Rozando lo Absurdo

Pidiendo perdón al pasado

Sé que te prometí la luna,

sé que te prometí todas las estrellas del cielo,

y que no soy capaz de enseñarte ni la escasa luz de una bombilla,

Lo sé.

Sé que te estoy fallando,

que estoy haciendo lo planeado.

Te prometí los últimos rayos del sol si una vez se apagara,

y que no soy capaz de mirarte.

Lo pensé desde el principio

y no era capaz de decirte lo malo que es la vida,

que dándote una silueta

te quita un ser querido,

que abrir los ojos

significa llorar por las desgracias,

y que todas las promesas

que siempre estuvieron grabadas dentro de ti...

el tiempo los llevó lejos,

los hizo descomponer,

y quedó un esqueleto de sueños,

rota,

lo que yo llamo mentira.

Y lo siento,

si te hice creer que al otro lado del arco-iris

existía un pozo de monedas,

pero eras tan inocente,

eras tan feliz...

que yo te lo tuve que quitar,

porque yo también quería ser libre,

libre para decidir si quería ser feliz o no,

y no te lo dije de esa forma real y brusca

para que te mantuvieras levantada,

con los ojos mirando allá a lo lejos,

pensando que llegarías hasta allí conmigo,

cuando yo ya me estaba escondiendo,

cuando yo ya dejé la última lágrima,

la última decisión,

y dejé que la realidad que nunca tuviste

te envolviera con su manto frío,

su manto solitario.

Yo también probé ese escalofrío,

cuando pensé en lo que estarías sintiendo tú,

durante un mísero segundo,

cuando merecías tenerme detrás para que te guiara,

para que te sujetara cuando te cayeras,

para que te oyera lamentar cada vez que te tropezaras con una piedra,

para que cuando mi madre me pidiera que te diera un abrazo...

yo no te lo diera.

Espero que lo entiendas,

o que no lo entiendas,

a mí me da igual,

todo pasó.