(El)la roca y él mar

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Como la marea,

que te vas

y vienes cuando te apetece,

mientras que yo te espero como una roca.

A la espera de tus venidas,

de tus suaves olas,

que me rocían la superficie.

Soy acariciada por niños,

juguetes,

y besos de pasión;

y vivo feliz así,

pero siempre me quedo a la espera de tu llegada.

Veo cómo los barcos,

casi volando,

crean ondas de nuevo,

y yo espero con los ojos cerrados,

con una sonrisa,

para que invadas mi duro corazón,

porque hoy te echo de menos,

hoy toca marea baja.


Y lo sé,

sé que hay otras piedras,

piedras preciosas

y otras que no tanto,

que rocías a todas y cada una de ellas,

que les dices que volverás

y después vuelves,

pero yo te esperaré aquí,

tan roca,

siendo tú tan mar.

Rozando lo AbsurdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora