Epílogo.

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Tres años después.

Me miro por última vez al espejo y compruebo que todo esté en orden, quiero que este día sea completamente perfecto.

Siento como se abre la puerta detrás de mi y por el espejo veo a mi tía observándome, se podía ver claramente que había estado llorando, como no, si sus ojos estaban hinchados.

— Estas preciosa.- susurró emocionada limpiándose las lagrimas de los ojos.
Caminé hacia ella y la abracé. Era como estar en casa, eso me recordaba a mi madre.
Me separé de ella mirándola a los ojos.

— Estoy nerviosa.- confesé luego de un momento, no quería morderme las uñas para no estropearlas. Pero sabía que en algún momento se me escaparía ese detalle.

Rió por mi comentario y tomó asiento en la silla más cercana. Me tranquilizaba verla feliz, en sus ojos podía verlo.

— Haz esperado toda tu vida por este momento.- acariciaba mis mejillas suavemente.— No podría estar más orgullosa de ti.- hizo una pausa.— Al igual que tus padres.- me miró con ternura.

Había pasado demasiado tiempo sin estar con ellos, yo nunca olvidé pero tenía que seguir adelante. Se que ellos no están en carne y hueso para abrazarme, pero también sé, que me están cuidando con los ángeles.

No pasaron más de cinco minutos cuando tocan la puerta avisando que era hora de salir.

Tenía una mezcla de emociones por todo el cuerpo, sobretodo en mi estómago. Mi tía tomó mi mano y me sonrió con ternura.

«Estoy preparada.»

La melodía del piano comenzó a sonar y varios pares de ojos se posaron en mi al momento de entrar a la iglesia, especialmente esos miel que tanto amo.

Acomodé bien mi vestido antes de comenzar a caminar, antes parecía más pesado pero con la emoción, todo eso, más lo nervios, se había evaporado.

Mientras caminaba tomada del brazo de mi tía la gente me sonreía, Jazzy formaba un camino de flores por delante y Jaxon estaba a cargo de los anillos a mi lado.

Mi vida no fue fácil pero creo que para nadie lo es. Tanto caer hace que pierdas las ganas de levantarte y de finalmente encontrar lo que realmente te convierte en lo que eres, y lo que te hace feliz.

Yo pensé que nunca iba a volver a ver a Justin, como podía imaginarlo si el estaba haciendo su vida a cientos kilómetros, pero algo cambio y el destino comenzó a jugar su rol.

Verlo, ahora, parado frente a mi, con sus ojos bien puestos en los míos, me hizo agradecer a la vida por haberme puesto a alguien tan especial en mi camino.

Había logrado todo lo que quería y más, estaba estudiando lo que quería y vivía el día a día con la persona que más amaba.

Después de que el había pronunciado esas dos palabras que lo cambiarían todo, articuló con sus labios un te amo hacía mi.

Y sin pensarlo, mirándolo fijamente, en un mundo donde nadie más existía, solo el y yo, dije por fin.

— Sí, acepto.- sonreí.— Acepto ser tu esposa, Justin Bieber.

Ese momento solo termino fundido en un perfecto beso.

¡Gracias! Millones de gracias.
Nada de esto hubiera podido suceder si ustedes no hubieran estado ahí apoyándome, esperándome y acampañándome a lo largo de este viaje.
Esta fue la primera historia que hice, en toda mi vida, y fue algo increíble.
Esto me ha ayudado mucho, a expresar mis sentimientos y dejar a mi imaginación actuar.
Ustedes son especiales para mi, mis lectoras, las amo con todo mi corazón, son lo mejor del mundo.
Esto finalmente ha acabado, y aunque es triste me pone contenta poder terminar mi primera obra. Y aunque no es la mejor fanfic del mundo, su cariño me hizo simpre seguir adelante.
Ojalá nos volvamos a ver, o leer.
Las amo<3
happylife77

Me Enamoré Por Una Canción |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora