Cinta 11 - 1° parte

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Toda la historia que leeréis a continuación está contada por Ellen a tiempo pasado.

El ánimo de Harry cambió radicalmente.

Él siempre trataba de sonreírme cada vez que le miraba o que él pensaba que yo necesitaba su sonrisa. Pero sabía de sobra que no era real, que no era sincera. Aún así, jamás le dije nada. Aceptaba su sonrisa y se la devolvía del mismo modo.

Seguimos nuestro camino los dos solos, agarrados de la mano, como siempre, guiándonos el uno al otro. Teniendo mil ojos a todo lo que nos rodeaba, y uno más para nosotros mismos.

Pasamos un primer día sin sobresaltos. Caminando prácticamente en silencio. Nos deteníamos con frecuencia para evitar que Harry se cansara demasiado ni forzara sus pulmones. Yo me encargaba también de bajar plátanos cuando encontrábamos algunos maduros.

Sin poder evitar su correspondiente enfado, pero me dejaba hacer, más resignado que conforme, pero lo hacía.

Ya de tarde encontró por casualidad una cueva pequeña medio cavada en el suelo. Parecía que hubiera sido escarbada por algún animal pero aún así era nuestra única opción.

Nos sentamos fuera durante unas horas vigilando el perímetro, atentos a lo que pudiera salir o entrar de allí. Pero cuando comenzó a oscurecer, viendo que no había nada sospechoso, decidimos arriesgarnos.

 Pero cuando comenzó a oscurecer, viendo que no había nada sospechoso, decidimos arriesgarnos

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Entramos y vimos un lugar más amplio de lo que parecía desde fuera.
Nos acoplamos con holgura pero como siempre, nuestros cuerpos se buscaban y dormíamos abrazados y agarrados de la mano.

Era ya, más que una costumbre, una necesidad.

Pasamos allí una noche relativamente tranquila.

Harry tuvo pesadillas con los chicos. Cada vez que se relajaba y se dormía, comenzaba a moverse con espasmos, sacudía los brazos como si quisiera alcanzarlos y no pudiera. Le despertaba justo cuando comenzaba a gritar. No era seguro que en el silencio de la noche se nos oyera pero tampoco quería que se alterara mucho y su respiración se viera afectada.

No recordaba lo que soñaba pero al volver a dormirse, el sueño se repetía.

Un poco antes de amanecer, al despertarle de nuevo entre sudores y gritos, se desveló e insistió en vigilar mientras yo dormía algo. Allí nos sentíamos a salvo y nuestro ánimo no había cambiado, así que decidimos quedarnos y descansar hasta que algo nos diera la señal de que debíamos partir.

Harry no hablaba mucho de esos sueños. Sólo me confirmó que se trataba de los chicos y de Cal. Estaba muy arrepentido de haberse separado de ellos aunque entendía el motivo, le dolía más de lo que él pensaba. Tenía la extraña sensación de que al no apoyar a Mark contra Louis, era responsabilidad suya lo que les pasara.

No dejaba de pensar en que le estuvieran necesitando.

Pensé en mil maneras diferentes para animarle, de hecho intenté algunas, pero sin mucho éxito.

Claro....que si yo no estaba en mi mejor momento, no podía ni sabía llevarle a él.

Harry no abandonaba su sonrisa. No dejaba de demostrarme que estaba a mi lado, mantenía mi mano agarrada en todo momento, o mis hombros, o mi rodilla. Siempre me tenía sujeta físicamente de alguna manera para dejarme claro, que también me mantenía sujeta psicológicamente.

Él pensaba que yo estaba asustada. Que estaba muerta de miedo por todo lo que nos estaba pasando, por lo que podía pasarnos, que no me había recuperado del episodio de Kendall. Pero no era así.

En ese momento, todo mi miedo nacía, vivía y se alimentaba del suyo. Veía cómo el brillo que siempre había en sus ojos, se apagaba por momentos. Cómo sus hombros, su espalda y su cuerpo, estaban arqueados y decaídos. La expresión de su cara, cuando él creía que no le miraba, era triste y preocupada.

Yo podía con todo. Siempre me he sentido capaz de todo, pero en ese momento, aunque no lo fuera, él era lo único que me mantenía fuerte. Si él estaba bien, yo estaba bien.

Pasamos otra noche allí. No teníamos casi conversaciones salvo las frases de rigor que ambos nos decíamos para mantener las apariencias "estás bien?....deberías comer algo....estaremos bien....esto pasará.... saldremos de ésta..."

A la mañana siguiente desperté a Harry. Me pareció oír voces no muy lejos de donde estábamos. Pero no sólo eso, sino que me pareció entender lo que decían.

Harry se incorporó y medio salió de la cueva tratando de escuchar bien y de identificar lo que decían.

- son americanos!!! - se volvió hacia mí y sonrió de verdad - vamos!!

Me cogió de la mano y abandonamos sin pensarlo, todas nuestras cosas allí, saliendo al encuentro de aquellos desconocidos.

Harry tenía razón. Eran americanos. Cuando nos vieron parecer se extrañaron un poco pero en seguida entendieron nuestra situación en cuanto nos permitieron contársela.

Nos acompañaron hasta donde tenían sus jeeps y nos llevaron a su hotel. Tardamos unas 6 horas en coche.

Lo primero que hicimos fue preguntar si habían visto a alguien más pero una dolorosa negativa fue lo que recibimos.
Uno de ellos, se comprometió a intentar convencer a los demás para que a la mañana siguiente, salieran en busca del resto.

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