24. La familia Malfoy.

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Yo podía ver el universo en sus ojos marrón, como si todo girará en torno a ella, todo tenía la capacidad de desaparecer cuando me notaba reflejado en su mirada, sus manos tocándome, sus labios besando los míos y los segundos se convertían en diminutas partículas que por desgracia se evaporaban dejándome con ganas de más.

Dejaría que ella se encargará de aquel asunto, por que así deseaba hacerlo, pero no pensaba alejarme demasiado, por si tenía que intervenir, ya no me dejaría, estaba dispuesto a defender lo que amaba.

Estaba por salir del salón, cuando Hermione abrió la puerta una mujer alta y muy guapa estaba por tocar, se miraron con sorpresa, de forma rápida di unos pasos atrás logrando ocultarme tras un biombo que se encontraba cerca.

— Querida es casi el momento, pensabas salir... — escuche que le decía con voz fina aquella mujer.
— Claro que no Narcisa, es decir, buscaba a Draco... — pude notar que se encontraba nerviosa.
— Cariño pero es de mala suerte ver a la novia antes — escuche como entraba y cerraba la puerta, ahora yo también estaba nervioso. — que es lo que deseabas decirle a Draco, algo importante...
— Si, es decir, necesito verlo Sisi, es...solo podrías pedirle que venga, necesito verlo...
— Que es eso tan importante que no puede esperar hasta después de la boda, recuerda que en unos minutos serás su mujer y podrás hacer y decirle cualquier cosa — quise salir y apoyar a Hermione pero pensé en que no era la mejor idea.
— De acuerdo te seré sincera...

Alguien más llamaba a la puerta, solo quería salir. Escuché que alguien abría, pero no podía ver quién era.

— Es el momento — alcance a distinguir a un hombre, pero no era Draco, aunque sonaban muy similar.
— Ahora salimos no es así Hermione... — dijo Narcisa.
— Sí, vamos... — respondió una Hermione inconforme.
Asome un poco la cabeza, alcance a ver cuando Hermione volteaba y me buscaba con los ojos, se veía aún más angustiada, no quería pensar en lo que podría pasar, pero decidí seguirlos de forma disimulada y tratando de no ser visto por los guardias.

La música sonaba, la gente ya se encontraba dentro de la capilla, los padres del novio seguían a su lado, casi vigilando que no saliera corriendo y yo escondido bajo las escaleras como cobarde, pero si los guaruras me tomaban, ella se quedaría sola, así que tenía que seguir como hasta ahora y mantenerme cerca lo más posible.
— Ahora Hermione, vamos...
Volvió a decir la mujer y recorrieron el pasillo lentamente, delante alcanzaba a ver a Malfoy, bien peinado como siempre, narcisista como de costumbre, con la sonrisa que no le creía sincera y en los ojos la mirada de desafío, de triunfo.

De repente pareció que se quedaba congelada a mitad del pasillo, Narcisa y su marido ya habían llegado a sus asientos pero mi chica aún no se movía, y en dos segundos empezó a caminar de forma rápida y con brusquedad.

— Que te sucede Draco Malfoy — escuche que gritaba y los espectadores parecían sorprendidos — crees que puedes engañarme de nuevo, por qué no me dijiste que habíamos terminado antes de seguir con todo este circo.
— Deberías calmarte cariño — Draco furioso le sujetaba las manos — no es el momento...
— Claro que lo es, ibas a permitir que me casara contigo cuando no recordaba...pero ahora entiendo todo Draco, lo recordé, recordé a quien amo realmente.
— Hablas del perdedor de Potter — río con sarcasmo — claro, el hombre que te salvó, tú ángel guardián...
Repitió las palabras de la tarjeta, él ya la había visto antes.
— No me casaré contigo Draco — intento dar media vuelta pero Malfoy la sujetó del brazo.
— Lo harás, por qué ahora tu querido Potter no está aquí...
— Te equivocas Draco — salí de mi escondite justo a tiempo — más te vale que la dejes ahora, por qué una vez si nos mal recuerdo te hice quedar mal, podría volver a hacerlo.

Los guaruras ya comenzaban a rodearme pero no me mostré débil, una mujer se acercó a Hermione, quien la llamo mamá yo caminé hasta donde ellos se encontraban.

— Lo siento Draco pero no te mereces a Hermione. — Draco dio un salto hasta mí intentando golpearme el rostro pero lo esquive con facilidad, todos nos miraban. — intentaste separarnos, me alejaste de ella, incluso cuando más me necesitaba y yo realmente creía que habías cambiado, por ella, pero tú nunca lo vas a hacer eres de lo peor, un abusivo, mujeriego que jamás dejará ese estilo de vida, no permitiré que Hermione viva así, yo sí la amo.
— De acuerdo quieres el trofeo — tomo a Hermione de la muñeca — tómalo Potter es tuyo — la arrojó a mis brazos — yo ya disfrute bastante entre sus piernas...

Recibió una bofetada fuerte que no se esperaba de parte de Narcisa, Malfoy se tambaleó un momento y después abandonó el lugar molesto.

— Lamento el mal comportamiento de mi hijo — Narcisa hablaba avergonzada con los ojos clavados en el suelo. — No quería que esto terminara así...— dio media vuelta y salió.
— No querida — decía ahora Lucius Malfoy a Hermione — esto no termina así ya veras.

Tras decir eso salió detrás de su mujer, tome a Hermione entre mis brazos, la abrace con fuerza, esperaba que aquella amenaza no fuera cierta y que ya todo hubiera terminado.

El ángel de la muerte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora