Los días siguientes Chikane la había llevado a cenar a restaurantes caros, pero no tan conocidos, aun así Himeko se sentía extraña en ese ambiente de "persona importante". Disfrutaba más ver a Chikane llegar todos los días a su casa con un ramo de flores.
-Himeko, la semana que viene estaré un tanto ocupada – Dijo ella mientras servía un poco de vino.
-Está bien, por mí no hay problema.
-Para mí sí, voy a extrañarte – Chikane alargo su mano y roso la de Himeko – Me volví adicta a tu presencia.
La primera vez que hicieron el amor en el departamento donde se quedaba Chikane para ella fue impresionante. Demasiado romántico. Coloco velas y flores por todos lados, Himeko nunca olvidaría definitivamente aquel día que la vio en aquella cafetería.
-Yo también – Ambas se acercaron para sellar un beso de amor – ¿Y qué tienes que hacer?
-Me propusieron comprar un área departamental en el Mónaco, ¿te gusta?
-Pues no le conozco mucho – Sonrió.
-Es muy hermoso, en cuanto tenga la oportunidad, te llevaré a sus playas.
-¿Por qué?
-¿Por qué? ¿Qué? – Respondió sorprendida Chikane por la pregunta. Observo a Himeko y sabía que era una pregunta fácil de responder – Porque te amo y quiero que todo mundo vea que eres mía, así nadie se te acerca.
-Chikane, que celosa eres – Empezó a reírse llamado la atención de los demás comensales.
-Cuando al principio te vi con Souma, iba a alejarme de ti porque no quería entrometerme, pero me gustaste tanto que seguí ahí.
-No solo celosa, terca también pero me alegro que lo hayas hecho.
Y saliendo de aquel restaurante, se dirigieron al departamento de Chikane. Había poco tráfico así que no tardaron en llegar. Abrió la puerta y Chikane miro a Himeko entrar, tanto le gustaría que así fueran todos los días. Unos segundos después de entrar, Chikane la apoyo contra la pared y le acunaba la cara a Himeko, estaba caliente, acerco su cuerpo en el de ella, Himeko deseaba a Chikane y eso era lo único que lograba pensar, aquel momento tan íntimo estaba lleno de una tensión sexual que apenas si se podía respirar.
Chikane la besó como si dependiera de ella, no quería esperar más y Himeko gimió. ¿Era posible que deseara a aquella mujer tanto? Sí. Estar con Chikane de esa forma la hacía sentirse en el paraíso, Chikane se movió y le dio un beso en el cuello y a Himeko le hicieron falta fuerzas en las piernas para seguir de pie.
Chikane besaba su cuello y la mandíbula, Himeko metió los dedos en el cabello de Chikane, logro encontrar los botones de aquella camisa que Chikane llevaba puesta y los desabrocho dejando el sujetador solamente. Quería disfrutar y sabía que solo con caricias lentas haría desesperar a su novia.
-Me tienes loca – Confirmo que la necesitaba justo ahora. Guiándola a la habitación se quedaron de pie enfrente de la cama. Chikane beso apasionadamente a Himeko y en cuestión de segundos, las dos estaban desnudas, se arrodillaron y quedaron frente a frente. Himeko se sentó en horcajadas encima de ella para poder tocarle el rostro, paso la mano detallándole el rostro, pero sobre todo sus labios. Chikane llevo las manos a sus pechos y le acaricio los pezones, haciendo que Himeko se estremeciera y pudo notar que se ponían duros. Himeko arqueó la espalda y Chikane sustituyo las manos por la boca, besando primero un seno y luego el otro, mientras Chikane la apretaba contra ella aprisionándola por el trasero.
Chikane se movió para poder ponerse encima de Himeko – Eres lo que no imaginaba que existiría en este planeta. Eres tan hermosa – Le comento mientras se colocaba entre sus piernas y Himeko solo la abrazo con las piernas por la cintura.
-Te necesito adentro mío – Himeko levanto las caderas hacia Chikane.
Chikane beso a Himeko mientras con un par de dedos la penetraba lentamente. Empezó a moverse y Himeko la siguió al mismo ritmo. El placer que ambas estaban sintiendo era insoportable y Himeko no pudo evitar que se le escapase algún gemido mientras el ritmo iba creciendo poco a poco hasta que no pudo contenerse más y se dejó llevar por el orgasmo. Luego le siguió Chikane y se acostó a lado de Himeko, susurrando su nombre. Chikane se volteó hacia Himeko, notaba como respiraba con dificultad al igual que ella, pegaron sus frentes y miro atentamente sus ojos, esos ojos amatistas que tanto amaba. Chikane abrazo a Himeko y ella se dejó hacer.
-Eres increíble, Himeko.
Al día siguiente, Himeko se había despedido de Chikane, pues sabía que ella estaría ocupada y estaría al borde de negocios. Himeko se sentía importante al tener una novia empresarial. La semana siguiente Himeko había quedado de verse con Makoto en una cafetería cerca de la pediatría en donde hacia sus prácticas. Ambas ordenaron Paint et confiture y café au lait.
-¿Y que era es importante que tienes que decirme?
-Tengo un retraso.
~
-¿No lo entiendes? Necesito viajar a Francia lo antes posible, tengo más de un mes de embarazo, sí no voy a tiempo no me creerá.
-No importa, déjala – Aseguro Kyoshiro – Es lo mejor, tú me amas a mí, no a ella.
-Esto no se trata de amor, ¿Sabes la vida que tendrá este bebé sí es hijo tuyo? Tendrá que lidiar con la pobreza y señalamientos de las personas.
-¿Tanto te importa eso?
-Me importa demasiado, la vida que tengo con Chikane, es algo a lo que tú no puedes aspirar – Decía Kuu mientras metía ropa en las maletas.
~
-¿Estás segura?
-Sí, debió de haberme bajado el mismo fin que... ya sabes.
-¿Y no sé cuidaron?
-En ninguna ocasión lo hemos hecho...
-Pues entonces preocúpate que puedes estar más que embarazada, aun así, es muy pronto para saberlo, hazte unos estudios.
~
Y no podía seguir escuchando aquellas suplicas de Kyoshiro, su vida, su futuro se encontraba solo a lado de Chikane, abordo el avión con destino a Francia, tenía que darle la noticia lo antes posible.
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Espero que esté capítulo les haya gustado =D
Nos vemos pronto *u*
Es un día genial! (Y)
Kim Min Young le dio me gusta al dibujo que le hice en Instagram *---*
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Ella
FanfictionHacia un tiempo que no se sentía bien, no entendía lo que le pasaba, ver a su esposa ya no le emocionaba como antes y los asuntos de trabajo se le hacían más aburridos que nunca. Tomando la decisión de querer cambiar su forma de llevar las cosas dec...