capítulo XXVI

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Andrew se levanto al otro día, un poco mas entusiasmado de lo normal, gracias a la compañía que tenía y su cuerpo reflejaba esa ansiedad y el deseo contenido, pero tenía que calmar su anhelo, no hasta que ella estuviera lista y que ella se lo pidiera, el también tenía su orgullo y no podía seguir rogando su atención si a ella no le nacía hacerlo, se quedó unos minutos viéndola en sinónimo de despedida, no quería levantarla aún era muy temprano así que se levanto despacio el y se alistó para el viaje, pero antes de irse le dio un pequeño beso en la frente a Lisbeth que provocó que se despertará.

-ya te vas?.- pregunto lisbeth aún dormitada

-si, quiero llegar antes del atardecer, no es bueno dejar a William sólo, con tanto poder.- sonrió Andrew

-tienes cuidado, y prometeme que no harás nada que te ponga en peligro, no tienes que demostrarle nada a nadie.- le dijo Lisbeth como advertencia

-a que viene eso.- pregunto Andrew

-que se como piensas los hombres, y siempre quieren probar su valentía, tu no necesitas probar nada.- término lisbeth con ternura

-esta bien, te lo prometo.- y le dio un abrazo
-y tu prometeme que te portaras bien.- le dijo Andrew

-a que te refieres?.-

-tu sabes a que me refiero.- le dijo Andrew, y le brindo una sonrisa, la que a ella le encantaba más cuando se le hacían esos hoyuelos en los cachetes, y se levanto de la cama y tomó su sacola.

-te vas a ir así?.- le cuestionó lisbeth acomodándose en l a cama

-así como?.- le dijo Andrew

-sin despedirte bien de tu esposa.- dijo Lisbeth cruzando los brazos

-así que me estas pidiendo un beso de despedida.- dijo entusiasmo Andrew y se acercó a ella

-yo solo digo que tu quieres un matrimonio y no te comportas como un esposo.- bromeó Lisbeth

-escuche sus palabras Lady Potland, ponga en práctica sus propios consejos.- y se río a carcajadas, pero Lisbeth seguía fingiendo seriedad, entonces para quitarle el mal humor la beso en la frente y luego por todo el rostro hasta que llegó a sus labios, fue muy tierno pero a la vez fue algo apasionante por que los dos se entregaron a él, aun que no deseaban separarse, Andrew sabia que lo estaban esperando, así que fue el que detuvo el beso, al terminar le dio una sonrisa y otro pequeño beso antes de levantarse.

-creo que con ese beso, me dio la fuerza necesaria para enfrentar lo que sea.- bromeó Andrew antes de salir

-adiós. - dijo Lisbeth en un susurró, aun que no lo admitiera delante de él, ella sabía que lo iba a extrañar, no solo sus besos, si no todo el, sus comentarios mordaces, las irónicas respuestas que le daba y hasta sus celos. Tal vez de una forma inconsciente se estaba enamorando.

Andrew tomó el camino de regreso a la finca, era algo irónico cuando su caballo cabalgaba con el, a dirección del condado pero su corazón se había quedado en Londres.
El camino fue más rápido, y llego sin contra tiempo a la finca antes del atardecer, no se encontró con ninguna novedad, ya que todo seguía igual, con la desolación y la desesperación de sus trabajadores, el sabía que iba ser una semana difícil, enfrentar todo esto, sin Lisbeth a su lado pero era un mal necesario, enfrentar estas semanas sólo.

El Amor Nace Entre EspinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora