Capítulo XXXII

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-buenos días amor? .- dijo Andrew mientras besaba su frente, aun se encontraban recostados

-Buenos dias Andrew.- dijo Lisbeth con una sonrisa

-queria saber si deseas volver a la finca?.- pregunto Andrew

-no hay nada que deseo más. - respondió Lisbeth

-Pensé que no ibas a querer?.- dijo Andrew

-por que no? A decir verdad extraño todo, el campo, a la gente, y creo que hasta a ti te he extrañado.- dijo Lisbeth mientras levantaba la cabeza para depositarle un beso

-me siento muy halagado que me extrañaras.- dijo Andrew

-y todo con tu mal genio, tus enojos y tus comentarios cínicos.- dijo en broma lisbeth

-estoy muy agradecido, por tu aprecio.- dijo Andrew mientras la abrazaba para colocarla abajo de el, para tener libertad de besarla

-sabes que estaba pensando, que deberiamos de viajar a cualquier sitio, aun no hemos tenido nuestra Luna de miel y creo que has tenido el mérito de merecerla? .- dijo Andrew con superioridad

-estoy muy agradecida mi Lord, con dicho reconocimiento.- dijo Lisbeth con ironía

-pero primero debemos de regresar a la finca para reconstruirla y dejar todas las cosas en orden, pero te prometo que en unas semanas partiremos al destino que tu desee.- dijo Andrew

-y cuando regresamos a la finca?.- pregunto lisbeth

-cuando tu órdenes. - dijo Andrew besandola en el cuello

-yo me siento descansada, podríamos partir hoy?.- pregunto lisbeth

-en verdad te gusta la finca o no te sientes a gusto aqui?.- pregunto Andrew

-no, en absoluto. La estadía aquí ha sido muy amena y tu familia me acogido como una más, pero en verdad extraño la finca.- respondió Lisbeth

-si tu deseas podremos partir hoy, pero recuerda que prometimos a mi hermana llevarla con nosotros.- dijo Andrew

-le avisaré, seguramente estará más emocionada en marcharse que nosotros.- dijo Lisbeth mientras se levantaba de la alcoba con cierta urgencia.

-por que desea tanto irse a la finca? Que te ha dicho?.- pregunto Andrew mientras le tomaba la mano para no dejarla levantarse.

-nada, solo que desea cambiar de aires.- respondió Lisbeth

-pero no creo que sea necesario avisarle precisamente en este momento, por que no te quedas más tiempo aquí, junto a mi.- dijo Andrew en súplica y tratando de alcanzar a Lisbeth

-no, hay que avisarle para que prepare su equipaje, y tu deberías de levantarte para ir hablar con tu padre.- dijo Lisbeth mientras cubría su cuerpo y se dirigía hacia la puerta.

Tomaron el desayuno y se dispusieron alistarse para tomar el camino hacia la finca, con el previo consentimiento del Conde para realizar el viaje, pero antes de salir de Londres, Lisbeth paso a su antigua casa para despedirse de sus padres y así retomar su viaje hacia la finca acompañada de su Esposo y su cuñada. El camino fue algo cansado por las paradas pero decidieron no pasar a posada para descansar, llegaron al anochecer a la finca y fueron recibidos sólo por fred y Melissa.

El Amor Nace Entre EspinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora