Rozando lo Absurdo

Dramáticos

Demasiado bueno para ser verdad.

Soy demasiado feliz para vivir.

Ellos exageran mucho con el dolor.

Siento demasiada confianza para que sea real.

Nos enseñan un mundo complicado,

y al no ver las tormentas,

pensamos que es demasiado bueno para ser verdad;

Una trampa oculta entre flores.

Pero qué va.

Exageran el cuento;

dramáticos.

Ven una tormenta y se acostumbran.

Nos hacen acostumbrar.

Y aquí no mucha gente tiene la oportunidad

de levantarse con el pie izquierdo,

sin tener que preocuparse

cada vez que el sol brilla,

porque saben que algo malo les sucederá:

la certeza aunque venenosa, gana a la duda.

Tal vez ésos quisieron inventarse un juego

y asustar,

despegar las sonrisas

de un tirón brusco y doloroso.

Pero el dolor ya no está.

Solo alguna que otra marca roja.

Parecemos pequeños,

creyendo las historias de terror

contadas por hombres sin vida que ocupar,

por el que preocuparse.

Dramáticos.

Con un matiz gris mantenemos los colores a raya,

los tréboles de cuatro hojas,

las dulces casualidades.

Todo sucede por algo, dicen.

Lo bueno; una trampa,

Lo malo; la vida.

No señor.

Vivir

es encontrar por casualidad

un trébol de cuatro hojas

entre espinas.

Arañazos para la suerte.

Monedas para los zapatos.

Alegría para la vida.

Dramáticos.