Capítulo 28

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Catelyn terminó de hacerle el nudo de la corbata a su amigo. El chico murmuró un gracias y se giró para verse en el espejo de su habitación. Mark llevaba un traje, con pantalón, americana y chaleco interior de azul oscuro no muy fuerte, una camisa blanca, la corbata azul claro que le acababa de abrochar su amiga y un pañuelo plateado en el bolsillo de la chaqueta. -Entonces, ¿qué vas hacer? –le preguntó su amiga sentándose en la cama.

La chica llevaba un vestido verde claro de palabra de honor con falda de gasa a medio muslo con pedrería salpicada en él. Los tacones blancos que acompañaban el vestido estaban tirados por el suelo de la habitación. El traje de Mark y el vestido de Catelyn, al igual que el sus compañeros, eran todos cortesía de Candidus.

-Supongo que hablaré con ella esta noche, tengo que decírselo todo –respondió Mark sentándose a su lado.

-Ese es mi chico. –Sonrió.

-¿Y tú con Lexie? O me vas a decir que la pediste quedarse en tu casa a causa de la famosa bondad de Catelyn Syddle –dijo Mark entre risas.

Su amiga le dio un puñetazo en el brazo.

-Puede que no fuera solo por mi famosa bondad, puede que estuviese enamorada...

¿Qué? –exclamó Mark poniendo cara de sorpresa-. No, imposible, ¿tú enamorada? Si apenas se te notaba.

-Eres tontísimo, en serio –la chica rió-. ¿Crees que debería hacer algo?

-Debes. Regálale tú una pulsera que signifique "te quiero, pero me da tanta vergüenza decírtelo que mejor te regalo una flor de plástico." ¿No va de eso vuestro rollo? –Mark rió y su amiga le echó una mirada asesina-. No, en serio, habla con ella, díselo.

-¿Estás seguro?

-Esta va a ser nuestra noche, Catelyn.

Llegaron al instituto, donde estaban las demás chicas, vestidas cada una con su respectivo vestido del color que más les representa: Tara llevaba un vestido rojo liso con una falda de capa por debajo de la rodilla, un cinturón de pedrería a la altura de la cintura y un escote de palabra de honor cogido al cuello con un collar plateado, acompañado de unos tacones negros y un collar con una pequeña piedra roja; Marie iba con un vestido morado de coctel en tonos morados con falda evasé y cuerpo transparente con forro blanco y escote corazón decorado con pequeñas flores plateadas, con tacones blancos bajos; Kristen llevaba un vestido verde con distintos largos, con el cuerpo drapeado y un solo tirante a la derecha, con tacones de pedrería plateada; Lexie iba vestida con un vestido marrón chocolate de palabra de honor, con la parte del pecho de color pastel al igual que sus tacones; y Anne llevaba un vestido con mini falda, manga larga, escote de nube y cogido a la cintura con un cinturón plateado y tacones cerrados negros. El plata era el color que se les había otorgado a los Elementales Divinos, estando el oro utilizado por Candidus y los demás Elementales Superiores; por eso Lexie no llevaba nada plateado.

Estaban hablando con Calebud, que iba ataviado con un traje negro liso, una camisa blanca y una corbata negra. El profesor les guió por el instituto, con los tacones de las chicas repiqueteando por el los pasillos vacíos hasta su despacho.

-Resérvame un baile -dijo Tara al oído de Mark, con los tacones era casi tan alta como él-, tengo que hablar contigo.

Los chicos entraron en el despacho, Calebud cerró la puerta y repitieron el mismo ritual de siempre: mano izquierda en el hombro del compañero y Esfera de Poder, que llevaban las chicas en sus diminutos bolsos de fiesta -Mark en el de Catelyn- en la mano derecha. Calebud repitió el conjuro que les llevó a Elementum.

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