasquido hace que me sobresalte. Harry está profundamente dormido, boca arriba, con la cabeza inclinada hacia mí, su mano agarrando el brazo que tengo sobre su estómago y el otro bajo mi cabeza.
Lentamente y con cuidado de no despertarle, miro hacia las chicas y me levanto.
Compruebo que han vuelto a encender la hoguera y están calentando trozos de camisetas sobre una piedra plana que han puesto sobre ella.
Lottie sigue igual.
- Cómo está? - les susurro tan bajito como puedo.
- muy mal - a Lou se le llenan los ojos de lágrimas - vomita hasta con el agua.
- No es insolación verdad? - miro a Cindy rogándole una respuesta.
- Lo creí al principio pero ya no - Baja la vista hacia ella y le coloca otro paño que le acaba de dar Cal en la frente.
- es malaria? - al pronunciar esa palabra Cindy abre los ojos de par en par como si acabase de soltar el secreto mayor guardado y Cal se queda paralizado en la entrada.
- puede ser. Nunca he atendido a nadie con malaria, conozco los síntomas pero nunca lo he tratado - Suspira profundamente - se confunde con facilidad con una gripe, pero no lo es.
- Si es malaria, deberíamos despertar a Louis y decírselo - propone Cal - él debería saberlo con tiempo.
- dejemosle dormir un poco más - Lou le mira muy apenada - que lo sepa ahora no cambiará nada.
- cambiará el que pueda despedirse de ella - dice rotunda Cindy - no se cuánto tiempo va a resistir, pero no será mucho.
Al decir eso, Lou comienza a llorar con la mano en su boca mitigando su llanto y Cal se sienta desplomado en el suelo sin dejar de mirar a Lottie con la mandíbula tensa y la barbilla agitándose.
- entonces, deberíamos despertar a todos - opino - nos quedamos aquí y dedicamos el día a acompañarla.
Cal y Lou asienten mientras Cindy vuelve a limpiar el sudor de la garganta de Lottie.
Uno a uno, los vamos despertando a todos con un leve movimiento en el hombro y un par de palabras dichas con cuidado y suavidad.
Ya está amaneciendo así que vamos saliendo de la cabaña para dejar solo a Louis con su hermana, tal y como nos ha pedido.
