Mark se quedó mirando a Marie sin entender. «Seguramente no podría leerle la mente porque no había entrenado ese poder lo suficiente», se dijo el chico. Mark desvió la mirada hacia el chico que había aparecido de pronto: Grey. Estaba ahí parado, sin decir absolutamente nada, mirándoles a todos.
-¿Y vosotros qué? –preguntó acercándose lentamente.
-Yo me llamo Christopher. –Se señaló-. Estos de aquí son mis amigos: Kristen, Anne,
Mark, Marie, Tara –dijo señalándolos uno a uno- y...
-Yo soy Catelyn. –Y se levantó para abrazar a Grey.
Catelyn volvió a su sitio un poco avergonzada dejando al otro chico más confundido que antes.
-¿Y qué estáis haciendo aquí? –preguntó Grey después de recomponerse del abrazo.
Los chicos se miraron entre ellos sin saber qué decir. No podían decir nada de su misión y no tenían ninguna coartada pensada.
-Hemos venido de misión –dijo Kristen levantándose.
-¡Kristen! –masculló Tara.
Kristen acababa de revelar que iban de misión como el que comenta que está lloviendo. Había pasado un día y ya se les olvidaban todas las normas que les habían impuesto. Los chicos rezaban para que la negligencia de Kristen no les crease problemas. Mark no entendía el comportamiento de su amiga, que nunca se había comportado así.
-¿De misión? ¿Qué tipo de misión?
Grey miraba a Kristen como si estuviese loca; no solía haber misiones en Elementum, no desde que Nigrum desapareció. Pero, claro, ahora había vuelto.
-Nos han encargado capturar... -empezó Kristen.
-Analizar plantas. Sí, nos han encargado analizar plantas –dijo Mark, pero no sonaba muy convencido.
-Entiendo... -Grey sonrió-. Pues bien, conozco un lugar genial para estudiar plantas.
-Guay –exclamó Christopher agitando el puño intentando sonar entusiasmado.
Los chicos recogieron sus sacos de dormir y los metieron en las mochilas. Desayunaron un poco y se pusieron en marcha, dejándose guiar por Grey. Con mucha suerte les podría conducir al pueblo.
-Mark –dijo Marie poniendo la mano en el hombro de su amigo-, ¿no te parece muy raro todo esto?
-¿El qué? ¿El tío este?
-Sí... No sé. Llega de la nada, no puedo leerle la mente y nos ayuda en nuestra supuesta misión de analizar plantas.
-Marie, no tienes el poder muy entrenado. Entre eso y que acabábamos de levantarnos, a lo mejor es por eso por lo que no has podido leerle la mente –susurró Mark.
-Piensa un número –exigió Marie ligeramente indignada.
-¿Qué?
-Que pienses un número, una frase, una palabra..., lo que quieras. Verás cómo sí que puedo leerte la mente.
Mark se quedó mirando a su amiga mientras hacía lo que le había pedido. Ésta le respondió con la misma mirada que había echado Grey. Un cosquillo recorrió la cabeza de Mark.
-El número dos. E idiota lo serás tú.
Mark se rió. Marie tenía razón: sí que podía leer la mente. Estuvieron debatiendo un rato sobre lo que podía haber pasado con Grey. Mark optaba por fallos que correspondían con el poco entrenamiento o que no tenía afinidad con Grey. Pero Marie estaba segura de que Grey ocultaba algo y por eso no se le podía leer la mente.
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Los Elementales
FantasySe acerca el demisexto cumpleaños de Mark, un chico aparentemente normal con unos ojos azules que no solo le hacen una cara bonita sino que le convierten en alguien muy especial. Días antes de su cumpleaños descubre que algunos de sus compañeros de...