244. Christina

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Nombre: Christina Edad:15 años.

Hola a todos, yo soy Chris y me gustaría explicaros mis momentos mas difíciles. Ahora mismo tengo quince años y bueno, yo sufrí dos veces bullying. La primera vez fue en verano, cuando iba a pasar al instituto, con unos trece años. Yo, como mucha gente, tenía mi grupo de amigas y siempre había alguna que criticaba, o en otro caso, la que mandaba. Lo gracioso, es que todo empezó por, ¿envidia? Veréis, la chica y yo éramos muy amigas y ella era una obsesionada de One Direction, es decir, no paraba de hablar de ellos, de cantar sus canciones, etc. A partir de ahí, a mi me fueron gustando poco a poco y parecía que a ella no le gustaba que a otras personas les gustase lo mismo. 

Cuando acabó mi último curso de primaria, ella puso a todos mis amigos en mi contra, un día quedamos todos mis amigos y ella me dijo que fuera un momento hablar con ella. Yo fui sin nadie, ya que me dijo que habláramos solas, pero ella tenia a mi mejor amiga de pequeña para defenderla. 

Empezó a discutir conmigo y yo estaba sola, sin saber que decir y sin saber que hacer, mientras que todo el mundo nos miraba y hablaban sobre nosotras. Al cabo del rato, ella se fue hacia otro parque y todos le siguieron, tan solo un chico, UNO, se quedó para animarme. ¿Cuantas personas eramos, unas veinte? En ese momento me sentía una mierda, porque no entendía nada. Yo era una niña muy buena que siempre ayudaba a todo el mundo y simplemente no entendía porque me dejaban de lado mis supuestos amigos de toda la vida. Esa misma tarde, quise demostrar que no me afectaba para nada sus palabras y me dirigí con mi amigo hacía el parque en el que estaban los demás. Sin mediar palabra, me senté donde estaban todos y me puse a hablar con el chico que me había consolado. A los cinco o diez minutos, me sentía incómoda, ya que veía como me miraban mal y hablaban de mi, por lo que, igual que como fui, me marché sin decir palabra.

 Ese fue el principio de todo, ya que mas adelante, la chica me enviaba fotos de una pizarra con insultos o cogía el móvil de una amiga con la que yo hablaba para volver a insultarme, o para decir que les caía mal a todos que habían quedado sin mi porque me odiaban. Yo llegué a un punto en el que estaba muy deprimida y no tenia ganas de hacer nada. Por supuesto no le conté nada a mi madre, ya que sino, sería una chivata, o eso pensé yo. Hasta que un día que no aguantaba mas, fui a mi madre para enseñarle todas las conversaciones en las que se metían conmigo y le expliqué toda la historia. Mi madre rápidamente actuó y llamó a la madre de la chica. Estuvieron hablando como dos horas hasta que mi madre me dijo que ya no iba porque seguir pasándolo mal, que todo se había arreglado, y así fue. 

Ese verano volví hablar con mis amigos, a los que perdoné por entender que tenían miedo de la chica. A ella la bloquee y no volví a saber nada de ella, hasta principios de septiembre, cuando se terminaron las vacaciones y empezaba el instituto. Un día llegué a mi casa y encima de la mesa tenia un sobre rosa con mi nombre, yo nerviosa la abrí, pensando que podría ser de algún chico, pero no, era de ella. Era una carta escrita por delante y por detrás pidiéndome disculpas. No sabia que hacer, lo que ponía en la carta eran sentimientos reales, por lo que decidí desbloquearla y hablar con ella. Finalmente la perdoné, pero nuestra relación no era la misma, ya que aparte ella iba sola a otro instituto. Actualmente, y casi después de cuatro años, me llevó bastante bien con ella, hablamos muy de vez en cuando con naturalidad y sin resentimiento, y con mis amigos estoy genial, ellos mismos reconocen que se dejaban manipular, que eran unos niñatos. Y yo estoy feliz de que se hayan dado cuenta.

Y, la segunda vez que sufrí por esto fue el año pasado por mi ex, con el cual llevaba diez meses y juraría que fue la relación más intensa posible. Ahora la recuerdo y fue una relación de idas y venidas, de mentiras. El caso es que cuando el chico me dejó por 18392 vez en una discusión, al rato se arrepintió y me pidió otra oportunidad pero yo, con toda mi fuerza de voluntad, le rechacé, estaba cansada. Al cabo de los meses intentamos ser amigos, y funcionó, más o menos. Me llevaba bien con él y con sus amigos, los cuales todos me sacaban uno o dos años. El caso es que un día discutí con los tres (con sus dos amigos en el instituto y con él por whatsapp) y la cosa no quedo ahí. Esa misma tarde, mi mejor amiga me mandó unas fotos mías del facebook con mensajes escritas en ellas (las habían hecho ellos). En los montajes ponía: anoréxica, huérfana, puta... entre otros mucho insultos de mentira más. No me dolió, no lloré, porque sabia lo que tenia que hacer. 

Tardé un poco en reaccionar ante aquello, no podía pasar por eso otra vez, por lo que una vez volví a pensar con claridad, desperté a mi madre de su siesta y le enseñé todas las fotos y las discusiones. No iba a pasarlo mal tanto tiempo de nuevo, no. Mi madre volvió actuar, mandándole un correo a mi tutor del instituto, el cual rápidamente contestó a mi madre diciendo que fuera al día siguiente para hablar con él y con el jefe de estudios, para que le enseñaran las pruebas y para decidir que podían hacer. Los profesores aconsejaron que mi madre fuera hablar con la policía y que ellos ya castigarían a los culpables. 

Finalmente mi madre no puso la denuncia, pero los tres fueron expulsados del instituto.

Espero que mis experiencias os sirvan a los que estáis pasando por esto para daros cuenta que necesitáis contarlo, no mantener vuestro dolor en vuestro interior. Siempre podréis contar conmigo para cualquier cosa, ayuda, consejo, o tan solo para escucharos... Y mil gracias Nerea por montar todo esto y en todas las personas que la ayudan en mantener esto en pie, gracias xx

BULLYING STOPS HERE #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora