Capítulo XIX

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Andrew estaba furioso, y claramente confundido no entendí a Lisbeth de primero lo desprecia y prefiere la humillación pública que estar con el, y con ese beso le demostraba todo lo contrario, el sabía que no era su imaginación, ella lo deseaba, la forma de responderle el beso fue de una mujer completamente extasiada y necesitada de afecto. Pero como siempre todo se iba a la basura con el comentario de lisbeth, no podía creer que ella dijera que estaba mal, besarse, si están casados, no entendía cual era el problema, se imaginaba muchas razones, pero la más lógica que venía a su cabeza, es que seguramente ella estaba enamorada de alguien más y que la esperaba en Londres, y por eso nunca quiso casarse con el, aun que era el mejor partido y por eso mismo estaba pidiendo la anulación del matrimonio para salir corriendo a los brazos del otro hombre, Andrew ya estaba celoso sólo con lo que se estaba imaginando.

-oye andy, que te sucede te ves furioso.- le grito William cuando lo vio bajar

-furioso es poco, mejor vamonos de aquí. - y camino hacia la salida seguido de Will

Cuando montaban, Andrew se desahogo con su amigo le contó como habían pasado las cosas, y Will sólo se limitó a escucharlo, sabia que Andrew no necesitaba consejos en este momento solo a alguien que le prestará toda su atención y darle la razón a todo.

-sabes cual es el verdadero problema.- dijo William

-cual?.- pregunto andrew pero sabiendo ya la respuesta de su amigo

-que tu no quieres alejarte de ella. Por que sí no te importará sólo hubieras engendrado a tu hijo y mandarla a Londres, y estar fingiendo ser marido y mujer.-

-en verdad crees que es tan fácil. -

-Andrew, ya no eres el mismo rompecorazones que yo conocí, en verdad quieres seguir con este tormento.-

-obviamente no, tampoco soy un despota que la tendré a la fuerza conmigo y tampoco tendré un hijo por medio del ultraje, puedo ser un frívolo pero tampoco seré un canalla.- dijo andrew tomando la delantera

-entonces la enviaras de vuelta a su casa?.- cuestionó Will

-aún no lo he decidió.- y cabalgo en dirección de la casa

Al aproximarse a su casa, Andrew pudo observar a la distancia a lisbeth montando un caballo, a su parecer cabalgando muy rápido para una mujer y se dirigía a dirección contraria de la finca. En ese momento cabalgo más rápido a dirección donde ella se dirigía y le grito su nombre de forma desesperada, William sólo se limitó a seguirlo, ya que era imposible detenerlo, y Andrew no podía controlar sus impulsos se imaginaba que ella estaba escapando, ya que Lisbeth no mostraba respuesta al escucharlo, cuando estaba más cerca de ella, le grito de nuevo y Lisbeth dio un pequeño salto al escuchar su nombre y trato de detener el caballo y dar un giro, pero con la velocidad y fuerza del caballo sólo provocó que este se asustará y saltará sobre su propio eje y provocando que Lisbeth cayera al suelo aparatosamente, en verdad fue cuestión de segundos cuando Andrew la vio caer y llego a su auxilio, el sabía que había provocado dicho accidente, por sus arrebatos y por el miedo de que Lisbeth huyera de su lado y del posible peligro que corría al andar por los caminos sola.

-Lisbeth estas bien.- grito Andrew mientras bajaba del caballo y corría hacia ella, la cual no respondió ya que aún se encontraba aturdida por la caída.

-discúlpame no quería asustarte y mucho menos lastimarte.- La sostuvo entre su brazos sin levantarla con el miedo que estuviera seriamente lastimada, y en ese momento Lisbeth abrió los ojos y conectó su mirada con la de Andrew y olvido el dolor que sentía, era un momento incómodo para lisbeth después del beso, y la verdad no estaba acostumbrada a tenerlo tan cerca.

-estas bien,? Que te duele?.- le pregunto Andrew

-la espalda- respondió Lisbeth casi en susurró

-debemos llevarla a la casa y llamar a un doctor para que la revise.- sugirió William

-te levantaré lentamente, y si sientes que te duele demasiado, dímelo.- Andrew la cargo en sus brazos, lentamente asegurando de no lastimarla mas, y Lisbeth con las pocas fuerzas que le quedaban se abrazo al cuerpo de Andrew, este decidió llevarla cargada así, hasta la casa, aun que la distancia era más de un kilómetro, y William se adelantó en su caballo para pedir ayuda y que fueran a llamar a un doctor.

Lisbeth iba consciente pero se sentía realmente adolorida y agotada, que solo quería caer rendida y dormir en los brazos de Andrew, se sentía realmente cómoda y segura.

-Lisbeth, mi amor me escuchas ? Tienes que mantenerte consciente,
por favor- le dijo Andrew Al oído.
Al acercarse a la casa ya venía Frederick en la carreta, en su auxilio pero aun asi Andrew siguió cargando a lisbeth, hasta llegar a la casa y la subió a su habitación y la recostó en su alcoba, estaba realmente afligido y nunca se iba a perdonar si le ocurriera algo grave sabiendo que el es responsable del bienestar de Lisbeth.

-como te sientes?.- le dijo Andrew a Lisbeth muy cerca de ella

-me duele mucho la espalda.-

-perdóname, yo no quería asustarte al llamarte, no me lo perdonaría si algo te pasará.- dijo afligido

-no te preocupes, yo iba muy rápido, es mi culpa.-

-es que pensé que estabas escapando y mi primer impulso fue llamarte, en verdad lo siento.-

-no lo estaba haciendo, solo salí a montar.- le dijo Lisbeth dándole explicaciones

-de verdad? Lo siento, soy un tonto y paranoico, discúlpame por favor.- le dijo, tomándola del rostro y depositando un beso en la frente.

En eso tocaron la puerta y era William con el doctor de la finca, que era un señor ya de avanzada edad, el cual paso adelante e indicó que era necesario revisar la espalda, Andrew decidió quedarse, aun que Lisbeth insistía en que podía retirarse, pero el fue más terco y ella solo le dio una mirada de vergüenza. Después de revisar su espalda, el doctor indicó que no era nada grave, no había golpe severo en la columna, solamente conjunciones y lastimada una costilla.

Lisbeth solo quería descansar, pero el doctor había dejado recomendaciones y un ungüento para los moretones, lo cual Andrew se ofreció rápidamente a colocarselo.

-no te preocupes lo puede hacer Rossy, llamala.- le dijo Lisbeth

-no, yo puedo hacerlo y no debes de tener vergüenza conmigo yo soy tu esposo.- le respondió andrew, y tomó el ungüento y empezó regarlo por la espalda descubierta de lisbeth, la cual solo podía sentir lo frío del ungüento y lo cálido que era el contacto con Andrew, el no solo estaba colocando la medicina si no también la estaba acariciando, lisbeth se quedo dormida y andrew sólo se limitó a observarla desde su lugar.

El Amor Nace Entre EspinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora