capítulo XLI

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-me sorprende su visita y más su respuesta directa.- dijo Korkovic iniciando la conversación y tomando asiento

-creo que es innecesario iniciar con rodeos, es mas que evidente  que usted señor Korkovic es un hombre de armas tomar, así que pretendo ser directa.- respondió Lisbeth

-llamame Victor, el señor  Korkovic  era mi padre.- dijo Victor con un semblante serio

-donde está mi esposo?.- pregunto lisbeth

-no cree que fue muy arriesgado venir hasta aqui, y sin tener la certeza de que su esposo este vivo.- contesto Victor

-que más razón suficiente para venir, que quitarme esa incertidumbre; donde se encuentra?.- volvió a preguntar Lisbeth

-ese hombre es muy afortunado al tener una mujer como usted, y llamarla su esposa.- esquivo la pregunta victor

-esta vivo?.- pregunto lisbeth

-si.- contesto Victor  tomando una postura más recta en su asiento

-por que lo ha retenido?.- pregunto lisbeth

-a falta de justicia, la tome por mi propia mano. El de alguna forma tiene que pagar la muerte de mi padre.- respondió  serio

-el no fue.- dijo Lisbeth

-usted como asegura eso, no estaba allí? .- pregunto Victor

-y usted como lo asegura si tampoco estaba allí? .- devolvió la pregunta Lisbeth

-señora, no busco ofenderla pero su palabra no tiene validez para mi, y este asunto es entre su esposo y mío. - respondió  Victor tomando algunos papeles de su escritorio  y fingiendo  interés

-que quiere a cambio de su libertad?.- cuestionó Lisbeth

-encontrará su libertad hasta que yo considere que pago su pena y si es que no decido otra cosa.- respondió  sin voltear a verla

-si desea las tierras, se las daré o si desea dinero, mi marido tiene el suficiente. Pero no me iré sin él.-

-creo que esa decisión  no recae sobre usted y a decir verdad admiro su compromiso y entereza pero su ofrecimiento no servirá conmigo, me interesa  comprarle las tierras pero no a cambio de la libertad de su marido y muestra de mi admiración  dejaré que se retire.- respondió Victor sobre el ofrecimiento de Lisbeth y se mantuvo en su lugar

-usted no puede tomar la justicia por su propia mano eso no es legal.- insistía Lisbeth

-acabo de tener la visita de la guardia de policías y les deje en claro que  ellos no hicieron su trabajo en encarcelar  a su esposo y dado que son unos incapaces, tuve que actuar,  igual esta bajo mis tierras y aquí hago lo que se me plazca.- enfatizó Victor

-por favor, esta venganza no tiene ningún sentido.- suplico Lisbeth

-no necesito que me cuestionen, con todo el respeto señora solicitó que se retiré  de mi finca.- insistió Victor ahora poniéndose  de pie y caminando a la salida, donde le abrió la puerta a Lisbeth en señal de que ya se había acabado la conversación

El Amor Nace Entre EspinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora