322. Susana

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Durante tres años, cuando nada mas que tenia seis años, un grupo se metían conmigo sin ninguna razón aparente.

Todos los días me pegaban, insultaban y tiraban mi almuerzo encima, siempre acorralándome contra un rincón, sin poder defenderme.

Lo mejor es que nadie hizo nada, ni las profesoras. Mi madre siempre hablaba con ellas y tan solo alegaban que eran cosas de niños. Y pues con esa excusa siguieron tres años más.

Una de las cosas que me marcaron fue esa, y el hecho de que ahora se comporten como si nada hubiera pasado. Lo recuerdo muy de vez en cuando, y me odio por no poder haber hecho nada en esa edad, pues era débil.

Aunque gracias a eso me hice fuerte, supongo.

Muchas de las razones por la que lo cuento, es para hacer concienciar que no todo el mundo es bueno.

Ni es su totalidad malo, que lo imposible se supera y lo terrible se deja atrás.

Y lo que no mata, te hace más fuerte y aunque las cicatrices queden ahí, y tengas que hacerte el o la fuerte, no es malo derramar una lágrima si es lo que deseas, si cada uno de tus deseos es llorar, hazlo.

Pues eso nos hace fuertes, las lágrimas son las medicinas del alma.

BULLYING STOPS HERE #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora