La vida del viento

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Un ligero soplo,

en un día de viento.

Un niño recién nacido,

comparado con el anciano que es el viento.

Pero supongo que será como la nieve:

una mota

que con el tiempo se convierte en una gran bola

temible.

Gigante.

Y el ligero soplo que se torcía,

se desvanecía en el momento,

ahora es el gran viento,

ese que silba sin ninguna melodía,

el que se mueve con fuerza,

al compás de su propio ritmo.

Bailando entre los árboles,

mientras el soplo,

en un intento desesperado de seguirle,

se choca contra todas las ramas que encuentra.

Tranquilos,

el tiempo lo hará fuerte,

y él también silbará,

bailará,

esquivará árboles.

Simplemente déjenle ser un simple soplo.

De momento.

Rozando lo AbsurdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora