Capítulo 15: ILUSIONES ÓPTICAS

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     Ha sido una larga semana sin ver a Evan, supongo que cuando lo veo de sobra al día siguiente no lo veo para nada, pero han pasado cuatro días desde que lo vi por última vez ; y eso me deprime un poco, el día martes me pareció haberlo visto pero creo que mis ojos me están haciendo una mala jugada, definitivamente no veo bien, estoy tan ciega, que ni siquiera puedo reconocer al chico que me gusta, lo más triste es que si utilizo lentes, pero aún así no veo bien...

-Amanda no he desayunado ¿Me acompañas al bar a comer algo?

-Por supuesto Johana.

     Caminamos juntas al bar, yo tenía las esperanzas de ver a Evan en el bar como es de costumbre o topármelo en el camino, pero, no fue así, cuando llegamos al bar vi hacia las mesas y me pareció haberlo visto sentado junto con dos amigos más, el cargaba puesta una camisa color rosa.

-Johana ¿puedes ver disimuladamente si en la mesa de al fondo esta Evan?

-Claro... Sí, si es el...

-¡En serio! Rayos pero me da vergüenza volver a mirar, va a ser muy obvio.

-Tranquila quizá más tarde puedas verlo, me dijo Johana mientras terminaba de comprar un sanduche y una soda.

Fuimos a COMPUTACIÓN APLICADA AL DISEÑO.

-Johana segura que era Evan, ¿El que estaba en las mesas del bar?

-Si, si el estaba con una camiseta color blanco

-¿Blanco...?

« ¿Acaso no era rosa? »

Unos minutos después llegó Angélica y se sentó junto a mí.

-¿Saben a quién vi?

-¿A quién viste? Preguntamos al mismo tiempo Johana y yo.

-Vi a Evan, estaba por los pasillos

-¿De verdad? ¿Y con que color de camiseta andaba?

-Estaba con una camiseta color azul.

«Ahora estoy realmente confundida »

¿ ¿ ¿Rosado, blanco, azul??? No sé qué es más deprimente no poder reconocer a mi propio amor, o que mis amigas y yo estamos realmente ciegas.

¿A lo mejor se cambió de camiseta? Realmente no me sorprendería siendo el un chico tan misterioso.

Aunque no, no es probable.

     Para el final del día solo me preguntaba cuál de las tres habrá visto al correcto, o a lo mejor ni siquiera fue a clases, o a lo mejor Angélica y yo necesitamos lentes nuevos y Johana comprarse unos. Después de todo mi prefecto desconocido se volvió aún más desconocido que antes.


Perfectos DesconocidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora