38. Hora de recordar

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Tooth: Me alegro que te guste mi palacio.

Yo: Es increíble.

Si, como lo leyeron, estoy en el palacio de Tooth.

Dias después de estar encerrada en el polo, Tooth me invito a su palacio, sinceramente si no salió me iba a volver loca.

Comencé a alejarme un poco de Tooth, las paredes del palacio me llamaban mucho la atención.

Regina.

Otra vez esa voz en mi cabeza, negué repetidamente hasta que me maree y cae al suelo.

Yo: Eso me pasa por tonta.-Me auto reclamo.

El sonido de pezuñas golpeando el suelo me llamo la atención, frente a mi había aparecido una pequeña pesadilla de arena negra, me paralice, no pude evitar mirarlo a los ojos, pero nada paso.

Yo: Ok, esto es extraño.-La pesadilla se acerco a paso lento hacia mi hasta que rozo su cabeza con la yema de mis dedos..-Quieres cariños ¿Eh?

Tooth: ¡Azul!-Llega volando hacia mi.-Me asustaste, pensé que te había pasado algo.

Yo: No pasa nada, solo estaba explorando.

**

Norte: ¿Qué te pareció el palacio de los dientes?

Yo: Es genial, espero ir de nuevo pronto.

Tooth: Claro.

Conejo: Me alegra que estés feliz.-Me abraza de los hombros.

Jack: Cuida tus patas canguro.

Meme niega con la cabeza y rueda los ojos.

Yo: Ya celoso.-Le doy un eso en la mejilla, pero el gira su rostro y termino besándolo en los labios.

Conejo: Vayan a un cuarto.-Me reparo de Jack sonrojada.

Jack: Ve tu con Tooth.-Contraataca.

Conejo baja las orejas y Tooth se sonroja, las mini haditas que volaban a su alrededor de un lado otro pararon en seco.

Yo: Ya par de inmaduros.

Conejo: Mira quien lo dice.-Arquea un ceja.

Yo: Oye, te estoy ayudando y ¿Así me pagas?

Norte: Nunca cambiaran.

De repente siento como algo estrujaba mi pecho.

Hago una mueca.

Llego la hora.

Un yeti llega corriendo hacia nosotros, tras el había una ola negra.

Hay no.

Pitch: Llego la hora.

Jack: ¿De que estas hablando?-Lo apunta con su cayado.

Desenfundo mi espada, por alguna extraña razón sentía miedo a lo desconocido, una punzada se hizo presente en mi cabeza, obligándome a soltar mi estaba y llevar ambas manos a ella.

Conejo me tomo de los hombros y me ayudo a levantarme, había caído al suelo del dolor.

Conejo: Hay que sacarte de aquí.-Me subió a su espalda y comenzó a correr.

Pitch: No te la llevaras.

Unas pesadillas aparecieron frente a nosotros y Conejo comenzó a lanzarle huevos explosivos.

Los caballos atacan a Conejo y lo sacan volando.

Yo: ¡¡Conejo!!

Conejo: Estoy bien, corre.

Mi intento por salir corriendo fallo cuando Pitch apareció frente a mi y me tomo de los hombros.

Yo: Déjame...-Susurre.

Mi cuerpo se negaba a obedecerme y salir corriendo, se acerco a mi y... ¿Beso mi frente?

Pitch: Hora de recordar.

Jack: ¡¡Aléjate de ella!!

Pitch: No estorbes.-Crea una especie de burbuja, encerrándonos a nosotros.

Yo: ¿Qué va a hacer?

De lo que parece un bolsillo, saco un cilindro dorado con rombos azules.

Pitch: Hora de recordar, cariño.

Lentamente tomo mi mano y dejo mi pulgar en el centro del cilindro, un brillo comenzó a salir de este y cerré los ojos, imágenes llegaban a mi mente como un flash, al igual que los recuerdos.

*Flashback*

-Hoy te enseñare a usar la espada.-Dice un hombre de piel blanca, ojos ambar y cabellos negros.-¿Lista cariño?

Una chica rubia de ojos negros, vestida con unos pantalones, una blusa ajustada y unas botas de cuero marrones se pone en posición de defensa, parecía nerviosa.

-Bien, primera regla: La muñeca firme, si te desarman pierdes.

La rubia asiente y toma con fuerza su muñeca, alza la espada pero el pelinegro bloquea el ataque.

-Cuida tu costado, los ataques de lado son difíciles de esquivar.

*Fin Flashback*

*Inicio flashback*

-Me mandaron llamar.-Muestra una carta.-No puedo oponerme, necesitan mi ayuda.

-¿Por que tienes que ir?-La chica comienza a llorar.

-Es mi trabajo, tengo que hacerlo.

-No me gusta que trabajes tanto, casi no nos vemos.

-No estes triste, volveré, lo prometo.-Besa su frente.

-Te quiero.

-Yo también.

La ojinegra observo como se alejaba, ahora se encontraba sola.

Suspiro pesadamente y entro a la casa.

Esa noche la chica tuvo una pesadilla, el hombre de ojos ambar era engañado por un hombre, este reia malvado y veía como el pelinegro se transformaba: Sus ojos ahora eran amarillos, su piel grisácea y la mayoría de sus dientes se habían puesto puntiagudos.

-¿Regina Black?-Un tipo con armadura entra a la casa, sobresaltando a la chica.

-Si, soy yo, ¿Qué pasa?

-Me lamenta informarle que Peter Back murió anoche mientras luchaba con un prisionero que quería escapar.

La chica llevo ambas manos a su boca, esto no podía pasar, la había abandonado, no cumplió su promesa.

Pero jamás volviste... Papa....

A que no se la esperaban esto ¿O si?

¿Que Hace Jack Frost En Mi Habitación?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora