Vaya que su Padre le daba sorpesas, venir con una noticia de esa envergadura no tenia nombre. Que sin darse cuenta, ella ya tenia un prometido y que a demás era un futuro Conde, que le ofrecía un título, tierras, riquezas, status y seguramente habia pagado muy bien por ella, ya que su padre le hizo mas que evidente el hecho, por su alegria y con su ultima advertencia, que debia de aceptar y estar conforme con semejante ofrecimiento.
Vaya que mi padre no me conoce.- penso Lisbeth, no tenia ningún derecho de contradecirle, pero eso no quiere decir que no podria hacer todo lo posible para evitarlo, y esa oportunidad se le brindo al dia siguiente, cuando Lord Andrew Potland se presentó en su casa para conocer a su futura esposa.
Cuándo bajo de su habitacion, lo hizo con paso firme y con la determinación de ahuyentar a su supuesto prometido. Cuando lo vio, acompañado de su madre y se lo presentaron como el futuro Conde de Potland, se inclino y realizó la habitual referencia.
-.buenos días.- saludo andrew y se inclino ante ella como todo un caballero. .-buenos dias mi lord.- contesto lisbeth al acercarse, el tomo su mano y depósito un beso en ella, era evidente la atraccion que el sentía por ella, en cambio lisbeth le parecio el tipico galan, sin una pizca de inteligencia, atractivo pero sin ningun motivo de ganas de conocerlo. Al retirarse Lady Detfoth, con el objetivo de que los futuros esposos se conocieran.Que mas le podia pedir a la vida Andrew, una chica linda, agradable y con clase. Seguramente esta joven estara sometida a los deseos de él, penso.
Caminaron hacia la puerta que daba hacia al jardín, no era necesaria de la compañía, ya que todo el mundo podia observarlos desde allí. Al deternerse Lisbeth tomó la palabra.
-mi lord, le solicitó con todo el respeto que merece y con la mejor educación posible, que decline su propuesta de matrimonio, no deseo casarme, no de esta Forma y menos con usted.- con un rostro extremadamente confundido Andrew le pregunto. -por que me habla de esa forma tal alzada para ser una señorita? .- y se sentó en la mesa del jardin para demostrar tranquilidad y dejar en claro que no pensaba irse.
.-creo que no fui clara.--lo fue, se lo aseguró pero su opinión sobre el matrimonio no me importa, lo que deseo saber es donde le enseñaron hablar así a un caballero? -
-no creo que seamos muy distintos, y la verdad me gusta ser directa y sincera. - y tomó asiento en la silla disponible enfrente del Lord Andrew para demostrar seguridad. -y no me interesa si ya pago por mi, quiero que decline su oferta.- Lisbeth dio un pequeño brinco de susto cuando escucho la risa exagerada de Lord Andrew.
- en verdad cree que con su amenaza me voy echar para atrás, la verdad siento pena que su carisma y belleza contraste con su personalidad tan arrogante y caprichosa.- tratando de no sonar tan enojado.
-.y por eso mismo no soy la más indicada para ser su esposa. - aun que trató de humillarla con sus palabras, no se retractaria.
-.para serle sincero, no creo que ninguna mujer sea la indicada para mi.-
- entonces no me obligue a someterme a ese castigo que seria vivir con usted.-
.-no dramatice.- en ese momento Andrew estaba exasperado, pero no lo iba demostrar y menos a una niña caprichosa, que lo desprecia de una forma tan vil, sin haberlo conocido.
-estos acuerdos son comunes y no creo que su padre este de acuerdo con usted. -.- no lo entiende, no importa que piense el y menos que piensé usted. -
-bueno, creo que lo hablaremos con el.- y se puso de pie, dispuesto a tomar camino al despacho de Lord Denfoth.-
-por que no solo se va y olvida toda esta idea de casarse conmigo.- casi gritandolo y con un dejo de suplica
-no lo creo, ahora menos por que no buscare complacerla a usted y creo que debería de hacerlo por su familia.- en eso, saco una pequeña cajita roja de su sacola y la dejo sobre la mesa. - es el anillo de compromiso y espero que la proxima vez que te visite lo ostentes con el orgullo de ser mi prometida.-
Obviamente el plan no salio cómo ella pensaba, creyó que seria un hombre con un poco de dignidad y la dejaría en paz, con lo directa que fue y muy ruda. Pero ese hombre que acababa de salir de su casa, la había dejado sin palabras; y eso definitivamente nadie lograba hacer. Así que decidió enfocarse en su plan B, tomó la cajita y la abrió, diviso un anillo con un diamante, muy grande Para su gusto. Pero Era hermoso.
Se dispuso a hablar con su padre en su despacho. Al entrar, su padre la recibió emocionado; preguntándole como Lord Andrew se le declaró.
-padre, no quiero casarme con el. -
-por que no, es el mejor partido que puedes obtener. - y tomó asiento
-es un pedante, engreído, tiene mala fama y no lo amo. - haciendo énfasis en lo ultimo.-no me hables asi, y aparte ya es un hecho.-
-te ha pagado por mi.- lo dijo casi en un susurró y dejandose caer en una silla.
-hija el tiene mucho dinero y riqueza, y yo la verdad tengo deudas y compromisos que cumplir.- trato de decirlo de la forma mas tierna posible.
-no me importa, no quiero.- dejando la cajita roja en el escritorio.
-hija perderemos todo, si tu no te casas con el, ni siquiera tengo un dote para ti, tendríamos que vender la casa para comer y aparte caer en el repudió de la gente. -
-pretendes que me sacrifique por ti.- tomando una postura erguida
-no por mi, si no por tu familia. -
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El Amor Nace Entre Espinas
Historical FictionEn una epoca, en donde era comun un matrimonio sin amor, donde tenia mas valor un acuerdo o un convenio , que garantizará un linaje y los negocios de las familias mas acaudaladas. Y cuando su destino ya esta trazado, y que para lisbeth Deforth, va...